A eso de las 11:00 a.m (por aquello de que duerme como un bebé hasta las
10am) se sienta en su silla y pregunta: - ¡Mira tú! ¿Cómo es que se llama la
página de internet esa donde consigues todo? El joven oficial de casa Militar
lo mira (no sabe si hacerlo con benevolencia o con la decepción de tenerlo como
jefe) y le responde: -Se llama Google.com señor presidente. Aquel individuo
sentado en su silla de cuero aprieta los labios, así como lo hizo cuando leyó
el tweet en cadena nacional, miró al oficial y le dice: -Ajá. ¿¡Y tú te vas a
quedar ahí parado y no me vas a decir como escribo esa vaina!? Hazme el favor y
lo escribes aquí en la computadora. El joven con paciencia se acerca y le
escribe en el navegador la dirección web que buscaba. El individuo al verse en
el sitio web coloca, “Clasificados últimas noticias” y allí comienza el proceso
de registro y pago del clasificado. Al llegar al recuadro donde debe redactar
el anuncio, escribe: “Solicito a alguien que me saque urgente de Miraflores,
buena remuneración, sólo requiere un día de trabajo, interesados péguenme un
grito abajo del balcón del pueblo”.
Termina la redacción del clasificado, sale caminando hasta el salón
donde están reunidos varios de los que le acompañan a sol y a sombra y se
dirige a ellos –Bueno camaradas, no podemos achantarnos, consíguete ahí un poco
de locos y organiza una reunión, les hablamos fuerte, les decimos que vamos a
declararle la guerra a los sifrinos éstos y de ahí que salgan a hacer lo que
les dé la gana con el poco de armas que les dimos. –Pero, Presidente, si hacemos eso los militares pueden terminarse de
molestar y darnos palo cochinero. Le respondió así uno de sus fieles
seguidores. El individuo encolerizado le responde – ¿Acaso tú también me vas a
traicionar? ¡Anda y has lo que digo sin chistar!.
El individuo quedó allí en medio de la sala, el resto de los presentes
lo miraban, sabiendo que a quien tienen al frente lo controla el miedo. Para
evitar el momento se excusa para ir al baño, al entrar se lava el rostro, está
sudando, piensa que debe tener la tensión alta, se ve en el espejo y analiza
las opciones. No confía en nadie. Respira hondo y se dice a sí mismo: -Piensa,
¿Qué hago? Si tomo las medidas me tumban los míos, si no me caigo yo sólo, tengo a la oposición en la
nuca hablando de mejoras sociales y
economía, ¡ninguno quiere hablar de revolución ni política, ya dijeron que no
quieren destituirme! ¡ Le suena el teléfono, y responde -¿Qué pasó ahora? Su
interlocutor le responde –Te la voy a poner sencilla, nómbrame vicepresidente, lanzamos
la revuelta, te sales del paquete y te mueves tranquilo a la India, nosotros
mismos nos quedamos con el coroto. Piensa un momento y responde – ¡No te dije
ya temprano que sí!? Ya estoy alborotando a todos los locos estos, pero me
tienen que garantizar el avión de salida para mí y a mi familia. –Tranquilo-
prosiguió la persona al otro lado de la línea- que ya cuadramos todo. –Bueno,
que sea así entonces, avísenme en lo que esté todo listo. – ¡Ah!, una última
cosa, los gobernadores nuestros que estarán de acuerdo, pero antes que te vayas
tienes que tomar todas las medidas económicas, subir la gasolina, desmontar la
LOT, el control cambiario, y la ley de precios justos ¿No pensabas que nos ibas a dejar ese gallo
muerto a nosotros?
@dimitrybelov
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