No pocas veces pensamos
que nadamos contra corriente. Quizás esa es la razón de tener ejercitados los
músculos que impulsan nuestras esperanzas por los cambios.
El mito de las mayorías
Lo más importante del 6D es que se derrumbó el mito de
la existencia de una supuesta mayoría oficialista. Se demostró que los votos no
son patrimonio exclusivo de persona o tendencia política determinada. ¡Cambian
y punto! Esto es necesario tenerlo presente porque la unidad a juro no es
soportable.
El 6D se votó de manera plebiscitaria. No fuimos a
escoger candidatos sino que acudimos a rechazar el despotismo. De tal manera
que, los que se sienten vencedores deben tener presente que los votos así como
vienen también se van.
Esto es una alerta para los que hoy están embriagados
por los resultados electorales. Los ciudadanos no dieron un cheque en blanco.
Entiendo que todas las miradas están puestas en los
asuntos económicos, pero los legisladores tendrán pendiente una tarea muy
importante y es la de recuperar el sistema electoral que garantice la
representación proporcional de las minorías. Recordemos: con ese mismo sistema
perverso que implementó el chavismo desde los quinos en la Constituyente, la
tarjeta de la MUD obtuvo la mayoría calificada el 6D. Los Parlamentos deben ser
el reflejo de la composición política del país.
Si yo fuera diputado.-
Me convertiría en constructor de puentes. En lugar de
estar diciendo las cabezas que cortaré -o freiré en aceite (Chávez dixit)- explicaría
muy bien que no iremos con ánimo de revancha sino con claras intenciones de
reconciliar al país, e insistir en la prédica de que cada Poder tiene que
asumir el rol que le corresponde. Hoy mismo le propondría a todos mis colegas
parlamentarios, procurar una reunión -sin complejos- con los demás poderes
públicos. Con el mismísimo Nicolás Maduro ¿Por qué no? Y del mismo modo con
todos los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Conversar también con
el alto mando militar y visitar todas las guarniciones del país (aunque me comentan
que eso desde hace algunas semanas lo están haciendo sigilosamente algunos) Pues
bien, utilizar los medios necesarios para hacer ver lo que está ocurriendo. Que es
menester buscar soluciones en conjunto para salir airosos de la crisis
económica que hoy padecemos y que de acuerdo a analistas serios, seguirá profundizándose
en los próximos meses. Que se entienda bien: quizá oficialmente no los reciban
pero la peor diligencia es la que no se hace.
El viejo truco de
asustar.-
No perdamos tiempo examinando lo que hoy dice Maduro.
Él tiene que seguir asustando para poner más caro el costo de la negociación.
Grita como aquel temeroso que silba en
la oscuridad para sentirse acompañado.
Cierto que el presidente puede vetar las Leyes pero
también la Constitución consagra la manera para hacer valer su facultad
legislativa. La solución está en el artículo 216, lo cual implicaría asumir la
misma conducta del PSUV durante todos estos años, es decir, excluirlos de la junta
directiva de la AN.
Fiera herida.-
Dentro del oficialismo saltarán al ruedo muchos
espontáneos con una pesada carga fundamentalista que complicarán el panorama, por
eso mi insistencia en tender puentes con TODOS los factores de poder. Sin
negociación la transición es peligrosa. Con la advertencia que cada día que
pase verán a los diputados recién electos más cerca del poder, ergo,
corresponsables de la situación.
A CAP lo “coronaron” en diciembre del 88 y en febrero
del 89 ocurrió lo que se conoció como “el caracazo”. ¡Manos a la obra para
evitar su reedición! .
@pabloaure
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