viernes, 3 de junio de 2016

OEA no protege a los pueblos sino los intereses particulares de los gobiernos de turno

Pablo Aure, dirigente político independiente fue consultado sobre  lo ocurrido en la reunión del Consejo Permanente de la OEA para tratar la crisis que afecta a Venezuela, sobre el asunto opinó “primero hay que tener claro que, a pesar de que la Carta Democrática Interamericana genera mucha expectativa, la realidad es que solo se trata de una sanción moral (a un régimen amoral), cuyo único resultado sería aclarar ante el mundo, lo que tenemos rato diciendo, que en Venezuela no hay democracia ya que se ha instaurado una dictadura” 
                                                                                                           
A su juicio, el acuerdo alcanzado es un reconocimiento tácito de que en Venezuela se ha roto el hilo constitucional. “El solo hecho de que la OEA sugiera respeto a los DDHH, a la Constitución, o incluso, que dentro de las recomendaciones de Almagro para solventar la crisis esté la realización del referéndum revocatorio este año, es una afirmación de que aquí no hay democracia, porque no hay separación de poderes”. 

Y continuó “No hay separación de poderes porque si se habla de negociar con el poder Ejecutivo, que permita que haya referendo revocatorio este año, que es una función exclusiva del CNE como poder “autónomo”, significa que realmente este órgano no es ni autónomo ni independiente porque cumple órdenes de Maduro, como también lo hace la Fiscal General y el TSJ, algo que es inaceptable pero lleva años ocurriendo ante los ojos de todos los venezolanos. Eso también se infiere de la solicitud de Almagro, pues pide la liberación y cese de las persecuciones políticas. En democracia eso no es negociable pues, perseguir penalmente y enjuiciar a los ciudadanos es facultad única y excluyente de la fiscalía y de los jueces”. 


Por último, Pablo Aure enfatizó que esas razones son motivo suficiente para aplicar la Carta Democrática, pero que de ser ese el caso, no se traduce en la salida del poder de Nicolás Maduro. “Los organismos internacionales han demostrado que no protegen a los pueblos sino a los intereses de los Estados miembros, todo este escenario que describo es razón suficiente para que ya se hubiese aplicado la Carta Democrática, pero igual, en caso de que ocurra no solucionará el verdadero problema, solo confirmará ante el mundo entero que la revolución bolivariana, es una dictadura, de hecho, es paradójico que la gente se alegre de que sancione a su gobierno, pero eso es causa de la misma distorsión y del desespero ya que nos sentimos acorralados por un régimen que de manera sistemática ha venido destruyendo la institucionalidad y ha acabado con el aparato productivo privado, lo que ha originado que en Venezuela estemos a las puertas de un estallido social por la hambruna que se avecina ”. 

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