POLÍTICA Venezuela
AMÉRICA EN FOCO...
Economía XVI
Santiago José Guevara García* / 10-07-2015
En el momento de comenzar la elaboración de este artículo se conoce del envío de un inicio de propuesta del gobierno griego a la Eurozona, relativo al mecanismo europeo de estabilidad (MEDE). Del triunfo político del domingo y la vacilación y jaquetonería de los dos días posteriores se pasó al reconocimiento de la necesidad de corrección por la vía de las reformas.
En contrapartida de la solicitud de rescate, Grecia propone unas pocas primeras acciones en esa vía. Pero, será forzoso avanzar más, ahora o más tarde. E, incluso, a temas hasta ahora no mencionados. El productivo, por ejemplo, objeto de interés de este artículo.
En general, Europa tiene años enfrascada en un reclamo de sectores e instituciones líderes del continente y del mundo por un mayor recurso a los cambios sustanciales en entorno, instituciones y procesos económicos. La OCDE, por ejemplo, ha sido insistente en el tema, en lo que toca al caso europeo y algunos nacionales.
De igual forma, hace apenas un mes y medio, en Sintra (Portugal) se dio un agrio debate entre banqueros centrales, en el cual se confrontaron las posiciones de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, defensor de las reformas para potenciar la recuperación europea poscrisis, y el Profesor Stanley Fischer, de la Reserva Federal, opuesto formalmente al impulso reformista del BCE.
Dimos la razón al Señor Draghi, no para extralimitar las competencias de la autoridad monetaria, sino para resaltar la importancia del diseño suprainstitucional o interinstitucional de las políticas, por aquello de las complementariedades y la coordinación necesaria. Era un muy importante tema en los inicios de la Unión Europea, en la primera mitad de los ’90, lamentablemente distendido con el tiempo.
Ustedes conocen nuestro planteamiento sobre la importancia del liderazgo nacional fuerte; y, para ello, de la fortaleza de las instituciones, el alto gobierno coordinado y los programas permanentes de reformas.
Estos artículos y nuestras actividades personales o con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Carabobo (FACES-UC. Valencia, Venezuela), son testimonio de la importancia que asignamos al tema, tan desvalido de tratamiento por nuestros colegas nacionales. Hágase la búsqueda de cuáles de ellos incluyen el tema en la agenda económica actual y lo verán. Lo de ellos llega hasta los ajustes (o el ajuste, en singular).
Lo cierto, entonces, es que nace la esperanza de que en Europa y más allá (ojalá que también más acá) surja con fuerza el tema de los programas de reformas como un issue importante de la agenda económica.
Hoy nos toca referir superficialmente el asunto, en nuestro contexto de desarrollos transitológicos, de cara al reto productivo en ALC y, con dramático énfasis, en el caso venezolano. En varios planos: las instituciones republicanas básicas, unas pocas “instituciones vertebrales” a fines económicos transicionales, y el resto del entramado institucional a fines macro, meso y microeconómico, para el logro de una economía sana.
Hace poco, Francis Fukuyama definió la institucionalización como la expresión del desarrollo en política. Y se refirió, a menos que haya una errada interpretación nuestra de lo que piensa al respecto, solo a instituciones generales. Refiere “tres grupos de instituciones: un Estado, un estado de derecho, y responsabilidad política”.
Nuestro listado de arriba avanza y penetra en el campo de las instituciones económicas. En este momento, bajo el liderazgo del Abogado José Efraín Valderrama, trabajamos en la concreción del manejo institucional –incluye lo constitucional y lo legal- de una transición a la democracia y el mercado en el caso venezolano, que incluye, explícitamente, el también olvidado tema de nuestros colegas nacionales, del reto productivo nacional.
En los últimos días, dos reconocidos colegas, Francisco Rodríguez, de un banco de inversión foráneo, y Orlando Ochoa, de una universidad privada capitalina, han hecho propuestas para la situación actual, en términos, el primero, de un plan de estabilización; el segundo, de un plan de emergencia.
En ninguno de los dos se expone, de manera expresa, el asunto de la necesaria atención integral al músculo productivo nacional. Rodríguez, incidentalmente, refiere algunas posibilidades petroleras y Ochoa, asuntos generales como “un ambiente de confianza para el inversor”, o detalles tales como que “la producción nacional se ve mermada por falta de insumos de empresas como Sidor, Venalum, Pequiven y otras”.
Lo que no se analiza –el contexto y el propósito de sus análisis son otros- es que hay un problema de fondo en la aproximación nacional al tema productivo, el fracaso rotundo del modelo económico chavista y el requerimiento de una reorientación radical del asunto y del contexto para ello.
Nuestros planteamientos generales al respecto ya son conocidos por ustedes: sea por iniciativa del régimen; o –mejor aún- dentro de un proceso de lanzamiento de un desarrollo democrático avanzado, procede una iniciativa de transición económica, dentro de la cual, un plan productivo nuevo en los conceptos de base, las condiciones, el proceso y los resultados buscados.
El planteamiento por el que optamos es, entonces, transicional. No es una emergencia: es una proyección de largo aliento, con evidentes acciones para los ingentes problemas actuales y del arranque de un proceso de cambio. No es solo estabilización; mucho menos, para normalizar y perpetuar el actual estado de cosas, sino la panoplia completa de acciones transicionales, dentro de las cuales, la estabilización, en el sentido convencional, es solo una línea de acción.
La nueva fase de nuestro trabajo arranca con refuerzos profesionales en varias áreas. Esperemos sus resultados concretos y cuenten con que los someteremos a la consideración pública. En nuestro camino, hablamos y practicamos la democracia.
* Santiago José Guevara García
(Valencia, Venezuela)
sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1
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