¡Hasta cuándo!
País agonizante
@pabloaure
Hay voceros de la oposición que
intentan disfrazar esta dictadura. Los escupen en la cara y tienen el tupé de
decir que está lloviendo. No quieren reconocer que este es un régimen dirigido
por gorilas e individuos de la más baja ralea.
Inadmisible que alguien que viva
en Venezuela y que sufra las calamidades que se han agudizado en estos últimos
años, siga hablando de que nos rige una democracia muy débil. Nada de eso; todos
conocemos cuál es la verdadera situación y estamos claros que cada día que pasa
el panorama se complica. La escasez es insufrible. Madres desesperadas
buscándole leche a sus niños, los adultos haciendo de tripas corazones
investigando sitios para hallar sus medicinas y por lo general los esfuerzos
son infructuosos. Estamos en un país agonizante.
Protesta espichada
La semana pasada comenzó muy
movida, focos de protestas en todas partes. La gente salió a las calles de sus
vecindarios a expresar la indignación por los apagones. La tabla de salvación
para el régimen no se hizo esperar: inmediatamente surgió la recolección de
firmas para el revocatorio y se espichó la protesta.
En todo caso, tenemos que entender que la MUD tiene una
agenda electoral, que desde luego no es igual que la agenda diaria llevada por
el ciudadano común que se levanta todos los días pensando en cómo sobrevivir.
Me late que el objetivo inmediato
de la MUD no es Maduro ni mucho menos el cambio del régimen (si fuera el régimen, se hubiese montado en la
Constituyente); su meta es otra, es lograr algunas gobernaciones y alcaldías.
Esto quiere decir que continúan con la brújula descontrolada. ¿Qué hacemos con
alcaldías y gobernaciones, si la que decide es Cuba a través de sus gorilas
criollos?
Cronograma del RR y el
calvario ciudadano
Mientras por un lado están los
que programan una incomprensible agenda electoral, por el otro están los
indignados que le pasarán por encima a cualquier pretensión de mantener en la
superficie una barca torpedeada en su línea de flotación. Así como lo leen:
este régimen está caído, está hundido, pero hay quienes le lanzan todo tipo de
salvavidas. Me refiero a los que proponen votos de censuras contra el ministro
de alimentación, pero impiden que censuren al de la defensa, personaje funesto
comprometido hasta la coronilla con violaciones de los DDHH de miles de
venezolanos.
Tengan la seguridad de que la
crisis sobrepasará cualquier cronograma electoral; el país colapsó y estamos a
la espera del desenlace. Pronto las protestas se incrementarán, todo se hará
insoportable; han anunciado el aumento del tiempo de racionamientos de luz. El
ciudadano se cargará de rabia e incomodidad; se obstinará y de alguna manera
tendrá que reaccionar y, desde luego, no será firmando planillas. Cuando la
indignación irrumpa en toda su magnitud, entonces se exigirán soluciones
inmediatas. Por eso, es menester la organización. Mientras no exista una
organización con un propósito determinado, el régimen siempre resultará
vencedor.
Hora ciudadana
Estos tiempos no son electorales,
por eso es desacertado esperar directrices de la MUD. Ella está en lo suyo. Su
agenda es electoral, y punto.
Los ciudadanos debemos hacer lo
que nos indique el sentido común. Es más, lo que haga la MUD y lo que podamos
hacer nosotros, no es incompatible. De hecho, si hay que firmar o votar,
firmemos y votemos. Pero los días de los acontecimientos sociales impulsados
por la indignación transcurren muchísimo más rápido que los eventuales
cronogramas electorales. Los vecinos necesitan organizarse en sus localidades.
A la hora de la protesta háganlo con prudencia y mucha inteligencia.
Demostremos que juntos podemos hacer peso para zafarnos de la dictadura.
Militares y la salida
No tengan la menor duda de que la
salida será constitucional aunque no lo sea institucional, y la puerta de esa
salida se nos abrirá cuando contemos con el apoyo de la Fuerza Armada. Sin
ellos, el brazo armado del régimen (los colectivos) impedirá siempre el
ejercicio de nuestros derechos.
No se trata de dar un golpe de
Estado. Lo único que esperamos de los militares es que cumplan su rol
constitucional. Están tolerando que destruyan la institución y a todo un país, el
que con todas sus imperfecciones, fue un país pujante. Esto no es un llamado a
la conspiración sino a la reflexión. Ojalá que los militares lean esta columna y la compartan con sus
compañeros ¡créanlo por Dios! se trata de Venezuela, la patria que ustedes
juraron defender. Se trata de su futuro, el de sus hijos. No permitan que sigan
destruyendo nuestra nación. Pónganse del lado de la democracia y apártense de
los tentáculos de la corrupción. Ni sus
hijos, ni el futuro de nuestra patria, merecen que los uniformados sigan siendo
vistos como hombres y mujeres que por cobardía entregaron nuestra querida
Venezuela.
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