martes, 26 de agosto de 2025

Respuesta al Comunicado UC/ Secretismo de la data inscritos Cursos Introductorios

La opacidad en la Universidad de Carabobo, una afrenta a la transparencia y la gratuidad
educativa

La situación que atraviesa la Universidad de Carabobo (UC) respecto al manejo de los datos de los inscritos en el curso introductorio de admisión refleja un preocupante oscurantismo que compromete los principios de transparencia, legalidad y equidad que deben regir a una institución pública de educación superior. 

La Secretaría de la UC, como ente rector de los procesos de admisión, tiene la responsabilidad legal y estatutaria de resguardar y gestionar toda la información relacionada con los aspirantes en todas sus etapas, desde su pretensión a ingresar hasta su ingreso definitivo inclusive hasta después de la culminación de sus estudios (no en vano resguardamos los archivos de miles de bachilleres y profesionales ( es la que expide las certificaciones). Sin embargo, la decisión propuesta por el decano de Ciencias Jurídicas y Políticas y avalada por acuerdos informales en plataformas como WhatsApp, de reservarse los datos de los inscritos bajo el argumento de proteger la identidad de menores de edad, según la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA), es una excusa insostenible que no resiste el menor análisis. Esta práctica, respaldada por comunicados firmados por la rectora, no solo constituye una burla a la inteligencia de la comunidad universitaria y del público en general, sino que también vulnera el principio de transparencia que debe caracterizar los procesos de admisión en una universidad pública. La Secretaría, como garante de los archivos institucionales, está plenamente autorizada para manejar esta información. Negar el acceso a los datos de los inscritos no solo contraviene los procedimientos establecidos, sino que también levanta sospechas sobre las verdaderas intenciones detrás de este secretismo. ¿Qué se busca ocultar? La respuesta parece clara: no se trata de proteger nombres, sino de encubrir el número exacto de aspirantes y, por ende, las cuantiosas sumas de dinero recaudadas, en muchos casos en divisas y en efectivo, por el cobro de inscripciones que oscilan entre 80 y 100 dólares por aspirante. Estas cifras, multiplicadas por miles de inscritos, generan ingresos significativos que, lejos de destinarse a mejoras sustanciales en la infraestructura o condiciones laborales, son justificadas con argumentos tan débiles como la reparación de grifos, pintura de alguna pared o la limpieza de baños. Con el ingreso de apenas tres aspirantes, los montos recaudados serían suficientes para cubrir tales gastos, lo que pone en evidencia la falta de claridad en el uso de estos recursos. Esta opacidad no solo es éticamente cuestionable, sino que también contraviene el mandato constitucional de gratuidad de la educación pública, consagrado en el Artículo 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como en múltiples sentencias del Tribunal Supremo de Justicia y resoluciones del  Consejo Nacional de Universidades (CNU). El cobro de aranceles por cursos introductorios, que en algunos casos alcanzan los 100 dólares, representa una barrera económica que excluye a numerosos bachilleres de escasos recursos, quienes ven frustrado su derecho a acceder a la educación superior. Es imperativo cuestionar la legitimidad de esta modalidad de ingreso, que privilegia el poder adquisitivo sobre el mérito académico. Los cursos introductorios, lejos de ser una vía equitativa, se han convertido en un mecanismo excluyente que contradice el espíritu de una universidad pública. La admisión debería basarse en los méritos acumulados durante el bachillerato, reflejando el esfuerzo sostenido de los estudiantes a lo largo de cinco años, y no en la capacidad de costear un curso de algunas semanas (y muchas veces por internet) con precios exorbitantes. Esta práctica no solo es inconstitucional, sino que perpetúa la desigualdad y desvirtúa el propósito de la UC como institución sin fines de lucro y al servicio de la sociedad. A esta grave situación se suma el olvido deliberado hacia los trabajadores de la universidad, quienes enfrentan condiciones de precariedad extrema. Mientras algunas autoridades recaudan sumas considerables por actividades propias de la institución, los empleados, tanto obreros como administrativos y docentes, carecen de remuneraciones dignas, en un contexto donde los salarios no superan los 10 dólares mensuales. Esta indolencia es inaceptable y refleja una gestión que prioriza intereses particulares sobre el bienestar de la comunidad universitaria. Ningún comunicado oficial ni maniobras en el Consejo Universitario podrán ocultar esta realidad. La lucha por una Universidad de Carabobo transparente, inclusiva y comprometida con la excelencia académica y el bienestar de sus trabajadores debe ser inquebrantable. Es hora de abolir prácticas que violan el derecho a la educación gratuita, de garantizar la transparencia en la gestión de los recursos y de colocar a los trabajadores y la calidad académica como verdaderos pilares de la institución. La comunidad universitaria y la sociedad en general merecen una UC que honre su legado y su compromiso con la formación de las futuras generaciones.


Con compromiso universitario._

Prof. Pablo Aure

Secretario UC

jueves, 21 de agosto de 2025

Aspirantes a ingresar a la UC "Cursos introductorios"

https://forms.gle/iqMCBzDMumvUbHBb6 

https://youtube.com/shorts/UEFDfTTeCOE?si=5e8oCnltsIALgEac


🚨 Información importante a todos los aspirantes a ingresar a la Universidad de Carabobo bajo las modalidades de Cursos Introductorios y Méritos Académicos B: es fundamental que completen y sigan cuidadosamente el instructivo oficial elaborado por la Secretaría de la UC, ente rector de los procesos de admisión. 

Asegúrense de llenar correctamente cada uno de los datos solicitados👇


https://forms.gle/iqMCBzDMumvUbHBb6


¡Tu futuro en la UC comienza aquí!


Comunicado Oficial

Secretaría de la Universidad de Carabobo.  

Considerando

Que en cinco de las siete facultades de la Universidad de Carabobo se ofrecen los Cursos Introductorios como una modalidad de ingreso a nuestra casa de estudios.  

Considerando

Que la Secretaría de la Universidad de Carabobo, en su calidad de órgano rector de los procesos de admisión, ha solicitado en reiteradas oportunidades a las facultades que imparten los Cursos Introductorios el número de inscritos y los datos de los aspirantes, sin haber recibido respuesta hasta la fecha.  

Considerando

Que, conforme al artículo 19 del Estatuto del Estudiante de la Universidad de Carabobo, la Secretaría tiene la responsabilidad de ejercer la fiscalización, control y supervisión de los procesos de admisión, garantizando su transparencia y legalidad.  

          Acuerda

Primero._ La Secretaría de la Universidad de Carabobo ha elaborado un instructivo que todos los aspirantes inscritos en los Cursos Introductorios deberán completar de manera obligatoria.  

https://forms.gle/iqMCBzDMumvUbHBb6

Segundo._ Las facultades que ofrecen esta modalidad de ingreso deben remitir, a la brevedad posible, la información solicitada sobre el número de inscritos y los datos de los aspirantes, a fin de cumplir con las disposiciones establecidas.  

Tercero._ Se exhorta a las facultades a colaborar con la Secretaría para garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes y la correcta ejecución de los procesos de admisión.


En Valencia a los 21 dias de agosto de 2025


Prof. Pablo Aure

Secretario de la Universidad de Carabobo

viernes, 8 de agosto de 2025

Invertir en el mercado de valores: una opción para todos/ Pablo Aure

Anoche tuve el privilegio de asistir al bautizo del libro "Cajas de ahorro y mercado de valores en Venezuela", escrito por el profesor Fermín Conde, presidente de IPAPEDI, en las instalaciones de nuestra querida institución. Fue una experiencia enriquecedora escuchar de viva voz al autor, quien con extraordinaria claridad explicó cómo IPAPEDI ha logrado mantenerse activa y en óptimas condiciones, a pesar de no recibir desde hace años los descuentos de los afiliados ni los aportes patronales. Mantener viva nuestra caja de ahorros en estas circunstancias es, sin duda, una hazaña casi milagrosa.

Las cajas de ahorros existen para fomentar el ahorro y brindar apoyo a sus afiliados, pero esto requiere recursos. A pesar de las incomprensibles políticas económicas que han impedido el flujo de aportes, IPAPEDI se destaca como una de las pocas cajas de ahorros que siguen activas en Venezuela. El profesor Conde demostró anoche que el ahorro, incluso en tiempos de crisis económica global y nacional, sigue siendo una poderosa herramienta para proteger y multiplicar nuestros ingresos.

El libro presenta una idea verdaderamente revolucionaria, basada en los estudios y la experiencia del autor, especialmente en su ensayo previo sobre el "programa de ahorro voluntario como alternativa de inversión". La propuesta es clara: invertir en el mercado de valores, una actividad que muchos venezolanos, incluidos los profesores, podrían considerar exclusiva de una élite. ¡Nada más lejos de la realidad! IPAPEDI nos muestra que ahorrar en bolívares, con el asesoramiento adecuado, es rentable. No se trata de un ahorro tradicional, sino de un ahorro a través de la inversión, donde cada profesor se convierte en inversionista.

Con datos verificables, el profesor Conde demostró que invertir en acciones de compañías estables y sólidas es no solo viable, sino más productivo que guardar dólares. Sé que esta idea puede generar dudas, pero invito a todos los afiliados a acercarse a las oficinas de IPAPEDI tras el receso vacacional para informarse y recibir asesoramiento. No hay nada que perder. Aunque nuestros ingresos sean modestos, con la guía adecuada, esos pequeños ahorros no solo se preservan, sino que se multiplican.

Personalmente, me comprometo a unirme como inversionista en el mercado de valores cuando IPAPEDI reinicie sus actividades. Celebremos estas ideas innovadoras, comprendamos el contexto de nuestro país y dejemos de lado prejuicios, demagogia y desinformación. Si bien es cierto que IPAPEDI debe celebrar elecciones, hoy no hablo de procesos electorales, sino de cómo hacer rendir nuestro dinero en tiempos donde los aportes son inexistentes.

¡Aplaudamos las buenas ideas y construyamos un futuro financiero más sólido juntos!

miércoles, 6 de agosto de 2025

La verdad, el poder y la justicia en la UC


En muchos casos, la "verdad" no es más que un acuerdo de voluntades, donde la opinión de la mayoría prevalece. Sin embargo, esto no significa que sea inmutable. La mentira, en cambio, implica falsear los hechos y presentar como cierto lo que no lo es.

En mi experiencia como una de las 4 autoridades de la Universidad de Carabobo, he aprendido que no basta con defender "mi verdad". Quienes desempeñamos esos cargos, debemos esforzarnos por convencer a la comunidad con argumentos sólidos, demostrando que lo que sostenemos es justo y cierto. Esto es especialmente relevante en un contexto donde el poder absoluto puede distorsionar la realidad, y los medios (incluidas las redes sociales)  juegan un papel clave en visibilizar estas distorsiones.

Quien representa una Universidad, a menudo se presenta como inmaculado, dueño de la verdad absoluta. Pero la verdad es que, tanto en la academia como en la política cotidiana extra universitaria, quienes ejercen el liderazgo son humanos, con valores y principios que no siempre coinciden. Cuando la autoridad apoyada por una mayoría circunstancial impone su criterio y descalifica a quienes disentimos, sugieren que atentamos contra la institución y en casos extremos que "se incita al odio". Esto es un error. La Universidad es un espacio sagrado, pero sus dirigentes no somos infalibles.

En la Universidad de Carabobo, he alzado la voz insistentemente para proponer bonos complementarios para los trabajadores, financiados con los ingresos propios de la institución. Los "factores de poder" argumentan que estos recursos son insuficientes o que pagarlos sería ilegal. Ambas afirmaciones son cuestionables. Primero, mientras no se publiquen con transparencia los ingresos provenientes de alquileres, cursos, postgrados y otras actividades, no pueden sostener que los fondos son insuficientes. Yo afirmo que sí hay recursos. Segundo, la supuesta ilegalidad es una excusa formalista. No podemos sacrificar la justicia y la estabilidad de los trabajadores por reglamentos que, en este caso, serían un obstáculo innecesario.

Defiendo la Universidad como un espacio de debate y justicia, y seguiré luchando para que las decisiones reflejen el bienestar de nuestra comunidad, especialmente de sus trabajadores.

Pablo Aure

Secretario UC