En Venezuela al igual que en Cuba y otros países
con regímenes opresores, está prohibida la disidencia/// Quienes se atreven a
manifestar sus opiniones de una manera distinta a la diseñada por el alto poder
son considerados como delincuentes y luego de ser encarcelados se les da un
tratamiento de prisioneros de guerra. Los aíslan en fortalezas militares
prohibiéndole al extremo las visitas y su comunicación extra muros/// No pueden
escribir mensajes, no pueden expresar lo que sienten o cómo ven el país; si se
atreven a hacerlo les aplican un mayor castigo al que ya de por sí han recibido
por ser disidentes/// Ejemplos hay muchos: Leopoldo López, Daniel Ceballos y
Enzo Scarano entre otros que están en la cárcel militar de Ramo Verde.
A ninguno se le aplicó el principio universal que
rige en las democracias….ese de considerar o presumir a los ciudadanos como
inocentes. Ellos ya son culpables sin haber cometido delitos, sino por haberse
atrevido a combatir con las ideas y el trabajo… esta dictadura.
Con dolor debo decirlo, en Venezuela no existe
tampoco el principio de la separación de poderes, los tribunales están a merced
de los designios del régimen.
Declaran culpables o inocentes siguiendo órdenes de
los capitostes; no escuchan los alegatos de los encausados ni se apegan a los
lineamientos del derecho y ni mucho menos de la justicia. ///Tienen oídos solo
para escuchar a quién dicta "esa orden" gubernamental de quién va
preso y dónde hay que recluirlo////, esperan la orden expresa para dictaminar a
quien someter a juicio o declarar absueltos. Esto lo digo porque también lo
sufro en carne propia.
Reto a cualquier estudioso del derecho a debatir
sobre este tema. No es cuestión de ser opositor o no a esta política corrupta,
de hambre y de injusticia que se ha implantado en Venezuela; se trata es de
nuestra preocupación al ver cómo abogados aceptan cargos de fiscales y jueces
solo para obedecer directrices antidemocráticas….. en lugar de proceder
conforme al Derecho.
Hoy vivimos la peor crisis de valores y principios
que el país haya soportado; sin embargo no podemos doblegarnos; quienes
queremos un país libre y democrático, debemos y tenemos que insistir en
proclamar la libertad y que impere la justicia. Eso lo lograremos con la
constancia, la perseverancia, mentalizarnos en que esto cambiará para bien. No
importa el precio que tengamos que pagar, nuestra libertad individual no puede
primar sobre el bienestar colectivo, apartemos el miedo y luchemos por el país
de nuestros sueños. ¡Ese, donde se respete la disidencia, donde todos quepamos,
que la justicia la impartan y no la repartan, para ello es necesario que
tengamos jueces y fiscales al servicio de la democracia, la paz y la libertad,
nunca fantoches sin principios ni valores!
De esto saldremos, pero para salir tenemos que ser
persistentes en nuestros planteamientos.
Por una
Venezuela de justicia, de paz y de libertad no abandonemos la lucha…
Pablo Aure
¡Carabobo Se Respeta!
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