Intolerancia/
Dimitry Belov
Mao Ze Dong en China y Tibet,
Josef Stalin en la URSS, Adolf Hitler en Alemania, Hideki Tojo en Japón,, Pol
Pot en Camboya, Kim Il Sung en Corea del Norte, Menghistu en Etiopia, Ismail
Enver en Turquía, Yukubu Gowon en Biafra, Leonid Brezhnev en Afganistan, Jean
Kabanda en Ruanda, Suharto en Papua, Saddam Hussein en Irak, Yahya Khan en
Pakistan, Fumimaro Konoe en Japón, Savimbi en Angola, Mullah Omar en Afganistan, Idi Amin en
Uganda, Yahya Khan en Bangladesh, Benito Mussolini en Etiopia y Yugoslavia,
Mobutu Sese Seko en Zaire, Charles Taylor en Liberia, Foday Sankoh en Sierra Leona, Slobodan
Milosevic en Yugoslavia, Michel Micombero en Burundi, Hassan Turabi en Sudan,
Jean Bedel Bokassa en Africa central, Efrain Rios en Guatemala, Papa Doc Duvalier
en Haiti, Hissene Habre en Chad, Chian Kai Shek en Taiwan, Vladimir Lenin en la
URSS, Franco en España, Fidel Castro en Cuba, Hafez Al Assad en Siria, Khomeini
en Iran, Robert Mugabe en Zimbawe, Rafael Videla en Argentina, Guy Mollet en
Algeria, Paul Koroma en Sierra Leona, Osama Bin Laden a nivel global, Augusto
Pinochet en Chile, Al Zarqawi en Irak, Hugo Chávez y Nicolás Maduro en
Venezuela.
Todos estos nombres forman la
mayor parte de las caras conocidas de los crímenes de genocidio a nivel mundial.
En vidas humanas hablamos de 137,392,500 corazones que se detuvieron,
sueños de futuro interrumpidos, a causa de una política alimentada desde la
base de la intolerancia.
Todos estos dictadores tienen
varios aspectos macabros en común, entre los que resalta, que esos crímenes han servido para mantener,
rescatar o aumentar el poder político del genocida sobre un grupo poblacional.
En Venezuela , la intolerancia
no es un fenómeno de nueva data, pero las alarmas surgieron de nuevo con los
discursos de odio en la pre campaña de Hugo Chávez, luego de su liberación de
la prisión y previo al inicio campaña electoral
en 1998. Algunos otros personajes del chavismo han hecho lo propio en nombre de
señalar enemigos ficticios para cohesionar a sus seguidores. Es difícil olvidar
las afirmaciones de la difunta Lina Ron “Empresarios y escuálidos, ni debajo de
las piedras se podrán esconder cuando llegue la hora del maldita sea“, o incluso uno de los más recientes y nefastos,
“UBCH a prepararse para el contra ataque fulminante, Diosdado dará la orden“
sentenció Francisco Ameliach un 17 de Febrero del 2014.
Es muy peligroso lo permeado que está la no aceptación de la
diferencia de ideas entre los sectores democráticos del país. Es preocupante
como sectores de “este lado“ condenaron a Leopoldo López, María Corina Machado
y a Antonio Ledezma por proponer el movimiento “la salida“, una propuesta de
activación y asambleas ciudadanas con el objetivo de posicionar entre la
sociedad las vías para promover un cambio de sistema por el camino
constitucional más expedito que la carta magna permitiera. Así mismo, cuando el
profesor Pablo Aure en Valencia, propuso un revocatorio al gobernador Francisco
Ameliach, con el objetivo de frenar que se siguieran dando órdenes que
atentaran contra la integridad de la ciudanía que protestaba, fueron primero
las voces de “este lado“ las que surgieron en señalarlo de personalista, antes
de respaldar una iniciativa para evitar más muertes en la entidad.
Ante el peligro de crisis
humanitaria en el país, ya sea por el desajuste económico, la escasez de
alimentos y medicinas, o el triste capítulo de desplazamiento forzado contra
nuestros hermanos colombianos, es deber de todos los demócratas sentarse a
coordinar vías de entendimiento para establecer caminos activos y no violentos
hacia el cambio urgente que exige la colectividad. ¡Son vidas humanas las que
están en juego de ser apagadas en masa! El país exige menos insultos y más
acciones
@dimitrybelov
No hay comentarios:
Publicar un comentario