¡Hasta
cuándo!
Es con ustedes
diputados
@pabloaure
Hablar de diálogo se ha convertido nuevamente en la moda de
los actores y comentaristas políticos. No es la primera vez que sectores oficialistas
y opositores lo proponen. Para desgracia, todas las veces que se ha “dialogado”
con el régimen éste ha salido fortalecido; basta revisar la historia reciente y
lo confirmaremos.
Es de ingenuos o de torpes pretender obtener algún beneficio cuando
se va a negociar en condiciones desfavorables. Que quede claro: nosotros no
tenemos nada que ofrecerle a unos secuestradores porque ellos lo tienen todo;
solo necesitan de tiempo para su reacomodo. No nos lo dicen, sino que disfrazan
la convocatoria del acercamiento dizque para volver a la normalidad. Vaya que
son estafadores y de este lado demasiado pajuatos. Se deben modificar el estilo
de las negociaciones, es decir, no acoplarnos a las imposiciones del régimen.
De acuerdo
al comunicado de la MUD, se precisan cuatro (4) condiciones para dialogar con
el régimen: A) que la crisis venezolana encuentre solución pacífica mediante la
consulta democrática al pueblo: referendo revocatorio. B) libertad de los
presos, cese de la judicialización por persecución política y retorno de
los exiliados. C) admisión del régimen de la ayuda internacional en medicinas y
alimentos para atender con urgencia la crisis humanitaria. D) respeto a la
Constitución, a la separación de poderes y a la Asamblea Nacional.
Si estudiamos esas condiciones no debemos tener duda de que se negociará
con un régimen delincuente y malvado, pues el referéndum es un derecho que está
contemplado en la Constitución y no debería estar sujeto a la aprobación de
nadie. Al colocarse el punto de los presos políticos entendemos que no hay
autonomía de poderes, lo que lógicamente significa que esos presos están
secuestrados a merced de la orden que se imparta desde el ejecutivo. Si
analizamos el tercer punto, no tenemos otra expresión sino que decir que es una
canallada comparable a la figura delictiva “omisión de socorro” no aceptar
ayuda humanitaria a pesar de que los venezolanos han muerto y siguen muriendo
por falta de alimentos y medicamentos, es criminal. La cuarta petición que se propone
para comenzar los diálogos es pedir respetar la Constitución precisamente a los
gobernantes, por Dios, a quienes tienen como primera obligación cumplirla y
hacerla cumplir. Mientras sigamos tratando al régimen como un gobierno serio,
se empeñará en hacer llamados al diálogo. ¿Dialogar qué?
De antemano les advierto que llevamos todas las de perder en cualquier
conversación con malandros con esas condiciones para negociar, ¿Qué pasaría si
ellos no las aceptan? ¿Qué le haríamos? Absolutamente nada, pero ellos habrían
ganado mucho: ¡tiempo y el reconocimiento de su interés (fingido) por resolver
la grave situación!
Creatividad
y arrojo.-
Nosotros iríamos al diálogo con un instrumento muy valioso: con la Constitución,
pero en el bolsillo. Sabemos que a delincuentes les resbala la ley cuando se sienten
guapos y apoyados. Mientras nosotros tenemos la Constitución, ellos tienen a
los secuestrados, el dinero robado, y para colmo, estarían avalados por el
Tribunal Supremo de Justicia, el poder de fuego de colectivos y de algunos
militares que por nada del mundo se atreverían a dejar la mantequilla. Una
negociación de esa naturaleza, repito, no nos llevará a ningún lado, porque
estamos en desventaja y sin ningún elemento con qué presionar.
Aquí lo que se impone es sacarnos la Constitución del bolsillo y
utilizar algunas de las instituciones contempladas en ella para comenzar a negociar
las exigencias. Me explico. El abandono del cargo pudiera ser declarado por la Asamblea
Nacional en estricto apego a la Constitución. Con el solo hecho de negar la
ayuda humanitaria, a Nicolás Maduro se le puede abrir un juicio político en la
AN. Abandonar el cargo no es solamente ausentarse sino que también implica no
cumplir con sus responsabilidades, y en este caso, su negligencia constituye un
delito de lesa humanidad tolerando que millones de venezolanos dejen de alimentarse
adecuadamente y no reciban medicamentos, produciéndose la muerte por no poderlos
encontrar.
Otra herramienta que debería llevar la oposición es la
exigencia de la partida de nacimiento de Nicolás Maduro, si no la muestra
destituirlo. Otra; requerir las credenciales de los magistrados exprés
nombrados inconstitucionalmente el 23 de diciembre del año pasado.
La Asamblea Nacional debe preparar el escenario para tener
algo con qué presionar. Ir a merced de sus captores es llevarle una bombona de
oxígeno a Nicolás Maduro.
Ustedes dirán eso no lo aceptaría el régimen. Yo les contesto:
perfecto que no lo acepte y que reviente el lío de una vez por todas; basta de
ir doblados (diríamos arrastrados) para no partirnos y “dialogar” con bandidos.
Urgente tender
puentes.-
Señores diputados haciendo lo que
aquí se les propone estarían actuando conforme a la Constitución y serían
respaldados por la gran mayoría de los ciudadanos. Ustedes también saben que
esto es dictadura y que será difícil acabar con ella sin un mínimo de
creatividad y arrojo. necesario tender puentes con el sector de la Fuerza Armada
que tenga interés en recuperar la
institucionalidad; no para que den un golpe de estado sino para garantizar la vigencia del artículo 333 de la
Constitución “Artículo 333. Esta Constitución no perderá su
vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por
cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana
investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el
restablecimiento de su efectiva vigencia.”
Quien se humilla para evitar la guerra
Pablo Aure
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