¡Hasta cuándo! @RGarciaMarvez

Pórtico

¡Hasta cuándo!

 Rafael García Marvez
rafaelgarciamarvez@hotmail.com
@ RGarciaMarvez

Aunque poco original el título del artículo de hoy porque la lectura de esta  columna que consuetudinariamente se publica todos los lunes  con este nombre en este mismo diario, ayuda ya que cualquier lector medianamente sagaz sabe de antemano que algo tiene que ver con el amigo columnista Pablo Aure. 

No otra cosa podía hacer en esta ocasión que manifestarle nuestro total apoyo y coincidencia con lo que ha sido su lucha perseverante y firme por la democracia, por la libertad de expresión, como buen articulista que tantas páginas ha escrito sobre estos temas soportes ineludibles de las democracias. 

Sin pretender hacer una apología de su persona por innecesaria, es el caso que la indigna persecución de un gobierno tambaleante, asfixiado  por las protestas de los estudiantes en la calle, teme, quizás con razón, que su prestigio como luchador social, de profesor de varias décadas y que su estrecho contacto con la masa estudiantil, le haga más enredada la situación al Gobierno nacional. 

El errático presidente Maduro desconoce que estas faenas en vez de amedrentar dan más fuerza a la ciudadanía, como decía a las afueras de la casa de Aure el ex rector de la UC Ricardo Maldonado. “Nosotros sabemos cambiar las aulas de clases por las calles. No queremos perder nuestra libertad y no lo vamos hacer”. 

De manera que una vez más nuestra Universidad, la Universidad de Carabobo está siendo asediada como si se tratase de un bastión medieval que debe ser conquistado. 

Pareciese que no se le perdona al Secretario de la UC su pública  posición política, al enfrentar, con las únicas armas de que dispone -sus artículos y sus opiniones- a un gobierno intolerante y extremadamente tirano en su proceder, puesto que resulta desmesurado, a pesar de ser  público y notorio el enfrentamiento entre el profesor Aure y el gobernador Ameliach, convertido en verdugo de los carabobeños, que se le acuse, sin ninguna prueba de tan graves actos. 

Otra vez se evidencia que no comulgar con las ideas retrógradas del Gobierno y hacer de ello una cruzada conlleva persecuciones, estigmatizaciones y amenazas contra  la vida, muchas de las cuales se hacen efectivas. 

Finalmente, estoy seguro de que mis compañeros columnistas de Carabobo se unen sin reservas y sin temor a las miles de voces que de manera seria y responsable presentan su más firme rechazo ante tan injusta y arbitraria medida, es todo.