Con paros universitarios pierde la academia

Con los paros pierde la Academia, pierden los estudiantes y pierde la investigación.

Lamento que mi gremio -el de los profesores-  siga insistiendo en apelar a esa herramienta como método de lucha.

Tienen que ponderar que los estudiantes corren peligro de perder sus semestres de continuar los paros. Si el gobierno no oye los planteamientos gremiales por esa vía, quedamos absolutamente inermes.

Hay que entender que estamos frente a un gobierno militarista, de talante antidemocrático, en que los asuntos de la sociedad civil tienen poca importancia. Sienten desprecio por la educación y por las universidades autónomas. Está más que demostrado que no se sensibilizan con paros. Mientras más paralizada estén las universidades, se sentirán mejor. Habrá menos discusión, menos críticas, menos oportunidades para denunciar y delatar las políticas gubernamentales equivocadas.

Digo que ya basta de seguir utilizando a los estudiantes como carne de cañón. Paralizar una Universidad no  es igual que paralizar una empresa cualquiera. Cuando se para una Universidad, se para la formación intelectual, y lógicamente se atrasa el país. La paralización de las actividades universitarias afecta también a la economía familiar del alumno en formación, que ven truncada su pronta graduación o especialización.

Es tiempo de reflexionar y reconducir el asunto de la protesta hacia técnicas más eficaces, que no afecten el rendimiento académico y las ilusiones de los estudiantes.