¡Hasta cuándo!
Pactos y traiciones: sostén
de la dictadura
@pabloaure
Se fue el año y solo nos queda la lección de no dejarle a
otros lo que tenemos que hacer nosotros. Esperamos que nos resuelvan los
problemas sin involucrarnos en la solución. Eso jamás dará resultado.
El país lleva dieciocho (18) años de empobrecimiento. No solo
material sino que también en lo moral ha sido deteriorado. Quienes asaltaron el
poder no han actuado improvisadamente para lograr estos objetivos. Los
regímenes de talante dictatorial como el que tenemos aquí en Venezuela saben
que los pueblos desmoralizados y empobrecidos difícilmente se les enfrentan.
Caen en la resignación y prefieren comportarse mansamente para esperar su dosis
de alimentos. Dieciocho años esclavizando al país y hasta ahora han logrado su
objetivo.
Acabamos de pasar una Navidad totalmente atípica, nada que
ver con las anteriores. Cada día que pasa nuestra Venezuela se entristece más.
Los comunistas en el poder son unos verdaderos artífices en la destrucción de
la esperanza. Desgraciadamente siempre han encontrado aliados camuflados de
opositores para hacerle menos complicado alcanzar sus fines.
Venezuela triste.-
Cómo negar la tristeza que siente el venezolano de bien. Cómo
ocultar el crecimiento de la desesperanza nacional. Esos duros sentimientos
están a flor de piel, por lo tanto, es tarea de quienes de alguna manera
generamos opinión y tenemos contacto diario con los ciudadanos, revertir ese
estado anímico. Un pueblo triste, empobrecido, desmoralizado y desesperanzado,
es perfectamente dominado.
Hay que tener muy claro: el pueblo no es ni la MUD ni el
PSUV, el pueblo es mucho más grande que eso. La inmensa mayoría de venezolanos
aspira vivir con tranquilidad y tener la posibilidad de conquistar la
prosperidad, lo cual es un derecho natural de los ciudadanos. Nadie puede ser
condenado a la pobreza, la tristeza o a la desesperanza.
Salida política.-
Claro que la salida será política. Lo que no implica que dejen
de presentarse momentos de angustias y confrontación.
Nunca es tarde para comenzar a transitar el camino
libertario. Hasta ahora lo que hemos venido haciendo es caminar en círculos,
por lo tanto siempre llegamos al mismo punto de partida, con el agravante de
que cada vez nos debilitamos un poco más.
La salida política no quiere decir que será electoral. No
señor. Aquí, elecciones bajo estas condiciones es el peor engaño que se le
puede ofrecer a los ciudadanos desesperados, porque luego ocurre la decepción. Recuerde
con el reciente episodio del referéndum revocatorio. Pero es más, el régimen no
convalidaría un proceso electoral mientras el mismo no le garantice su
permanencia en el poder. Para evitar cualquier amenaza institucional y
electoral el régimen tiene al Tribunal Supremo de Justicia cuyas sentencias son
una voz de mando para la Fuerza Armada.
La salida electoral, o la reinstitucionalización del país vía
electoral, hay que construirla, no con consignas ingenuas, sino con acciones
corajudas que induzcan al resto de los ciudadanos a unirse en esa construcción.
Ninguna acción de esa índole se elabora en complicidad con los tiranos. Esa
salida nunca será producto de una mesa de diálogo donde las condiciones las
imponga el verdugo. Nada de eso, el diálogo hay que darlo luego de preparar el
escenario para la salida del tirano y de la tiranía. Esto es: debemos contar
con una verdadera fuerza de choque. O si quieren llamarlo mejor, cuando
tengamos un sector de la Fuerza Armada Nacional dispuesto a hacer cumplir la
Constitución y respetar los derechos ciudadanos. Por eso amigo lectores los
puentes son imprescindibles tenderlos con aquellos militares creyentes de la
democracia y que están cansados de ser vistos de manera generalizada como
hampones dizque revolucionarios. Mientras no estén dadas esas condiciones
estaremos hablando paja y vendiendo falsas esperanzas a esos ciudadanos
deseosos de libertad y prosperidad.
El régimen recula
cuando ve músculo.-
Nunca haremos retroceder al tirano mientras no se sienta
amenazado. Somos millones que no lo respaldamos pero no hemos sido capaces de
lograr hacer peligrar la estabilidad del dictador. Por razones elementales,
entre ellas por miedo a ser encarcelados y también a perder la vida. Esto
quiere decir que, desde ya, debemos definir la estrategia para superar ese
miedo, comenzando por generar una matriz de opinión donde se explique lo que en
realidad sucede. Basta de discursos timoratos, sean estos en la Asamblea
Nacional o pronunciados por personeros que mediáticamente se han apoderado de
la vocería opositora. El trabajo que debemos emprender desde ya, debe ser
totalmente distinto al de los últimos años. En asuntos políticos y libertarios
hay que asumir riesgos, por lo que desde esta tribuna le pido a ese “líder
opositor” que si no está dispuesto a asumirlos que se aparte o guarde silencio,
pues contra él también iremos. Basta de ese chantaje disfrazado de UNIDAD, que
lo que nos ha hecho es sumergir en la desesperanza, porque esa fulana unidad desgraciadamente
se ha construido para fortalecer al régimen y para garantizarle parcelitas de
poder a quien la promueve desde la oposición. De la Unidad que debemos hablar
es para cambiar al tirano y también la tiranía. No para quitar a alguien y
colocar a otro que al cabo de cierto tiempo cometerá los mismos desafueros.
Nada de eso. Hay que trabajar sin pensar en el sustituto sino en la sustitución
del régimen y de ese modo lograr construir uno distinto con plenas libertades
democráticas donde no nos impongan al candidato por quién votar sino que
podamos escoger libremente entre cualquiera de múltiples opciones. Desgraciadamente
se ha venido imponiendo una gran farsa dirigida por algunos voceros mediáticos de
esa minúscula parte opositora representada en la MUD. Contra eso también
debemos batallar.
Primarias: ¿para qué?
Conmigo, que la MUD no cuente para unas eventuales elecciones
primarias, porque estaré trabajando junto a los ciudadanos comprometidos en la
construcción de ese país que todos nos merecemos. Por una Venezuela cuyos
líderes no se presten a los pactos traidores, que es lo que lamentablemente ha
ocurrido en los últimos años.
Pablo Aure
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