domingo, 30 de noviembre de 2014

¿AD vs SUMATE… o la resta de oportunidades?/ Manuel Barreto

¿AD vs SUMATE… o la resta de oportunidades?/ Manuel Barreto

De entrada: ¿hasta dónde es responsable el mantenerse al margen de estas declaraciones? ¿Realmente esperan que los ciudadanos NO partidistas – que NO apolíticos, IDIOTAS (de acuerdo a la acepción griega) y menos antipolíticos no tengamos injerencia en estos menesteres cívicos? Señores, tengan presente que al ser figuras públicas, inevitablemente están en la mira por sus acciones y omisiones. Y si la crítica aparece es porque no se está de acuerdo con la forma de proceder en esta ocasión.
¿Cómo eludir cualquier comentario cuando, conjuntamente y bajo la dirección de María Teresa Gómez R, (de SUMATE) un grupo de amigos conformamos aquella especie de CNE correcto, decente, imparcial y comprometido con la cívica labor de garantizar aquellas ejemplares Primarias que concluyeron con una simpática hoguera que garantizó el secreto de aquel escrutinio?... ¿Acaso J.J.Avila, José Alaimo, Carmelo Ecarri, María Martin, Elis Mercado observaron alguna anomalía, algún acto incorrecto, alguna bellaquería o ventajismo que a mí se me pasó por alto? ¿Acaso no se cumplió a cabalidad con la labor encomendada?... ¿O es que se trata de un típico pase de factura a Mate Gómez por haber participado, compartiendo el panel con Andrés Velásquez, Diputado a la A.N, luego Miembro de la MUD Nacional, en una presentación a favor de las Primarias? ¿Acaso es este un momento propicio para emprenderla contra SUMATE, cuando precisamente su ex directora está siendo sometida a la más aberrante y deleznable persecución política que mujer alguna haya vivido en nuestra vida republicana?... ¿O será que VENTE realmente impide que ustedes vayan?...¿O tal vez que una vez más se ponen en práctica tácticas dilatorias para someter la voluntad de la MAYORÍA que espera elegir por Primarias donde proceda tal método? ¿AD vs SUMATE… o la resta de oportunidades?
Amigos: cuando toda la nación venezolana se encuentra verdaderamente preocupada por el marasmo en el cual nuestros verdaderos adversarios han llevado al país, cuando esperamos la sensatez de un mensaje UNITARIO; cuando lo que realmente importa a la ciudadanía- amén del vuelo sideral del dólar, es la puesta en libertad de esos adalides de la democracia contemporánea, ustedes adelantan su juego, cuando lo que está en juego, ¡NO ES JUEGO!Entiendan Amigos, que con estas prematura confrontación, lejos de estimular la participación, incentivan al rechazo, y luego a la abstención. Entendemos que en política golpear es un estilo, y llamar a la participación es otro, no es cuestión ni siquiera de estrategia sino de estilo de hacer política o de participar, e incluso si se quiere, de respetar a la ciudadanía. Así las cosas, me permito recordarles que las encuestas más recientes indican que los partidos políticos democráticos representan alrededor de un 12% del electorado, en tanto que contamos con un 75% de opositores que no militan en ningún partido. Por chocante que parezca, pues menester se hace repetirlo: para que vuelvan a tener vigencia, tienen que refundarse, que reconstruirse radicalmente, algo que parece muy difícil pero no imposible. Tienen que aceptar el resultado de sus mismos diagnósticos, que arroja un evidente rechazo, ya que se hace necesario decidirse a favor del mañana y no quedarse en la obsecuencia del pasado. Ahora bien, las organizaciones de la sociedad civil tienen que responder rigurosamente al preguntarse qué democracia quieren, tienen que saber qué rol político quieren y cuál rol le dan a los partidos, o si seguirán esperando a que se destrocen para sustituirlos; pero siempre considerando que la crisis política, desde la perspectiva de la acción política no es responsabilidad de unos o de otros, sino que es responsabilidad de todos.
Se hace impostergable llegar a un acuerdo con todos los actores para saber cómo se articulan representación y participación.

Y en cuanto a los candidatos, recordemos que la palabra candidato proviene del vocablo latinocandidus que significa sin mácula, limpio, impoluto, inocente. Y efectivamente esto es lo primero que hay que exigirle a un candidato, que sea una persona limpia, cerrada a la trampa y a la mentira, a lo turbio y al chanchullo. Tenemos que fijar más nuestra mirada, sin pasiones ni temores, en los ojos de cada candidato para que no se nos filtren los brincadores de talanqueras, los que no asisten a las sesiones y cumplen con sus obligaciones, los que se empeñan en transitar este siglo como si fuese el pasado. Es ineludible reconocerlo: gran parte de la culpa de mantener en el poder a personas sin categoría para el cargo, la tiene el pueblo mismo.
Manuel Barreto Hernaiz
@mrbarretoh

sábado, 29 de noviembre de 2014

Gobernador @AmeliachPSUV asuma el control de Tocuyito




Existe una enorme crisis en el sistema judicial penal venezolano, lejos de implementarse o diseñarse una política criminal para prevenir el delito, pareciera que el alto gobierno hace todo lo contrario, es decir, facilita a los ciudadanos que desvíen sus conductas y cometan delitos. No hay prevención, pero tampoco existe empeño en bajar la impunidad que es otro de los males que nos afectan. En efecto, más del 90% de los crímenes que se cometen en el país no son castigados. Sin duda, la delincuencia se ha venido incrementando en los últimos años, tanto por la ausencia de políticas preventivas -que hasta ahora no las ha diseñado el gobierno nacional- como por la impunidad reinante. Me atrevo a decir que quizá muchos de los que hoy son delincuentes han caído en ese mundo porque antes de iniciarse en el mundo delictivo sospecharon que nada les ocurriría.
Pero es que no solamente allí, o sea, con la falta de prevención y la alta impunidad termina la crisis en el sistema penal, sino que también la vemos en el sistema penitenciario. No podemos dudar en afirmar que nuestras cárceles no están en condiciones para cumplir con los postulados constitucionales que garantizan la rehabilitación de los privados de libertad. No solamente porque no tengan los espacios para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreación como lo ordena el artículo 272 de la Constitución sino que tampoco están atendidas por profesionales en el área penitenciaria.
Escenas horrendas son el pan nuestro de cada día. Muertes y lesionados por armas blancas y de fuego ya pasan desapercibidas, simple y llanamente porque ocurren a diario. Esa muertes dentro de los penales llaman la atención cuando son múltiples pero cuando es uno o dos los reos las victimas dentro de ellas ni las comentan. Cuando observamos ese panorama y lastimosamente hasta nos acostumbramos a ese tipo de acontecimientos, es motivo suficiente para encender las alarmas como sociedad. Reconozcamos que como ciudadanos algo nos está fallando: ¡la solidaridad!
Esta semana hemos leído que 35 o más presos de la cárcel de Uribana perdieron la vida presuntamente por intoxicación. Nos preguntamos ¿dónde estaban los agentes de custodia Que de acuerdo a la ley de régimen penitenciario deben velar por la seguridad interna? En realidad esa pregunta es para la academia porque en la práctica es conocido que el control de los internados judiciales está en manos de los mismos presos: de los “pranes”.  A ellos nadie los controla, ni la Guardia Nacional ni tampoco los funcionarios del ministerio de prisiones.
El ministerio de prisiones, debe desaparecer por 2 razones por lo menos: la primera es inconstitucional. Señala la Constitución en su artículo 272 que las cárceles de manera imperativa tiene que estar descentralizadas y la segunda razón es porque ese ministerio ha demostrado su ineficiencia desde el mismo momento en que se creó. De hecho han sido más de 1200 presos que han asesinado durante la gestión de Iris Varela como ministra.
Ante este oscuro panorama carcelario, y estando al tanto que no se ha cumplido con lo que ordena la Constitución de la república Bolivariana de Venezuela, formalmente le propongo al ciudadano gobernador de Carabobo que convierta a nuestro estado en pionero y dé el ejemplo a los demás gobernadores, esto es que asuma la competencia en el control del Centro Penitenciario Nacional de Valencia o cárcel de Tocuyito y de todas sus instalaciones. No es una propuesta caprichosa o irresponsable, la hago apegado al texto constitucional. Eso es una obligación constitucional “la descentralización”, no es optativo descentralizar o no las cárceles: ¡es obligatorio! En el país tenemos una mora de 15 años y no hemos saldado esa deuda con el sistema penitenciario. Lo establece el artículo 272  del texto constitucional. Es más, pudiera privatizarla a través de la modalidad de concesiones. Habría mayor control de los privados de libertad, su estancia en las cárceles sería más productiva para ellos, para sus familiares y para el país, pero sobre todas las cosas se humanizaría.
Prof. Pablo Aure

jueves, 27 de noviembre de 2014

CHÁVEZ 1999: "VENDIENDO AVIONES DE PDVSA"

Arrímenle una al mingo/ @DimitryBelov

Arrímenle una al mingo/ Dimitry Belov
El clima de conflictividad social y política vivido en Venezuela durante este año, ha producido efectos diversos en la ciudadanía. El 2015  viene con una inflación entre 160 y 190%, el petróleo cayendo y el usurpador de Miraflores cantinfleando a sus anchas, sólo se ve al pueblo en una calle burbujeante solicitando una salida expedita. Este ambiente definitivamente genera comportamientos variados en toda la sociedad.
Aún con ese panorama sombrío, muchísimos ciudadanos, quienes tienen mi mayor respeto y admiración, han decidido mantenerse involucrados, ayudando en sus comunidades, organizando o participando en las protestas por los tantos problemas que nos aquejan, consiguiendo medicamentos o ayudas para personas en situación crítica debido a la escasez del sector salud, en fin no importa donde tengan el corazón, mientras estén colaborando a que el juego se destranque, son unos verdaderos héroes.
Otro grupo de venezolanos se involucró y se sumó a los que ya existían en hacer política, ya sea en su sector, parroquia, municipio, en su estado o nacionalmente, hay ciudadanos que están de aquí para allá, cual predicadores, llevando diferentes mensajes a la población. Sí, es cierto, muchos de ellos tienen aspiraciones a cargos públicos en algún futuro, y para ser honestos, no es el grupo favorito de muchos que incluso están en desacuerdo con sus métodos (a veces ellos están en desacuerdo entre ellos mismos), la verdad es que si están haciendo algo y de igual forma, siempre que lo hagan de manera legítima y esa aspiración no sobrepase su amor por la nación, merecen respeto.
Existen también los que han hecho suya la labor de defender ayudar o llevar la vocería de las víctimas de este régimen. Unos porque sufrieron en carne propia las estocadas fatales del aparato represivo y de control de la disidencia al estado, otros porque se ven en ese espejo y prefieren colocar sus bardas en remojo antes de que sea alguien cercano quien lo sufra. A este se le suma el grupo de los comunicadores, los denunciantes, los fotógrafos, quienes activos también por todos los medios hacen suyas las denuncias. Todos estos grupos, que he nombrado hasta ahora, en algún momento serán recordados, valorados y reconocidos por su gran aporte en la gestación de la nueva Venezuela que será parida en los próximos semestres. Esa que durará mucho tiempo y que será referencia de desarrollo y  libertades para el mundo. Esa Venezuela que se está formando, pero hay que cuidar mucho hasta que nazca y en sus primeros años de vida.
Obviamente que quedan, y todavía lamentablemente en el poder, o peor aún, cohabitando con él (aunque ya no les quede mucho), los que avergüenzan nuestro gentilicio, los saqueadores de oficio, los que tienen precio, los manipuladores, los entreguistas del país, los violadores de los derechos fundamentales, esos que se mimetizan en todos lados, los tenemos allá pero también aquí. Esos que dan por hecho que esta patria pertenece sólo a ese pequeñito grupo y que el resto está dispuesto a vivir en miseria soportándolo. No soy juez, ni fiscal, ni jurado, pero confío que en el momento en que se restaure la justicia en nuestra nación la mayoría de ellos enfrentarán penas muy largas.
Pero hay otro bloque de ciudadanos que también dan algo de pena al resto de los venezolanos, y me refiero a los apáticos, aquellos que viendo la debacle que sufre el país no mueven un dedo, ni voltean para los lados, sólo se quedan mirando para arriba mientras el resto hace todo el trabajo por ellos. No quiero decir con esto que las personas no tengan derecho a esparcimiento, ni a hacer su vida cotidiana, todo el mundo está en su pleno derecho de disfrutar un juego, reunirse a celebrar o compartir una comida o unos tragos, visitar una playa o sitio de recreación, pero aunque sea unas horas a la semana, pregunta alguna vez que puedes hacer para el rescate del país “Si eres neutral en momentos de crisis, has elegido el lado del opresor” reza la cita de Desmond Tutu. A este grupo, que honestamente producen una ladilla enorme, sólo le pedimos que, de vez en cuando, arrímenle una al mingo…

@DimitryBelov

lunes, 24 de noviembre de 2014

La patria que queremos

El Carabobeño
¡Hasta cuándo!
                          
La patria que queremos/Pablo Aure
Conversar acerca de Venezuela o escribir sobre cuál debe ser la estrategia para superar la grave crisis que padecemos, les confieso, no es tarea fácil. Si bien es cierto que creemos tener identificadas las prioridades en este momento, no es menos cierto que no tenemos un plan único para hacerles frente. Por ejemplo, sabemos que la situación económica, la inflación, la inseguridad, la salud, la educación y el desabastecimiento, son escollos que nos atormentan y que debemos abordarlos con tenacidad para solucionarlos. No tengo dudas de que esos son los problemas esenciales del venezolano, aunados a la calamidad que representa la impunidad, que destroza la esperanza de las víctimas; y si a eso le sumamos el control social ejercido por los grupos paramilitares, que evidentemente están  al margen de la Fuerza Armada y la institucionalidad, tenemos un panorama oscuro que pudiera desanimarnos en el firme propósito de construir una Venezuela distinta donde todos quepamos, nos respetemos y tengamos esperanzas de progresar en libertad y democracia. Ahí está el problema, pero no tenemos manera de solucionarlo fácilmente porque están rodeados de una espesa y tenebrosa neblina que nos impide avanzar y encontrar el camino que nos conduzca a la curación de esos males. 
Indiscutiblemente, además de la confusión que tenemos sobre la manera de cómo abordar esta gravedad, también sufrimos una falta de acuerdos entre los liderazgos existentes. Improvisación, apasionamiento, ambiciones de poder o componendas con el adversario, es lógico que surjan muchas propuestas. Desde mi concepción, todas lógicas. Pero al no tener fortaleza ninguna de ellas, jamás daremos al traste con los males que nos aquejan. Desunidos seguiremos siendo presa del bandidaje enquistado en el poder. 
La gran pregunta: ¿qué hacer entonces? 
Perseverancia y coherencia
Nada mejor que la constancia en tus propósitos. Tener siempre presente que la pasividad nunca será una opción válida para alcanzar las metas. 
Oportunidades para darle una vuelta a esta oscura telaraña aparecen constantemente, pero quienes anhelan que las cosas cambien siempre están desprevenidos o, peor aún, desunidos. 
Con vergüenza tenemos que reconocer que la principal fortaleza del régimen que nos oprime es nuestra propia desunión. No hemos aprendido, a pesar de los porrazos. Nos hemos empeñados en fabricar una unión que no refleja el sentir popular. Desatendemos por largos periodos a las bases populares, para atenderlas en épocas electorales. Y lo más lamentable, esa atención no es para sacarlas del abandono o resolverles sus problemas, sino para obtener un provecho electoral. Eso ya no funciona, porque en ese terreno el oficialismo lleva una gran ventaja cuando apela al peculado de uso para realizar sus campañas y conquistar votos con “favores”. Tiene los reales de la nación y los utiliza sin que se les agüe el ojo; total: al régimen nadie lo audita. 
Nuevas leyes, nuevos impuestos
La semana pasada, horas antes de finalizar el plazo habilitante que se le dio al presidente para que supuestamente combatiera la desvergonzada corrupción que atosiga al país, el presidente aprovechó las últimas horas para  aprobar 28 nuevas leyes cuya finalidad nada tiene que ver con los motivos de la Habilitante, pues lo que se contempló fue incrementar los impuestos para llenar las arcas públicas con dinero de los contribuyentes debido a la caída de los precios del petróleo. 
No tengo ninguna duda de que el Gobierno tratará de recuperar el equilibrio, o mejor dicho, su estabilidad y permanencia en el poder a fuerza de plata. Se nos ha amenazado varias veces con aumentar la gasolina, y con ello seguir llenando las alforjas, pero de bolívares, no de dólares. 
En bajada y sin frenos
Estamos transitando por un camino muy peligroso. Maduro está consciente de eso. Desde octubre, pudiéramos decir que maneja en medio de la oscuridad un autobús sin frenos, en bajada, sin luces y con el pavimento mojado. No sabe qué hacer. Y cosa más grave, de este lado parece que tampoco sabemos. 
Tratarán de aguantar hasta el próximo año para ver si el festín (y la división opositora) les proporciona oxígeno. Los impuestos son para eso, para seguir ofreciéndole al pueblo pan y circo, aunque cada vez menos pan y mucho más circo. 
Todos presentimos que el régimen agoniza y ni siquiera los impuestos lo salvarán. Claro que no. El problema de Venezuela no es en bolívares sino en dólares, y esos llegarán cada día en menor proporción porque el petróleo, que es lo único que exportamos, está perdiendo su valor. 
Las fábricas seguirán cerrando sus puertas, el costo de la vida seguirá aumentando, la escasez llegará a extremos insoportables. Cómo mantener una fábrica abierta sin nada que producir, recordemos que la materia prima de casi la totalidad de lo que se produce en el país, es importada, ¿y sin dólares cómo vamos a tener producción nacional? 
¿Estallido, golpe, parlamentarias o Constituyente?
Seguimos preguntándonos: ¿qué nos espera a los venezolanos? Cualquier cosa puede pasar. Eso sí, no esperen, ni siquiera lo piensen, que como está la situación el presidente Maduro pueda ser sustituido por un cabeza visible de la línea opositora. Eso ni lo sueñen. El asunto es entre ellos y solamente los rojos tendrán la posibilidad de sustituirlo. La oposición jugará un papel importantísimo, siempre y cuando sepa interpretar el momento. Y esto lo siento así. He venido insistiendo en la necesidad de tender puentes con el oficialismo, porque más temprano que tarde la conflictividad será irresistible. Puede ocurrir un estallido social, la mayoría de los analistas lo presagian, aunque también pudiera escaparse un gorila de los cuarteles en medio de esa conflictividad. Mientras eso quizá esté más cerca de lo que imaginamos, seguiremos distrayéndonos con el escenario de las elecciones parlamentarias. Ojalá la Mesa de la Unidad Democrática se ponga a la altura de los verdaderos intereses de la nación, y no nos obligue a seguir separados. No es el momento de las parcelas sino del país. 
Nunca auparía ningún golpe militar, pero sí les pediría a las Fuerzas Armadas que piensen en Venezuela y en su pueblo. Esto significa que en caso de producirse un estallido social, analicen las causas que lo originaron y colóquense del lado de la institucionalidad inspirada en los valores democráticos y jamás en ideales de quienes han utilizado el nombre de Bolívar para lucrarse sacrificando una nación que en algún momento fue próspera. 
Hemos dicho que varios son los escenarios que pueden presentarse en un futuro no muy lejano, pero, debemos estar claros que sea un estallido, un golpe o lleguemos a las parlamentarias, tengan la plena seguridad que la única manera de recuperar las instituciones y la confianza en el país será mediante un proceso constituyente. 
Estamos presenciando los estertores de un modelo que intentó perpetuarse en nuestro país. Es hora de reflexionar y entrar en razón. Basta de mentiras y de engaños. Basta de necias divisiones. Venezuela es una sola, aunque hoy un grupete se haya empeñado en dividirla.
@pabloaure

domingo, 23 de noviembre de 2014

Maduro y las Universidades autónomas

Que el presidente de la República Nicolás Maduro proponga “democratizar” el ingreso a las universidades autónomas”, pudiera responder a dos escenarios: uno; el desconocimiento que él tiene sobre lo que ocurre en el subsistema de educación superior; y dos; que se trate de un ejercicio demagógico a los que últimamente suele recurrir el alto gobierno.
Le sugiero al presidente de la república que indague y estudie antes de hacer ese tipo de afirmaciones destempladas y vacías, a quienes no conozcan las formas de ingreso a la Universidad de Carabobo, los exhorto a revisar el reglamento de admisión en el cual se prevé el ingreso de nuevos alumnos sin distinción de clases, ni tendencia política.
Afirmar que el proceso de admisión en las universidades autónomas no es democrático es una gran falacia.
En el caso de la Universidad de Carabobo son diversas las formas de admisión las que promovemos, entre las que se encuentran el Programa “Alejo Zuloaga” que va dirigido a la atención de la población en situación de vulnerabilidad económica, de igual manera, hemos protegido e incluido a los estudiantes con discapacidad, promoviendo el ingreso a través de la modalidad de ingreso de diversidad funcional, del mismo modo le hemos dado respuesta a la inclusión de estudiantes provenientes de poblaciones indígenas. Pero no solamente existen esas modalidades sino que también premiamos el esfuerzo y constancia de los bachilleres con méritos académicos, culturales, científicos y deportivos: todos tienen oportunidades de ingresar, siempre ha existido y existe la disposición en la  Universidad de Carabobo (y me consta que en el resto de las universidades también) en promover el ingreso de manera incluyente, obviamente, cuidando el verdadero sistema democrático de selección de los aspirantes, esto es velar, por la calidad y excelencia académica de los futuros estudiantes y de los profesionales que egresarán de nuestra institución.
En la Universidad de Carabobo el abanico de oportunidades de estudio está totalmente abierto y diverso,  se cuenta con numerosas formas de ingreso, de hecho, la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) dependencia del Ministerio de Educación Universitaria también participa en la asignación. 
Es absurdo, y mezquino que el Ejecutivo Nacional afirme que las cúpulas y oligarquías se hayan apropiado de las universidades, cuando estas Casas de Estudio, son de todos, del estudiantado, del pueblo, trabajamos para todos, promoviendo su inclusión sin distinción. No obstante, desde hace varios años el Ejecutivo ha tratado de ahogarnos presupuestariamente, para silenciarnos y acabar con el pensamiento plural: ¡eso si atenta contra la democracia! Hacer recortes al presupuesto universitario no atenta contra las autoridades sino contra la educación. Más del 75% de la población estudiantil de la Universidad de Carabobo proviene de clases populares, urbanizaciones de clase media y de las barriadas. Prueba de ello es el recorrido que hacen nuestros autobuses, que trasladan a jóvenes que necesitan de ese transporte para poder llegar a clases y regresar a sus casas.  
Además de desconocer el sacrificio que hacen los trabajadores universitarios con ese pésimo sueldo, no dudo al decir que quien tiene que democratizar el trato hacia las universidades es el propio presidente de la República, pues ya basta de criminalizar el pensamiento plural lo cual es  la esencia universitaria. El alto gobierno no oculta el odio desmedido hacia las Universidades Autónomas, lo que han hecho es atacarla sistemáticamente con los recortes presupuestarios, con la asignación de sueldos de hambre para sus trabajadores, se estrangulan a sus obreros, empleados y docentes que hacen vida universitaria.
La cuestión educativa no la deberíamos circunscribir solo al ámbito universitario, es necesario también señalar que este gobierno aceleradamente se ha empeñado en deteriorar el sistema educativo venezolano, y como muestra palmaria la creciente inexistencia de docentes en la educación secundaria en las materias de matemáticas, física, química  con el agravante que posteriormente a esos bachilleres que egresan de unidades educativas dependientes del ejecutivo nacional se les homologa (se les aprueba) las notas a bachilleres que no cursaron esas materias. Muy triste esa realidad, lo que hace que esos bachilleres tengan menos oportunidades  a la hora de ingresar y rendir académicamente en una Universidad Autónoma y de calidad.
Desde la Secretaria de la Universidad de Carabobo, estamos dispuestos a debatir sobre este tema en cualquier escenario para demostrar que quien ha venido atacando los valores democráticos que deben estar presentes en las universidades es el propio ejecutivo nacional.
Prof. Pablo Aure
Secretario de la Universidad de Carabobo

jueves, 20 de noviembre de 2014

La libertad de expresión es un valor irrenunciable

Notitarde
Sentenció el profesor Pablo Aure

“La libertad de expresión es un valor irrenunciable que debe ser protegido”

Durante su participación en las III jornadas “Miguel José Sanz”, organizadas por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de esta casa de estudios, manifestó la necesidad de los venezolanos de conocer que para protestar no hace falta pedir permiso sino notificar. (Notitarde /Mauricio Centeno/Notitarde)
“La libertad de expresión es un valor irrenunciable que debe ser protegido”

Ylián Terán Flores
Valencia, noviembre 19.- A juicio del profesor Pablo Aure, secretario de la Universidad de Carabobo, la libertad de expresión es un derecho de los ciudadanos y un valor irrenunciable que debe ser protegido.
Durante su participación en las III jornadas “Miguel José Sanz”, organizadas por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de esta casa de estudios, manifestó la necesidad de los venezolanos de conocer que para protestar no hace falta pedir permiso sino notificar.
Señaló que la manifestación es una de las tantas modalidades de libertad de expresión, sin embargo, sentenció que la autocensura no es propia solo de los medios de comunicación sino también de los ciudadanos, que se han visto afectados e inhibidos de protestar por temor a ser criminalizados.
“El Gobierno se ha empeñado a criminalizar a quien convoque a una manifestación y protesta. Claro que condenamos la protesta violenta y los disturbios, pero no podemos tolerar como ciudadanos que se criminalice a quien haga uso de un derecho contemplado en el artículo 68”, sentenció.
Por lo que Aure manifestó que lo que se les debe exigir a los organismos de seguridad es que nos garantice y nos proteja en el ejercicio de nuestros derechos, como lo contempla el artículo 55 de la Constitución. 
Insistió que los venezolanos no deben olvidar el artículo 68 y que el derecho a manifestar “nada ni nadie nos lo puede quitar. Así nos amenacen, tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para hacerlo valer; enseñando en la escuela, en las aulas de clases y sobre todo convertirnos en divulgadores de esa defensa”.
Reiteró que la libertad de expresión es muy importante para los venezolanos, pues es algo que está inherente al ser humano, es un valor irrenunciable que debe ser protegido “y a través de ella se construye la democracia y aquí no la hay, por eso tenemos que optar por esta herramienta para construirla”.
Recordó que en el primer semestre del año se registraron más de seis mil protestas en el país, de las cuales el 72% fueron reprimidas, “lo que demuestra que no estamos frente a un gobierno democrático y si no es democrático no es soberano”.
Finalmente, el Secretario de la UC hizo un llamado a los ciudadanos a estar unidos a la hora de defender la libertad de expresión “y cuando digo ciudadanos  no me estoy refiriendo a opositores nada más, sino al de cualquier ideología política”.
III Jornadas “Miguel José Sanz”
El decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, David Rutman, comentó que con la instalación de las III jornadas “Miguel José Sanz”, se abordan contenidos para la reflexión de la comunidad jurídica sobre tópicos no solo de derecho, sino también de política, libertades fundamentales “para llevar a un gran criterio que es formar al ciudadano”.
“El gran anhelo de la universidad no es solo formar profesionales, sino también ciudadanos a través de la educación, como dijo Savater nacemos a nuestro tiempo y con este convencimiento, como Escuela de Ciencias Políticas y Estudios Fiscales, pretendemos reflexionar acerca de tópicos que en la actualidad constituyen una referencia”, sentenció.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Unidad y chantaje

El Carabobeño
¡Hasta cuándo!
Unidad y chantaje
Foto archivo/AFP.
Pablo Aure
pabloaure@gmail.com
@pabloaure
Últimamente, cada vez que leo o escucho la palabra “unidad” recuerdo el poema de Ramón de Campoamor: “En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira”. 
La unidad es una quimera, mutable; y en la Venezuela convulsionada de hoy, lamentablemente, atiende a intereses personalistas, o simplemente grupales. 
No hay unidad en la oposición, pero tampoco en el oficialismo. Sin embargo, en razón de los “fines unitarios” pareciera menos complicado lograrla dentro del gobierno que en la oposición. Y la causa es, esencialmente, crematística: los oficialistas manejan la chequera del erario público y con ese dinero suelen comprarla. Claro está, es un contrato sin garantías, que cuando se deja de cumplir, inmediatamente se desintegra. 
Así como hemos visto “unidades” compradas del lado oficialista, cuyo único resultado ha sido la destrucción del país y de todas sus instituciones, del lado opositor, hay que advertirlo, no sentimos una unidad para reparar los daños que el régimen ha proferido a la nación en estos casi dieciséis perniciosos largos años. Eso sí, hemos observado, con contadas excepciones, que la unidad gestada desde la oposición se ha venido estableciendo para repartir pequeñas parcelas de poder en los ámbitos nacionales, regionales o municipales. Triste pero cierto. 
Unidad electoral
No es un mal exclusivo de la oposición, en el Gobierno también lo padecen. Utilizar la unidad como chantaje le ha hecho demasiado daño a nuestro país. 
Aquí nos sentimos obligados a unirnos en épocas electorales, so pena de que nos castiguen tildándonos de infiltrados si no lo hacemos (que quede claro, siempre he votado por los candidatos de la “unidad”). Es a juro que tenemos que aceptar los postulados de los cogollos. No aceptarlos o levantar la voz para criticarlos es suficiente para que te condenen y te coloquen en la acera de los que siempre has combatido. 
Sapeo oficialista
La semana pasada los jefes del partido de Gobierno anunciaron la creación de direcciones de correos electrónicos y líneas telefónicas para que sus militantes denuncien a infiltrados dentro de su organización partidista. En efecto, el gobernador de Carabobo escribió en su cuenta Twitter: “El militante que esté fomentando la desunión debe ser denunciado a través de: denunciainfiltradospsuv@gmail.com, y vía sms (mensaje de texto) al 0416-9425792. Esta declaratoria es porque también reconocen que no hay unidad en lo que han querido denominar proceso revolucionario. Desde luego, sus métodos para “castigar” a los que no están de acuerdo con sus políticas son ligeramente distintos a los utilizados por la oposición. Mientras que los oficialistas descartan a los “no alineados” de pequeños cargos burocráticos, les rescinden contratos o simplemente les quitan las “ayudas” económicas; en la oposición se aprecia una especie de exclusión para conformar una posible alianza en futuros procesos electorales. 
Unidos pero con los rojos
Del mismo modo como los rojos utilizan el poder, es decir, los recursos que de él se derivan para tratar de mantener la unidad con los “propios”, también lo hacen con los “extraños”, ciudadanos que se camuflan en el sector opositor. Y lo que es peor, esos camuflados en algunos casos inciden de manera contundente en ciertos cogollos opositores. Definen las políticas y hasta la manera de escoger los candidatos para cualquier cargo de elección popular o de designación grupal. 
Muchas veces he pensado que determinados voceros de la oposición tienen más empatía con los gobernantes que con los que ellos dicen representar. Solo bastaría con revisar el comportamiento de su entorno o sus actuaciones no muy lejanas para que vean lo fácil que resultaría sacar conclusiones. En Carabobo hay suficientes elementos de convicción que nos hacen dudar de algunos señores que se erigen como opositores. Contratos familiares, blandengues posiciones frente al opresor, vacilación a la hora de defender a los perseguidos y presos políticos. Esto lo digo con dolor, pero, como lo he señalado muchas veces, no escribo para complacer a nadie sino para expresar lo que siento y veo. Por ejemplo, aquí en Valencia tenemos a un representante de un partido político opositor que hasta hace poco se la pasaba en la 41 Brigada Blindada, y en la actualidad es socio de los más cercanos colaboradores del gobernador. Ahora, sin pasar por el purgatorio, es una de las voces autorizadas para vetar a los verdaderos opositores. Dijeran en el llano: ¿Cómo se come ese pescado? 
La MUD tiene la palabra
Nadie puede sentirse obligado a pertenecer a grupos ni apoyar acciones que no comparte. Esa conseja que dice “o nos unimos o nos hundimos” ya se está percibiendo como un chantaje de lado y lado. O sea, los oficialistas y los genuinos opositores: aquellos que desean un cambio de rumbo en el país no se sienten identificados con la unidad a juro. La unidad debe ser un sentimiento generado por la libre voluntad y no impuesto por los factores de poder, bien sea desde el gobierno o desde algunos personajes de la oposición. Yo no apoyo la unidad para mantenernos igual o para satisfacer intereses mezquinos. La unidad no es entorno a alguien, sino para defender ideales de cambio y luchar para conquistar algo distinto no para seguir con lo mismo pero con otros personajes. 
Tenemos que unirnos “no para estar juntos, sino para hacer algo juntos” (J. Donoso Cortés), y ese algo no puede ser para saciar un ego sino para recuperar a Venezuela, que la han destruido los oficialistas con la anuencia de las mezquindades y componendas opositoras. O es que van a seguir con la cantaleta de que los culpables de este desastre fueron los que votaron por Chávez. Nada de eso, Chávez representó en su momento una esperanza, pero luego de un brevísimo tiempo un grupito “de vivos” supuestamente opositores a sabiendas de que ese personaje era funesto para la democracia, el 20 de diciembre del año 2000, se atrevieron a pactar con él para hacer posible el nombramiento de los Poderes públicos. Allí comenzó la verdadera tragedia nacional. Lo demás es historia. Lo importante no es el retrovisor, sino la reflexión y el propósito de enmienda para jamás volver a cometer esos mismos errores. 
Tercera vía
Hay que decirlo: la MUD está a tiempo de evitar una estampida mayor. Creo firmemente en la buena voluntad de muchos de quienes la integran, aunque estemos claros que algunos la han empañado. Me consta que la mayoría no ha pactado ni pacta con el régimen, porque desea lo que anhela el inmenso pueblo venezolano, que es  el bienestar colectivo y no están allí para lograr su supervivencia política o económica sino por la convicción de sus ideales. 
Si esta MUD no interpreta en su justa dimensión lo que hoy acontece en Venezuela, el pueblo le pasará por encima y quedarán como otro oscuro lunar en la historia patria contemporánea. 
No podemos descartar que surja una tercera vía donde quizá converjan los engañados, desencantados o expulsados del oficialismo, como también los decepcionados por la Mesa de la Unidad Democrática. Se está haciendo historia y nadie es el acreedor exclusivo de la verdad. La verdad política no es otra cosa que un acuerdo de voluntades y en un momento determinado para concebir o interpretar algunas situaciones. 
En la actualidad, me late que de lado y lado hay mucha inconformidad. Esto implica  que no podemos tirar la toalla, al contrario, es el momento de llenar el espíritu de entusiasmo, tender puentes multicolores y seguir luchando, si es necesario contra la corriente. Es preferible vivir por tus ideales a sucumbir hipotecando tus esperanzas. Los invito a creer en Venezuela y gritar sin temor: ¡libertad! 
@pabloaure