sábado, 31 de marzo de 2018

Atención militares FAN

domingo, 25 de marzo de 2018

Desalojar al supremo


¡Hasta cuándo!
Desalojar al supremo
@pabloaure
La palabra supremo en Venezuela no es la misma desde que la  inefable revolución decidió cambiarle el significado. Primero Chávez se encargó de destruir la independencia del tribunal “supremo” de justicia, y ya sabemos en las demandas lo que ha significado esa maniobra. Luego, el propio Chávez se autodenominó líder “supremo” de la revolución. Pero, ¿qué se esconde detrás de esa palabra? Veamos.
Si tomamos como ejemplo a Perú, país que ha estado lleno de historias de corrupción, donde varios de sus presidentes han sido destituidos, otros encarcelados y/o en el exilio huyendo de la justicia. El Congreso peruano cumple con sus funciones. Los congresistas se ponen de acuerdo para dar o quitar gobernabilidad al jefe del Poder Ejecutivo.
No me refiero a si los congresistas son honestos o villanos, nada de eso, solo quiero significar que ellos saben ejercer la representación popular. Se ponen de acuerdo para determinados asuntos que definen y deciden el destino de la nación.
En cualquier parte del mundo el Poder Legislativo es el genuino representante de los ciudadanos. Hay que recordar que la soberanía reside en el pueblo y que además ésta es ejercida a través de sus representantes, pues entonces, es de suponer que es en el Legislativo donde se amalgama la voluntad popular. Eso es lógico porque allí está la representación de todos los estados. La composición del Congreso, del Parlamento o de la Asamblea Nacional debe ser lo más parecido a las corrientes del pensamiento existentes en el país.
Así funcionan las democracias. El ejecutivo debe estar controlado por el legislativo. Desgraciadamente aquí en Venezuela, la Constitución lo establece pero no se cumple, porque quien detenta las funciones de presidente se ha erigido como el rey o peor aún como el “supremo” tirano no sujeto a ningún tipo de control.
Allí está la clave, en Venezuela falló el sistema republicano al no impedir que se concentrara en un solo individuo todo el poder y en peor caso, sin ningún control. Por lo tanto, merece hacerse una profunda revisión de todo nuestro ordenamiento jurídico para que esto nunca más tenga lugar.
Las malas intenciones.-
Hay gobiernos malos y gobiernos del mal. El de Maduro pertenece sin duda a los segundos. Sigamos con Perú de ejemplo. La semana pasada hubo un escándalo que terminó en la renuncia del presidente Kuczynski, porque supuestamente está involucrado en un caso de soborno con la empresa Odebrecht.
Cualquier mortal venezolano diría: ¡vaya puritanismo! porque los socialistas del siglo XXI han hecho del soborno y de la tracalería su caja chica. Eso en este país ya no asombra a nadie. Odebrecht ni es tomada en cuenta porque esas comisiones que suele dar a los facilitadores de los contratos pudieran ser consideradas como un sencillo pa´los frescos. Eso es un sencillito. Aquí lo que se repartía y se sigue repartiendo, aunque en estos ultimos meses quizá en menor escala, son barcos de petróleo, toneladas de oro, minas de diamantes, millones de dólares a diez bolívares, arcos mineros, yacimientos petroleros, sistemas eléctricos no adquiridos pero si comprados, ferrocarriles que se han pagado pero en maquetas, gandolas de gasolina o autopistas en planos.
Estos barbaros han secado pozos de petróleo y quebrado todas las empresas estatales que estaban en plena actividad, y sin embargo no ha habido ninguna investigación que inculpe a los responsables. No hay sanciones para los peces gordos, solo multas e inhabilitaciones y en algunos casos cárcel para chivos expiatorios o para quienes se salen del proyecto del patrón rojo malandro.
Entonces, ¿por qué en Perú el presidente renuncia por un escándalo y aquí no? Para empezar, Maduro no es presidente, desde el principio ha usurpado el cargo, y como si fuese poco, la Asamblea Nacional que al parecer está de adorno, declaró el abandono del cargo a principios del año pasado y no hizo cumplir su decisión. Pero más allá de eso, esto ocurre porque a pesar de la corrupción que pueda existir en otros países, la mayoría de los políticos cuando ven acercarse un mal mayor para su pueblo, deciden hacerse a un lado. Acá en Venezuela ocurre lo contrario, cuando ven que la situación puede empeorar, se empeñan en hacerla doblemente peor, por eso insisto, esto que soportamos es un gobierno del mal.
Un pranato revolucionario.-
Venezuela es un pranato donde no es que no exista solamente un Poder Legislativo que se haga respetar, sino que todos los demás poderes tienen una línea de comportamiento que obedecen a los capos del sistema. Venezuela no es una república, es un país forajido gobernado por la delincuencia.
No hay tribunales ni parlamento. Los que existen son solo caricaturas. Venezuela desgraciadamente está dominada por verdadera bandas criminales con nexos con organizaciones dedicadas a las más diversas modalidades de delitos, desde el terrorismo hasta el tráfico de drogas.
Este sombrío panorama se ha extendido a todas las instituciones que sienten temor por enderezar la situación. No se atreven a dar el paso necesario para su liberación.
No sé en qué momento de la historia nos encontremos, sinceramente no me atrevo a decir cuánto falta para reaccionar. Pero lo que si debo confesarles es que desde hace rato no siento ninguna confianza en lo que puedan realizar los poderes de papel que están ocupados por soldaditos de plomo que se desplazan en un tablero que mueve el alto gobierno, bajo las directrices del tirano del Caribe.
Venezuela no saldrá de esta macabra tiniebla mientras no entendamos las dimensiones del asunto. Basta de seguir engañando a la gente vendiéndole salidas electorales. Que se dejen de zoquetadas aquellos que dicen que solo conocen el método electoral para quitar o poner gobernantes. ¡Mentirosos! De esta tiranía jamás saldremos vía electoral porque nos enfrentamos a una banda criminal que asaltó el poder para nunca más abandonarlo. No es especulación, ellos lo han dicho.
A quienes me pregunten qué cosa propongo, les contesto: léanse el artículo 333 de la Constitución, luego piensen de qué manera podemos colaborar en el restablecimiento de la efectiva vigencia de la Constitución. No se me ocurre otra distinta a la de la unión Civico-Militar con la indispensable ayuda de fuerzas internacionales. ¡Por Dios!, la salida no será convencional y tampoco será por las buenas porque no nos enfrentaremos a una congregación de hermanitas descalzas. Los que pretenden quedarse a perpetuidad son mafias de la peor calaña a quienes debemos desalojar como sea. Ese como sea vuela en nuestra imaginación y siempre debemos tener presente la ayuda de paises aliados y de organismos internacionales para generarle confianza a esa unión civico-militar cuyo activación es urgente. Creo que los vientos soplan en esa dirección, en todas partes se escucha el estrundoso malestar que viene creciendo en cada rincon del país, ese grito agitado ha penetrado en lo más adentro de los cuarteles. Hoy, solo a la espera de la indispensable ayuda humanitaria para terminar con la faena. Ese tirano que hoy se erige como supremo y que tiene su corte de aduladores, debe ser desalojado lo más pronto posible  para volver a tomar el camino de la libertad y fundar la anhelada república con la que todos soñamos.
Pablo Aure.                    

domingo, 18 de marzo de 2018

Rebelión militar


¡Hasta cuándo!
Rebelión militar

@pabloaure
Si algo ha quedado claro en las últimas semanas es el estruendoso ruido que se escucha desde los cuarteles, el cual, tengan la seguridad no dejará de oírse por el encierro de más de cien militares. No han metido preso a desertores o a efectivos de baja jerarquía sino, a los siempre temidos “comacates” (comandantes, capitanes y tenientes) quienes tienen tropas bajo su mando y disponen de poder de fuego.
No es una especulación lo que escribo, las noticias admitidas por el propio régimen así lo dan a entender; inclusive, José Vicente Rangel en el último programa dominical afirmó que “en estos días el Gobierno Nacional abortó un golpe de Estado en el que participaba un grupo de oficiales manipulado por civiles dirigentes de la oposición, y apoyado por organismos militares y de inteligencia de los Estados Unidos”.
Entonces, al decir esto, reconoce que la situación dentro de las instalaciones militares no está nada a favor del régimen pero contrario a lo que muchos creen, no se trataría de un golpe de Estado.
Aquí es necesario aclarar que el término que deberíamos emplear es el de la rebelión.
Lo que ocurre, o lo que ocurriría dentro de las FAN es el desobedecimiento activo a la autoridad y no un golpe de Estado, porque es imposible dar un golpe a un gobierno de facto. Me explico. Los golpes de Estado se definen como la ruptura del hilo constitucional al vulnerarse la legitimidad establecida en un Estado.
Como ya sabemos, este gobierno perdió su legitimidad hace rato, por lo que resultaría un poco menos que incorrecto decir que la intención de deponerlo debe considerarse como el producto de un golpe. ¿Es que acaso se nos ha olvidado lo que establece el artículo 333 de la CRBV? Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia” (sic) 

¿Se abortó la rebelión?
Todo indica que no. Pues si es cierto que se abortó “un golpe”, es lógico pensar entonces que, el germen de la rebelión ya ha florecido en sectores castrenses y jamás podría acabarse con la detención de comandantes de batallones, por cuanto es de suponer que, quienes estaban bajo sus órdenes, en cualquier momento demostrarán cuán comprometidos estaban con esa presunta rebelión que denunció J.V Rangel.
Les confieso que no creo que esos militares rebeldes estén siendo dirigidos o manipulados por grupos opositores, porque no hace falta que a un militar lo manipulen para darse cuenta de la terrible situación nacional. Esos militares “alzados” tienen familia que también sufren los desmanes que ha provocado esta plaga denominada “Socialismo del Siglo XXI”. Saben que hay hambre, miseria y corrupción. Probablemente están cansados de que los sigan metiendo a todos en el mismo saco pestilente en el que se encuentran los altos jerarcas.
Es muy posible que esos militares rebeldes no estén dispuestos a seguir pasando la dentera por la fruta que sus jefes se han comido.

Con el visto bueno de la Casa Blanca
José Vicente Rangel puede tener razón cuando hace alusión al apoyo de organismos militares y de inteligencia de los EEUU. Ciertamente, eso tendría mucha lógica. Solo basta observar los movimientos tácticos del gobierno americano que en reiteradas ocasiones ha identificado al gobierno de Maduro como un peligro para sus intereses. De hecho, el miércoles 21 de marzo en la OEA intervendrá el vicepresidente de EEUU y hablará nuevamente sobre esa preocupación. Esto, si bien es cierto no significa una complicidad entre EEUU con los sediciosos, necesariamente debemos percibirlo que en caso de materializarse con éxito lo que JV Rangel denomina golpe, quizá esa eventual acción gozaría del visto bueno de la Casa Blanca. Eso sí: siempre y cuando su fin inmediato sea abrirle el paso a un gobierno de transición.
Los rebeldes no temerían por eventuales sanciones o persecuciones de la comunidad internacional, a la que antes pudieron temer. En efecto, las sanciones que hasta ahora se han concretado solamente afectan a los que ejercen funciones de gobierno que han sido expresamente señalados de tener vínculos con el terrorismo y con el narcotráfico.
El mensaje es claro: el que siga apoyando la dictadura “castro-madurista” correrá la misma suerte que los sancionados. Eso evidentemente le genera confianza al bando de los rebeldes.

Injerencia humanitaria
No se debe perder el tiempo en estudiar escenarios electorales o hablando de candidaturas presidenciales porque las tiranías no salen por votos. Es menester enfocarse en abrir las puertas a la comunidad internacional para que se lleve a cabo la ayuda humanitaria.
No es momento de alimentar rencillas entre civiles y los militares dispuestos a rectificar, al contrario, es indispensable el entendimiento de ambos mundos. Así como necesitamos de la unión cívico-militar también requerimos de la ayuda de países aliados. Sin complejos debemos aceptar que solos no podemos salir de estas mafias que están dispuestas a todo para evitar que Venezuela se enrumbe hacia la democracia.     
Muchos opinadores son escépticos con el asunto militar, pero desde esta trinchera yo sigo apostando a la reserva moral que debe existir en los cuarteles, también al propósito de enmienda de aquellos que en algún momento juraron defender la soberanía nacional pero, sin haber cometido grandes tropelías, en el camino desvirtuaron sus funciones obedeciendo indebidamente ordenes manifiestamente contrarias a la Constitución.
Nunca es tarde para recapacitar. Los violadores de DDHH tendrán que rendir cuenta ante los tribunales mientras que, los arrepentidos por faltas menores, deberán ser procesados en sede castrense conforme al reglamento de castigos disciplinarios.
Estamos en tiempos decisivos, no hay espacio para el guabineo. Venezuela reclama coraje y dignidad.
Pablo Aure

sábado, 17 de marzo de 2018

Henri Falcón forma parte de la “simulación electoral”

Candidatura de Henri Falcón forma parte de la “simulación electoral”

Para el profesor universitario, Pablo Aure, la candidatura de Henri Falcón, constituye una “simulación electoral” a favor del Gobierno Nacional, ya que no cuenta con el respaldo de la “verdadera” oposición venezolana.
Señaló que ante un escenario político donde no hay salida por la vía de los votos.
Así como también se cuenta con un CNE viciado, cualquier aspirante “le hace un gran favor” a Nicolás Maduro y a todo lo que él representa.
“Creo que hay que ver la realidad de fondo que nos dice claramente que no hay salida electoral posible en este momento en Venezuela”, destacó.
Asimismo recalcó que hasta la propia empresa Smartmatic creadora del sistema, se fue del país porque no puede dar garantías de transparencia de ningún resultado”.

Henri Falcón no representa la verdadera oposición: 

Aure Comentó que es necesario que la oposición venezolana se replantee ante las reiteradas fallas cometidas en el pasado.

Por lo que a su juicio, no han contribuido a mejorar las condiciones de vida del pueblo.
“Considero que toda acción que tenga la genuina intención de recuperar la democracia en Venezuela, debe tener una conducción política inquebrantable y comprometida” agregó Aure.
De igual manera recordó que esas acciones, en su momento no fueron defendidas por la MUD, e incluso, hemos visto como las respuestas que se han debido dar, nunca llegan y si llegan, tardan semanas en pronunciarse”, destacó.
En relación a la conformación del Frente Amplio Nacional Venezuela Libre, Aure afirmó que no basta con aparentar incluir a amplios sectores de la sociedad si al final del día, las decisiones recaen en las mismas personas.

domingo, 11 de marzo de 2018

Desenlace no convencional


¡Hasta cuándo!
Desenlace no convencional
@pabloaure
Así como avanza el 2018, avanza la hiperinflación devorando todo lo que encuentra a su paso. Lo mismo ocurre con la mala calidad de los servicios públicos.
Todos sabemos que estamos muy mal, que la situación en Venezuela cada día es más invivible. Sin embargo, no se puede negar que se percibe una especie de modorra colectiva, de dejadez, de letargo, de escepticismo para enfrentar la crisis y tomar la ruta de la prosperidad.
Ante todo esto, dar una respuesta urgente se convierte en una gran necesidad pero sobretodo, en una inmensa responsabilidad. No es proponer por proponer, o hacer por hacer. Es organizar las acciones que realmente vayan destinadas a desalojar la dictadura. En los últimos días han surgido algunas ideas, desde la creación de frentes que pretenden erigirse como la única cara visible de la oposición, hasta planteamientos de grupos o individualidades sobre consultas para definir los pasos que se deben seguir para luchar contra la tiranía.
Ahora bien, sigo sin entender el empeño de los que han sido -o se han creído- durante bastante tiempo los acreedores exclusivos de la vocería opositora, en tratar de invisibilizar- o enmudecer- las caras, voces y acciones de personalidades que han sido aguerridas, coherentes y perseverantes lidiando contra este régimen. María Corina Machado, por ejemplo, es una de esas voces a las que me refiero. También puedo mencionar a la organización “Soy Venezuela” a la cual ella pertenece, que inclusive ha dado a conocer los pasos que deberían seguirse no solo para salir de la tiranía sino también para alcanzar “la tierra de gracia” en que se convertirá Venezuela luego de conquistar la libertad.
Estas pugnas en la oposición se ubican en el peor momento, pues todo indica que el desenlace no será convencional. Ya veremos la razón.
¿Falta de unidad o, complicidad con la dictadura?
Las rivalidades políticas, entre sectores que se supone persiguen los mismos objetivos, no deberían impedir que puedan marchar juntos hacia la misma meta.
Desgraciadamente aquí, en Venezuela, no pareciera que todos los sectores que dicen ser de la oposición tengan los mismos objetivos, porque seguros estamos que los métodos son diametralmente diferentes. El asunto en este momento es poder enganchar la propuesta más creíble o más convincente. Pienso que para poder aproximarnos a esa propuesta, lo primero que tenemos que hacer es compararlas con propuestas anteriores y preguntarnos si con esos métodos hemos logrado algo.
También debemos detenernos en analizar cuál ha sido el comportamiento del régimen frente a situaciones que lo han hecho tambalear y quiénes son los que de alguna manera le han dado oportunidad para que vuelva a tomar cierto respiro en la gobernabilidad.  Me explico. Sabemos que el régimen no goza de popularidad, pero al igual que todos los regímenes como el que azota a Venezuela, poco o nada le importa ser popular, puesto que se sostiene solo si se le garantiza la gobernabilidad. Y aquí es donde tenemos que reflexionar.
El comportamiento de una oposición frente a un régimen tiránico debe y necesariamente tiene que enfocarse en erosionar la gobernabilidad de Nicolás Maduro, quien está desesperado por la realización de eventos electorales, en los que, también sabemos siempre resultará favorecido, como sucede en todos aquellos países dominados por tiranos, donde también se realizan simulaciones electorales. ¿Cómo poder pensar que quienes se alzaron en armas y asesinaron para intentar llegar al poder (1992) porque no creían en las elecciones, ahora, que están mandando y desde allí han operado o se han vinculado con grandes organizaciones criminales,  lo van a entregar mediante el voto?
Hay que hablar con franqueza. De esto no saldremos con los llamados a elecciones, al contrario, concurrir a esas farsas electorales es oxigenar al régimen que está  jadeando.
Allí la primera pista del porqué la salida no será convencional.
¿Ruido de sable?
La poca gobernabilidad con la que cuenta, se la ha venido proporcionando en los últimos meses el sector militar, y en este momento, y de acuerdo a lo que leemos en las redes, una inmensa cantidad de militares está descontento con lo que pasa. Además ha quedado constancia de detenciones arbitrarias a diferentes miembros de las Fuerzas Armadas, argumentadas en una supuesta conspiración.
El domingo pasado (11 de marzo) en el editorial de El Nacional leímos: “Las Fuerzas Armadas se sienten no solo incómodas sino también prisioneras de un delirio marxista que, en la práctica, se ha convertido en un gran desprecio hacia las instituciones y, por ende, hacia las posibilidades de cambiar el rumbo del gobierno en el marco institucional. Vaya peligro, y vaya aventura la que promueve la negación de la realidad por parte de la cúpula que estrecha el poder en sus manos y encauza cualquier crítica hacia el rincón de las deslealtades”
Esta apreciación nos hace presumir que pudiéramos estar a las puertas de un desenlace, no convencional, y de ocurrir lo que presumimos, la oposición debe tener muy claro que tendrá que reencontrarse para constituir un eventual gobierno de transición.
Son posibilidades que están en el tablero nacional.
Si llegare a suceder ese acontecimiento, se iniciaría una dura etapa de reconstrucción y pacificación, durante la cual inevitablemente debe involucrarse la comunidad internacional; no solo por el asunto de la ayuda humanitaria (entrada de medicinas y de alimentos) sino para combatir los focos desestabilizadores que sin temor a equivocarme intentarán surgir estimulados por grupos armados del fundamentalismo terrorista que también le da sustento al régimen castro-madurista.
Por eso, hoy más que nunca urge tener una verdadera alternativa de poder, y es obvio que el principal trabajo de la falsa oposición es evitar que ésta se forme. Allí dejo la advertencia.
Pablo Aure                               

domingo, 4 de marzo de 2018

¿Elecciones o golpe?


¡Hasta cuándo!
¿Elecciones o golpe?
¡Ni lo uno ni lo otro!
@pabloaure
Elecciones no hay en Venezuela desde hace muchos años, lo que hemos visto son simulaciones electorales para aparentar una legitimidad de origen.
Si lo dudan, pregúntenle a Andrés Velásquez que a pesar de tener actas en mano que lo adjudicaban como gobernador del estado Bolívar, el CNE, comportándose como el Circo Nacional de la Estafa que es, falsificó de forma manual actas para impedir asumiera su cargo, y en ese sentido, mantener a las mafias de la explotación del oro intactas. No es un caso aislado. Pueden igualmente consultar lo ocurrido en el estado Zulia y la ‘repetición’ de las elecciones de gobernador porque Guanipa decidió no juramentarse ante la espuria ANC; o si lo prefieren, pueden revisar lo sucedido con los diputados del estado Amazonas que siguen “desproclamados”.
Entonces, debatirse entre elecciones o golpe de Estado es un falso dilema que genera muchísimas discusiones tanto aquí en el país como más allá de las fronteras.
Quienes piensan que si no hay elecciones la vía será un golpe de Estado, están pelados de extremo a extremo, simple y llanamente porque aquí ni habrá elecciones ni tampoco golpe de Estado. Me explico. Es absurdo pensar que esta tiranía salga mediante el voto. ¿Quién en su sano juicio puede imaginar que personas que asesinaron para intentar llegar al poder, por allá en el año 1992 -porque no creían en las elecciones- ahora que están en Miraflores y dominan todos los poderes van a aceptar entregarlo vía electoral?
Y en cuanto a pensar que la vía será el golpe de Estado. En este particular me permito aclarar que, esa figura solo cabría si aceptamos que en Venezuela estamos bajo un sistema de gobierno democrático en el cual existe plena independencia, autonomía y separación de poderes. Recordemos que el golpe solo es posible cuando se reconoce la legitimidad de un gobierno y la de sus instituciones, pues la doctrina nos señala que el golpe de Estado consiste en la ruptura del hilo constitucional. En consecuencia, aquí podrá pasar cualquier cosa menos un golpe de Estado. En todo caso, de producirse un alzamiento sería con intenciones de recomponer ese hilo constitucional ya roto desde hace tiempo, por quienes detentan el poder.
Posponer una farsa.-
La jugada dictatorial, primero de ordenarle a la fraudulenta asamblea nacional constituyente fijar las “elecciones” presidenciales para el 22 de abril y luego haberlas pospuesto para realizarlas el 20 de mayo y de manera conjunta con los parlamentos regionales y municipales, puede tener dos lecturas.
La primera: una especie de reacomodo e intentar estimular a la gente por el tema electoral, con el entendido que no solamente es que nadie cree en el CNE, sino que por los momentos, en el común de los ciudadanos no hay interés en votar, saben que mediante el sufragio jamás superaremos la crisis, ni aparecerá el efectivo, ni el transporte, ni las medicinas, no se generarán fuentes de empleos ni tampoco se surtirán las bodegas o abastos de alimentos.
La segunda lectura consistiría en que, el régimen a sabiendas de que está caído y presume que pudiera llegar el 22 de abril sin que se produzca el estallido social que está a la vuelta de la esquina y del que todo el mundo habla, decidió por recomendaciones de la sala situacional postergarlas para involucrar a otros actores en la defensa de su nefasto modelo político. Me sigo explicando, ahora entrarán en acción candidatos de los 335 Concejos Municipales y de 23 Consejos Legislativos.
El relato de lo absurdo.-
Sin duda en Venezuela hay muchas cosas absurdas, pero nada se compara con hablar de elecciones. Ese relato de ir masivamente a votar debió quedar enterrado el pasado 30 de julio cuando se consumó el fraude electoral más escandaloso de la historia contemporánea de nuestro país: La ANC. Fraude donde hasta la misma empresa proveedora del servicio electrónico de máquinas, denunció abultamiento de la cifra de sufragios por encima del millón de votos, cosa que sabemos se queda corta. Sin olvidar que hubo municipios donde eliminaron el 95% de los centros de votación, y como si eso fuese poco, en pleno poliedro de Caracas, habilitaron el sainete electoral más grande e inauditable de la propia historia chavista, al llenar de máquinas ese espacio y fomentar que el que quisiese podía ir a ‘votar’ sin ningún tipo de control. Esa foto quedará para la historia.
Hablar de elecciones es absurdo ya que la solución no será ni electoral ni mediante la figura del golpe de Estado, por las razones ya expuestas.
Aquí en Venezuela lo que sucederá, pero eso sí, cuando todos nos decidamos, es una sustitución de gobierno por vías democráticas y constitucionales aunque no sean  electorales o tradicionales. La protesta organizada y planificada será la vía, por lo tanto, es menester activarla. Reclamando no solo comida o medicinas, sino que se cumplan con los tratados internacionales, esto es, que la ayuda humanitaria provenga de los países aliados, que dicho sea de paso ya se encuentran en las fronteras.
Que conste, las condiciones están dadas para que los organismos internacionales actúen en Venezuela. La autodeterminación es de los pueblos y no de los tiranos. ¡En Venezuela hay hambre y el mundo lo sabe!
Tenemos derecho a tener un gobierno decente y responsable. Estamos claros que el régimen trata de confundir a los ciudadanos, pero tenemos que repetir mil veces que la injerencia humanitaria es un derecho de los pueblos oprimidos. También tenemos que estrujarle en la cara a los militares, que su misión es defender la soberanía y la de cumplir su juramento. Desgraciadamente hasta ahora son muy pocos los integrantes de la FAN que lo han hecho, y les ha costado la baja, la cárcel o el exilio. Eso ha ocurrido porque no ha habido cohesión en la FAN.
Hoy es oportuno reflexionar sobre ese tema, los civiles los necesitamos y los militares nos necesitan para reeinstitucionalizar a Venezuela. Otra cosa, los civiles y militares de talante democrático necesitamos la colaboración de fuerzas aliadas que están a la espera de nuestra iniciativa. Cuando de manera contundente demos esa señal, desde ese mismo momento comenzará la liberación del país. Manos a la obra, organización y decisión.
Pablo Aure