¿Qué nos puede extrañar una nueva treta jurídica, de tropical y balurda justificación por parte de un Gobierno que ya no tiene asidero, ni calle, ni razones para convencer sino armas para controlar? Lo que pasó con el Presupuesto Nacional presentado por ante la Sala Constitucional del TSJ es nuevo? No! Este Caballo de Troya está desde su nacimiento socavando las bases de la República Civil, acaso no recuerdan que ha legislado por "omisión legislativa", ha suspendido procesos electorales, ha introducido figuras jurídicas de baja facturación, ha permitido que aspire un Vice Presidente mediante un artificio... Lo que hemos presenciado con lo del presupuesto, además de un chantaje político para las gobernaciones y alcaldías que deben reconocerlo so pena de desacato y ruina, es una nueva faceta que agrega otra violación al elenco de violaciones a la Carta Magna, la cual está desdibujada del firmamento de garantías que toda la teoría constitucional expone. Hemos perdido progresivamente en negativo toda juridicidad y legitimidad... El aparato orgánico se paquidermizó y la dogmática se convirtió en fachada desmembrándose. Somos ante el concierto internacional los exponentes de una decadencia no sólo en nuestro quehacer jurídico sino en todos los ámbitos. El país colapsó en todos los sentidos, es una metáfora diabólica de caos, el infierno carcelario con antropófagos indican que el fondo tocado la semana próxima pasada nos habla hasta dónde puede perder la perspectiva los gobernantes y los gobernados que igualmente somos culpables, los primeros por acción, los segundos por omisión cómplice... Los políticos llevan una praxis de hace treinta años, de ambos lados se observa incoherencias y olvido de la realidad mientras la gente se está literalmente muriendo de hambre. Quizás el líder no ha surgido. No existe líder, sólo micros representaciones de guapetones de clanes devenidos o tímidos y asustadizos que no se atreven a abandonar su zona de confort. Hoy, reclaman toma de posición hacia nosotros y de hecho con estas reflexiones elevamos la voz, pero quisiera ver las togas cerrando tribunales y registros, pero no lo harán porque sin pueblo no hay cambio. Vendrán tropelías ya anunciadas inexorablemente y otra vez la desesperanza aprendida como el avestruz buscará su hueco. Ya no vale la pena invocar los artículos obviados porque el fraude consumado es total, lo letal es un auténtico tratado que se adhiere a la Constitución y al Estado de Derecho como un tumor que le duplica y domina... Las aspiraciones, subalternas en este momento carcomen y desvirtúan la preponderancia de la democracia y la libertad... Hasta cuándo nos negamos a la Asamblea Nacional Constituyente que reforme este aparato comunista camuflado, sus planes, senderos y trasnochados personajes?
David Rutman
Decano FCJyP
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