La patria y
la academia.-
La semana
pasada escribí un tuit que sugería acceder a través del link http://www.miamidade.gov/propertysearch/#/ a una página que
suministra información sobre el registro inmobiliario de Miami EEUU. En esa
página, con solo colocar el nombre y el apellido de una persona (natural o
jurídica) puedes informarte si esa persona posee alguna propiedad inmobiliaria en
esa ciudad. En ningún momento hice señalamientos de nadie. Pero es el caso, que
el diario Notitarde, periódico con línea editorial de marcada tendencia
oficialista, a los dos días, abrió con un titular relacionado con el tuit
en cuestión, y en una extensa nota hace mención al exalcalde Enzo Scarano, y a
los profesores Ricardo y María Luisa Maldonado. Como puede constatar quien
quiera hurgar en esto, en ningún momento señalé a nadie en particular. Y menos
se me ocurriría sindicar a Enzo, de quien sé desde hace muchos años que, de cuna,
tiene suficientes bienes de fortuna.
En cuanto a los Maldonado,
debo decir que… pretenden manipular la opinión universitaria echando mano de la
manida intención de refundir intereses personales con instituciones o nobles
sentimientos, como lo han hecho con la academia. De la misma manera como los
chavistas se empeñan en identificar a la patria con Maduro (que se ofende a la
patria si se critica a Maduro o a su gestión) los Maldonado quieren que el
concepto de academia subsuma en sus apellidos. Hace poco, osadamente el
gobernador Francisco Ameliach declaró esto: que “traicionaban la patria quienes
validaran su firma”. Ahora, los Maldonado
dicen que fue un día triste para la academia el día que el medio de
comunicación desveló que ellos eran propietarios de inmuebles en Miami.
Es menester insistir en que
nunca hice alusión ni insinuación de persona alguna como propietaria de casas
en Miami. Simplemente, insisto, publiqué en mi cuenta twitter @pabloaure un
link que permitía acceder a la lista de propietarios.
Nadie puede sentirse
ofendido, y menos pretender trasladar la ofensa a la academia, por el hecho de que
aparezca en el registro inmobiliario de Miami su nombre como dueño de una casa.
En el caso de los profesores Maldonado, seguramente eso es un hecho notorio y
público desde luego que esa propiedad ellos la deben haber indicado en sus
respectivas declaraciones juradas de patrimonio. La academia puede estar triste
por otras cosas, como por ejemplo, con la asfixia presupuestaria que padece y
que dificulta las actividades de docencia, investigación y extensión. También
está triste por los bajísimos salarios de su personal que no les alcanza ni
siquiera para alimentarse. Pero jamás porque algunos de sus integrantes tengan
bienes en el exterior.
No tenía pensado darle
importancia a esto, pero lo hago para delatar esa perversa manipulación urdida
por la señora Maldonado que busca camuflarse con la academia. Los
universitarios no son tontos ni borregos que van a ser fácilmente embaucados
por esta manipulación. Si usted, señora Maldonado, tiene una propiedad en la
Florida, bien habida, no tendría por qué sentirse ofendida si se lo enrostran,
y menos la academia.
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