El Carabobeño
¡Hasta Cuándo!
Valencia cambiará
Pablo Aure@pabloaure
Nos hemos caracterizado por ser objetivos y hablar con datos
precisos. Los lectores no solamente se lo merecen, sino que el deber nos
lo impone.
Pues bien, calmada un poco más la situación política electoral que
vivimos el domingo en Valencia y en el resto del país, es oportuno
analizar muchos aspectos de lo acontecido. El primero que hay que
destacar es que por primera vez en muchos años se sintió la orfandad del
partido de gobierno. ¡No es lo mismo con guitarra que con bandola! El
fallecido presidente solo dejó el legado del odio y el rencor entre sus
seguidores, pero no el de la unidad y el entendimiento.
Ellos no tienen voz de mando. Hay fuertes divisiones y ambiciones
egoístas. Dicen que no hay peor cuña que la del mismo palo. En esta
jornada electoral hicieron su efecto las rencillas internas. En Carabobo
se quedaron con los crespos hechos. El municipio Valencia, que era la
joya de la corona, los piratas no pudieron arrebatarla. Y miren que se
lo propusieron. Por más que se empeñaron en cambiar a última hora los
resultados, no lo lograron. Los números fueron muy superiores a los
publicados en el primer boletín del CNE.
Violando la normativa electoral que imponía cerrar los centros de
votación a las 6 pm, y no reabrirlos después de cerrados, delictualmente
dejaron algunos centros abiertos sin cola, y peor aún, sin dejar pasar a
los testigos. Todo con el firme propósito de perpetrar la sempiterna
trampa, cuestión que les resultó difícil porque ya con las actas que
teníamos en mano ni que adjudicaran todos los votos a favor del
oficialismo podían superar la ventaja de más de 15 puntos que llevaba
Miguel Cocchiola. La única manera de lograrlo era dando un golpe de
Estado, y creo que lo pensaron, pero Maduro no lo permitió. No por ser
demócrata, sino para no darle mayor fuerza a Diosdado Cabello a través
del gobernador Francisco Ameliach, que como todos sabemos, el candidato
oficialista a la alcaldía era de su extrema confianza.
Hermandad a toda prueba
Reconocimiento especial debemos hacerle a Enzo Scarano que no solo
organizó la logística necesaria para ganar y cobrar en Valencia sino que
acompañó a Cocchiola en los momentos más angustiantes de la campaña,
mientras otros preparaban escenarios sin Cocchiola como candidato, Enzo
se comportó además de como un hermano también como un líder regional de
palabra, poniendo freno a los que lanzaron los anzuelos para pescar en
rio revuelto. Desde luego, no era descabellado pensar que a Cocchiola lo
meterían preso, lo hicieron con Parra, nada de raro hubiese tenido
hacerlo con un opositor.
Las amenazas eran inclementes, contra Cocchiola y contra “el
golpista” Enzo Scarano (Diosdado Cabello dixit) el alto gobierno era el
acusador, y en un país que no se respeta la Constitución ni los más
mínimos derechos ciudadanos, algunos esperaban un desaguisado
dictatorial contra el actual alcalde proclamado. Pero ya vimos,
Cocchiola fue valiente: regresó, no arrugó, ganó y cobró; ahora que Dios
lo ilumine como timonel para conducir un barco que navegará por aguas
turbulentas.
Fomentando la unidad
No tengo ninguna duda que Valencia cambiará. Miguel Cocchiola es un
hombre conciliador y de bien. No abriga rencores ni anda con un
talonario de factura en el bolsillo para cobrar la retahíla de insultos e
infamias que contra él se profirieron para intentar amedrentarlo y
ponerlo al escarnio público. Pudo más el valor de la verdad y la
tenacidad de Cocchiola que esas mentiras emitidas hasta en cadena
nacional desde el alto gobierno. El alcalde electo, como todo triunfador
en la vida, sabe pasar páginas. Si no, pregúntenselo a los Salas, que
una vez impidieron su triunfo -hace cinco años- pero hoy se encuentran
unidos.
No hay otra vía para transformar a Valencia y al país sino la de la
reconciliación. Entender que las elecciones solo son un día, y que luego
lo que tenemos es que trabajar con nuestros gobernantes. Hay que
apartar el lenguaje del odio. Eso hizo posible que por Cocchiola
votaran muchos chavistas. Créanlo, también se cansaron de las peleas.
Triunfos y derrotas
Los triunfos tienen muchos padres pero las derrotas son huérfanas,
nadie las asume. En Valencia el único y verdadero ganador es el pueblo
valenciano que comprendió no solo el discurso del alcalde electo, sino
que también apostó por una ciudad más vivible. Por primera vez me
referiré a Miguel Flores, no lo llamaré perdedor, solo recordarle lo que
hemos aprendido de las contiendas, ¡gloria al vencedor y honor al
vencido! Comencemos por respetarnos los unos a los otros y verán como
marcharán mejor las cosas. Francisco Ameliach es el gobernador y Miguel
Cocchiola es el alcalde. Ambos tienen que entenderse para el bien de
Carabobo y de Valencia. Vendrán otras oportunidades de enfrentamiento
político, pero jamás hay que llevarlo al plano personal, como lo
hicieron con Cocchiola. Como ciudadano, como un simple elector
valenciano les pido cesen las persecuciones y se pongan a trabajar por
el bien de la gente y el progreso del estado. Esa es la democracia.
Trabajar en beneficio del pueblo, no a favor de una ideología.
Descalabro en la cámara municipal
Es menester reflexionar sobre lo que sucedió con los concejales de
Valencia. A pesar de la abrumadora ventaja del alcalde elegido por la
opción de la MUD sobre el candidato oficialista, ese mismo resultado no
lo observamos en las concejalías, pues de 13 concejales que conforman la
Cámara municipal de Valencia, solo 4 de los electos son afectos a
Miguel Cocchiola, aunque los 4 militen en partidos diferentes (Primero
justicia, Proyecto Venezuela, Acción Democrática y Cuentas Claras todos
de la MUD). El resto, o sea, son 9 adversarios, es decir, responderán a
lineamientos del PSUV.
Ustedes con razón se preguntarán: cómo puede ser eso posible. Dos
razones principales: la primera, el ventajismo oficialista en la
división de los circuitos, dando mayor oportunidad y estableciendo un
mayor número de concejales donde históricamente el comportamiento ha
favorecido a los rojos; y también les resulta hacer mejor la trampa
desalojando a los testigos nuestros. La otra razón, lamentable, que
impidió tener más concejales aliados, fue la promoción del Partido
Ecológico, que aunque reconozco su valía, desgraciadamente eso favoreció
al PSUV. No ganaron ningún concejal, pero si nos quitaron los votos
necesarios, por ejemplo, para que salieran electos: el joven luchador
Carlos Graffe y el competente abogado y profesor universitario Jesús
Enrique Ganem Arenas, que junto a los proclamados de la MUD, revestirían
de talento al Concejo Municipal de Valencia. Probablemente afectó las
merecidas aspiraciones de otros buenos candidatos de la MUD. Esto lo digo solo para pensar en el futuro, y no volver a cometer ese tipo de
errores que en las chiquiticas pesan demasiado.
A los que me han preguntado cuándo se instala el nuevo Concejo
Municipal, les respondo que la Ley establece que inmediatamente luego de
que los concejales tengan la acreditación. Esperemos que el PSUV lo
entienda y haga quórum para la instalación lo más pronto posible. En
cuanto a los alcaldes, estos deben juramentarse ante la cámara en la
primera sesión del mes siguiente a la elección. En caso que no pueda
hacerlo ante la cámara municipal podrá tomar juramento ante un juez.
Unidos de verdad
No puedo terminar esta nota, sin dejar de mencionar la contundente
victoria de Enzo Scarano. Una vez más demostró su indiscutible liderazgo
no solo en San Diego, sino en todo el estado Carabobo. Sabemos que la
política es cambiante y cualquier acontecimiento puede alterar las
cosas, pero les confieso que Enzo, a pesar de su carácter totalmente
distinto al de Miguel Cocchiola, hoy luce consolidado como líder de la
oposición en Carabobo. Con la alcaldía de Valencia ahora de aliada será
mejor el trabajo que puede mostrar y realizar en beneficio de los
carabobeños. Lo mismo con Alejandro Feo La Cruz en Naguanagua, Papito
Rodríguez Nuñez en Bejuma y Tulio en Montalbán. Mi llamado es a
consolidar el trabajo hacia una misma causa. Recuperar a Carabobo como
lo hicimos con Valencia es tarea de todos, y eso lo lograremos
trabajando unidos. Pero unidos de verdad.
Vergüenza castrense
Ayer, luego de finalizado el acto de proclamación de Miguel Cocchiola
y al salir del recinto, el alcalde intentó acercarse para saludar a
efectivos militares que “custodiaban” o estaban apostados a las afueras
de la Junta Electoral Municipal, con vergüenza observé como los
uniformados prácticamente salieron corriendo dándole la espalda a la
primera autoridad civil del Municipio. Cocchiola demostró humildad
mientras que los militares delataron su cobardía. ¡Vaya paradoja! ¿A
quién o a qué le temen que fueron incapaces de actuar civilizadamente y
con cordialidad hacia alguien que el pueblo lo eligió como su alcalde?
Cocchiola quedó frente a los asistentes como una persona decente, una
vez más los militares quedaron como unos patanes. Triste realidad donde
la semilla del odio y de la incomprensión ha penetrado a los militares.
Mi esperanza es que todavía existan dentro de la FAN personas sensatas.
Eso espero.
@pabloaure
Esta vez completamente comparto sus palabras Prof., en general existe un buen grado de identificación con sus reflexiones, en consecuencia me siento solidario con sus puntos de vista: objetivos, críticos y pedagógicos para la clase política y aspirantes a serlo, que en la praxis hacen mucha falta en Venezuela.En referencia con la nueva gestión municipal regional, para el restablecimiento del optimismo y la tranquilidad de los valencianos, es menester promover una conducta conciliadora entre la gerencia administrativa y la gerencia política interna y de la contra parte, la cual conviene sea acompañada de una gestión municipal transparente y con amplitud de criterio. Aprovecho para que Ud. prevalido de su condición de Autoridad Universitaria, pueda inculcarle a la nueva gerencia municipal, el concepto de la eficiencia y eficacia social, no como un slogan sino como acción del gobierno municipal administrando recursos ajenos que pertenecen a los ciudadanos y para procurar el bienestar de los ciudadanos mismos. La eficiencia en la gestión de los procesos administrativos es clave para que la acción sea efectiva y llegue a donde tiene que llegar. Para ello, el denominador común debería ser la transparencia, abierta a los ojos y monitoreo del usuario, para lograrlo que se apoyen de modo masivo en los sistemas informáticos y la comunicación digital para minimizar la discreción del funcionario No ético, que son la fuente-madre de la corrupción que se observa en cuanto a cualquier tramite naturaleza requieren los ciudadanos. La Universidad puede ayudar en mucho.
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