Estimado amigo: Mi palabra de solidaridad ante la despiadada, arbitraria y traicionera acción de la que quieren hacerte blanco, al pretender endilgarte actos muy distantes a tu conducta ciudadana y de dirigente, la cual asumo como propia, de rechazar la violencia venga de donde venga. Ante la injusta y artera persecución con la que busca silenciarte el gobierno actual, un tropel de cuya catastrófica ejecutoria es hoy en día testigo y doliente toda nuestra población, y cuyo rasgo más sobresaliente es el quiebre: de la hacienda pública, de la moral de sus jueces, de la pulcritud en el manejo de los fondos públicos, de la justicia, de la honestidad del funcionario público, de la vergüenza, de la sensatez, de la salud pública, de la dignidad y virtud de nuestras fuerzas armadas y de la misma ideología de Simón Bolívar a quien dicen adorar en demasía, haciéndole creer a la masa que los sigue que el poder les pertenece y que son el motivo de sus desvelos al luchar por una igualdad que todos sabemos utiliza un rasero preñado de inexactitud. Actitud que no dudo en calificar como tartufada de mentes totalitarias. Menos mal que estás en el lado correcto de la historia y como afirmaba El Libertador: “Los hombres de luces y honrados son los que debieran fijar la opinión pública”. Es al Padre de la Patria, a quien, con insolencia me atrevo a parafrasear: será la fuerza moral de nuestro pueblo, en búsqueda de una Patria mejor, la que incline a su favor la balanza de su destino político y social, si permitimos que las tropelías de este gobierno tartufo y de violencia desbocada continúe con sus desafueros, perecerán todas las libertades, todos los derechos. En nuestras mentes y espíritu estará siempre presente este pensamiento; "Es un principio recibido en la política, que tan tirano es el gobierno democrático absoluto como un déspota; así, solo un gobierno temperado puede ser libre". Simón Bolívar.
Valencia 4 de marzo de 2014.
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