Quien
busca encuentra/ Dimitry Belov
Si, definitivamente hay que
verlo así: este régimen es exitoso. Es en serio, no es un mal chiste. Pero
exitoso en dañar la calidad de vida de la gente, en progresivamente quitarnos
libertades básicas para volvernos esclavos,
en irrespetar el derecho a la vida del ciudadano común, en promover la
pérdida de valores y los grupos delincuentes. Sí, este régimen es
eficientemente exitoso para unos pocos, fallido e inservible para las mayorías,
pero como el régimen no va a cambiar, tenemos el deber de hacer que esta nueva
versión del cuento de terror criollo dure el menor tiempo posible.
Durante años, quienes jugaron a
secuestrar la libertad de sur américa, han hecho de Venezuela su pilar en el
avance de esa estrategia. La ecuación es sencilla, PDVSA financiaba el
desarrollo del plan, FANB defendían y el pueblo legitimaba. Esas tres columnas
sostuvieron por años el proyecto de los hermanos perversos desde allá en Cuba.
Quien no crea que esto es una franquicia exportable, a toda la América Latina,
le pido que observe la instauración de la ley de precios justos en Argentina,
el deterioro de la libertad de expresión en Ecuador y el reciente caso de
deportaciones criminales desde Colombia hacia nuestra dictadura endógena.
Pero, resulta que los pilares
hoy en día ya no sostienen al proyecto como antes. PDVSA totalmente
comprometida financiera y operativamente. Unas FANB aburguesadas, donde un
grupo del generalato es tildado de narco traficantes, contrabandistas,
extorsionadores y corruptos. Y por último los más nobles, la masa ciudadana, a
los que a unos les encanta llamar pueblo porque sienten que así los reducen y
tienen control sobre ellos. Esos que hoy están parados esperando en una cola
por alimentos, zanqueando de farmacia en farmacia para ver si consiguen el
medicamento que le prescribieron en un récipe, los que están esperando fuera de
la morgue para recoger un familiar, quienes están preocupados haciendo cálculos
porque la quincena no les alcanza ni para 8 días y quienes ahorita están sin
luz o agua.
A estos últimos es a quienes el
régimen está provocando, siguen jugando al caos controlado para atornillarse en
el poder, programan desde lo más oscuro de sus salas situacionales nuevas
explosiones sociales para perpetuarse en el tiempo y seguir sacando del camino
a quienes tengan la capacidad de sustituirlos. Pero el termómetro social indica
en la calle algo más, algo peligroso e incalculable. El cansancio ante el
modelo opresor es gigante. Al abrir el aliviadero pueden encontrarse un
aluvión, porque esos que hablan de descontento social, se darán cuenta que lo
que hay en la calle es “arrechera“, de esa que nombraron el año pasado y luego pidieron
que la bailaran.
Definitivamente el que busca
encuentra, pero esta vez van a encontrar algo mucho peor de lo que andaban
buscando…
@DimitryBelov
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