Venezuela en la cumbre...del atraso

El Carabobeño 16/04/2012

¡Hasta cuándo!

(Foto Angel Chacón)

 PABLO AURE

Aunque el tema principal de hoy se lo quería dedicar a la VI Cumbre de las Américas, no puedo comenzar a desarrollarlo sin antes referirme a la burla del Consejo Nacional Electoral con los nuevos electores que en los últimos días han hecho largas colas para inscribirse en el RE o actualizar sus datos. En Carabobo, la situación no ha sido distinta al resto del país: “misión Morrocoy” en todos los centros. Algunos dicen que eso es culpa de nosotros mismos que dejamos para el final lo que debería haberse hecho con suficiente tiempo de antelación. Pues amigos, no se hagan eco de esa apreciación. No han existido facilidades para la inscripción. Los nuevos electores y las agrupaciones que colaboran con la oposición en el proceso de inscripción, como “Generación 7 de Octubre” y “Voto Joven” en todo momento estuvieron a la caza de los puntos de registro para llevar a los nuevos votantes. Ayer, alguien me decía que hubo bastante tiempo para inscribirse y que esa situación ocurrió porque dejamos las cosas para última hora; yo le contesté: tiempo hubo, pero lo que no hubo fue máquinas ni disposición del CNE para colaborar. Ha sido tal el desparpajo con que ha obrado el ente comicial, que el sábado se encontraba una máquina habilitada en la casa del partido PSUV en un barrio de Valencia y, sin embargo, a las universidades se las negaron.

Si el CNE hubiese tenido interés en cumplir con su misión constitucional, hubiese colocado más máquinas, así como las coloca el Seniat cuando hace operativos de recaudación. De todo este comportamiento del máximo organismo electoral sólo se puede colegir una cosa: que tienen miedo a la participación de la juventud porque sabe cómo piensa.

Desubicados en la Cumbre

Al ver la instalación de la VI Cumbre de las Américas y oír los diferentes discursos de los mandatarios que asistieron, sentí una especie de nostalgia con un dejo de vergüenza viendo lo desubicado que está nuestro país en el contexto de las naciones del continente. Sinceramente creo que lo mejor que nos pudo haber pasado -digo para no exponernos más palmariamente-, fue el hecho de que Chávez no asistiera. Vale decir, que la enfermedad del Presidente comandante nos salvó de otro bochorno. Porque a decir verdad, no tenía nada que plantear un país con la más alta inflación del continente y donde desde la jefatura del poder lo que se hace es perseguir y estrangular a la inversión privada. Y ya está demasiado trillado y obsoleto el discurso del golpe frustrado de la burguesía. Ya Chávez no goza de la simpatía folclórica que hace algún tiempo tenía y está a la vista del mundo el estruendoso fracaso del llamado socialismo del siglo XXI engullido por una corrupción nunca vista. Antes lo veían como un ave rara que despertaba curiosidad. Se habla de futuro y de planes para el crecimiento económico sostenido, teniendo como plataforma un nítido entendimiento entre el Estado y la empresa privada. En fin, la VI Cumbre de las Américas fue para nosotros una estocada como país que ahora se le equipara a Cuba en el atraso. Reconozco que la Cumbre nos golpeó la autoestima.

Sentí envidia al ver cómo los distintos presidentes hablaban de resultados y se enorgullecían de la participación del sector privado en la generación de riqueza para la gente; de la manera como han crecido sus economías y han abatido la inflación. Les pregunto: ¿en esa materia qué carrizo podía decir Hugo Chávez? Un hombre que lleva 14 años justamente dividiendo a los venezolanos y destruyendo la moral de los emprendedores para hacernos más pobres y así perpetuarse en el poder.

Me imagino que la bandera que habría enarbolado era la de la inclusión de Cuba y el levantamiento del embargo. Pregunto: ¿En razón de qué podía haber estado Raúl Castro en la Cumbre si él no representa a una nación? ¿Quién lo eligió a él? Desde luego, sostengo que cuando Santos y los otros presidentes abogan porque Cuba deba estar en la próxima Cumbre es porque dan por descontado que para entonces habrá fenecido la cruenta dictadura castrista y restablecida la democracia plural en la isla.

Nada de consenso

En Cartagena de Indias se dieron cita 34 países para celebrar la VI Cumbre de las Américas. Al principio se perfilaron tres puntos que concentraban la vista de todo el mundo y parecían ser medulares: la despenalización de las drogas, la inclusión de Cuba y el levantamiento del embargo, y la situación de las Malvinas. Pero no hubo una declaración final por falta de consenso. Los asistentes no suscribieron un documento único. Me permito afirmar que los que aprovecharon eficientemente la Cumbre fueron los cientos de grandes empresarios que se encontraron para hacer negocios. De alguna manera ello es beneficioso para las economías de sus países.

Al finalizar la Cumbre el presidente Juan Manuel Santos informó que la VII Cumbre se realizará en Panamá dentro de tres años. La mayoría abogó para que en esa próxima ocasión Cuba asista. Y tal como van las cosas, no hay ninguna razón para que no esté presente, pues seguramente dentro de tres años los cubanos tendrán las libertades que hoy no tienen.

Por otra parte, y aunque no se decidió absolutamente nada en relación con las Malvinas, la presidenta Cristina Fernández se fue muy complacida por la reunión según noticias.

En cuanto a la despenalización de las drogas pienso que se ha dado un gran paso: al menos ya está en la mesa de discusión. Es espinoso el asunto pero hay que abordarlo. Creo que hasta ahora los narcotraficantes están ganando la batalla. Me imagino que ellos son los principales enemigos para la despenalización porque el negocio se les terminaría. Pero el problema no es solamente económico ni geopolítico. Debemos abordarlo en todos sus aspectos, siendo quizás el más importante analizarlo desde la perspectiva de la salud pública. ¿Qué ocurriría en caso de despenalizarlas? ¿Cómo son las estadísticas en aquellos países menos represivos? En definitiva, es un asunto que no sólo debe ser tratado por los gobernantes de turno sino que debe llevarse a las universidades, donde el asunto se ha debatido concienzudamente.

El buen negocio de la educación

Cada vez deberíamos estar más convencidos de que el primordial camino para alcanzar el progreso es la educación. Shakira brilló en la VI Cumbre no sólo por sus dotes de cantante, sino por el mensaje que dio a los empresarios. Hizo un llamado a mirar con urgencia la inversión social. Dijo que la mejor forma de combatir la pobreza es invirtiendo en la educación y a hacerlo desde los meses previos al nacimiento. ¿Quién puede estar en contra de esta posición? Nadie, sólo alguien que no quiera que su país salga del atolladero para someterlo más fácilmente. Por ejemplo, aquí se invierte mucho más en gastos militares y en dádivas a otros países que en escuelas, liceos y universidades. ¿Cómo saldremos de abajo con un gobierno que tiene esa visión?

Educar a los jóvenes es la mejor inversión que se puede realizar porque ofrece un retorno inmediato. Está demostrado que por cada dólar invertido en la educación temprana de los niños, ese mismo niño le devuelve al Estado 17 dólares en su edad adulta, como lúcidamente explanó Shakira citando un estudio técnico.

Comando antigolpes

No sé si es producto de su enfermedad o simples incoherencias presidenciales: a Chávez el 13 de abril se le ocurrió proponer la creación de un comando “antigolpes” para conjurar cualquier intento de derrocarlo por vías no democráticas. ¡Vaya desfachatez!

Un hombre que se dio a conocer precisamente por su incursión golpista y que cientos de veces ha confesado que tuvo toda una vida conspirando para derrocar a gobiernos constitucionales, carece de moral para hablar del asunto. Sólo que cada ladrón juzga por su condición.

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