lunes, 14 de abril de 2014

Diálogo y calle

El Carabobeño
¡Hasta cuándo!
Diálogo y calle
(Foto Archivo)
Pablo Aure
pabloaure@gmail.com
@pabloaure
Se han generado largos debates a propósito del “diálogo” entre representantes del gobierno y de la Mesa de la Unidad Democrática. Algunos dicen que el régimen quedó muy mal parado, y por el contrario que la “oposición” se lució con argumentos sólidos e irrefutables. 
En efecto, no hubo improvisación por parte de la MUD, todos se habían distribuido los temas que iban a abordar, mientras que los del régimen se limitaban a responder con lugares comunes. 
Lo que dijo la MUD no era nuevo para nadie. Quizá lo más resaltante de esa noche fue que Maduro “permitió” que le echaran en cadena nacional ese balde de agua fría. Eso lo midió, sacó cuentas y aceptó lo que pocas veces -o nunca- había permitido: darle la oportunidad a la oposición de expresarse en cadena nacional. Les digo, que para el régimen eso fue un juego estratégico, pues ya, en las diversas televisoras, sobre todo en el canal del Estado, están transmitiendo fragmentos editados de lo que se dijo esa noche. Cuatro horas de cadena, serán borradas fácilmente por el bombardeo de mensajes totalmente descontextualizados. 
¿Quién ganó y quién perdió?
Me han preguntado mucho sobre quién fue el ganador y quién el perdedor en el diálogo. La respuesta dependerá de lo que estaba en juego. Me explico. Si lo que quería el régimen era darse un baño de demócrata frente a la comunidad internacional, les digo que salió victorioso, pues a pesar de que nunca reconoció sus excesos y atropellos, permitió sentarse frente a los que él considera la oposición. Así las cosas ha ganado tiempo frente a la comunidad internacional.  Es más, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dijo que “mientras exista diálogo EEUU no actuará. Una semana antes, la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, había dicho que el Gobierno de Barack Obama estaba “considerando la imposición de sanciones a funcionarios venezolanos culpables de la represión en ese país y que tienen cuentas bancarias y viajan a EEUU”.
En cuanto a la oposición, una vez más tenemos que aclarar que en este momento la MUD no representa la totalidad de la oposición; es una parte muy reducida, pero no es la oposición, y menos para ponerle fin a un conflicto en el que ella no es factor fundamental. La gente está en la calle, no porque la MUD la mantiene, sino a pesar de ella. La oposición demostró que dentro de sus cuadros existen personas altamente capacitadas en los distintos temas. Solo eso ganamos en el supuesto diálogo, que más que eso fue simplemente un debate que bien ha podido darse en la Asamblea Nacional. No hubo acercamientos conciliadores. Hubo críticas de unos y otros, pero ratifico: el régimen no cedió ni un milímetro en sus posiciones.  
Por cierto, la MUD debe tener mucho cuidado y saber levantarse en el momento justo, de lo contrario saldrá con las tablas en la cabeza, ya que nada de lo que “acuerde” con el régimen será acatado por la inmensa población que tomó las calles. 
Ofensa Y Provocación.-
Ese primer encuentro de este nuevo ciclo de conversaciones (no es la primera vez que oposición y gobierno se sientan a la mesa para dialogar, y siempre se repite el incumplimiento de las promesas), por parte del régimen tuvo además de la ganancia a nivel internacional, también procura un enfriamiento de las calles. Intenta desmotivar a quienes han decidido tomar las calles buscando un futuro mejor. Por esa razón, quienes estamos identificados con mecanismos distintos al de esa farsa gubernamental, nuestro llamado debe seguir siendo a la protesta activa, pacífica y constitucional independientemente que un sector de la oposición converse con el gobierno. Sin satanizar a los que dialoguen, y que ellos tampoco satanicen a quienes no creemos en ese diálogo.  
El régimen esa noche intentó legitimar a los denominados colectivos, pues sentó al jefe de los “tupamaros” a “dialogar” y a defender sus posiciones. O sea, Maduro hizo ver que los colectivos seguirán haciendo de las suyas porque gozan del aval gubernamental. 
Diálogo sin chantaje
Es una jugada maliciosa decir que quienes no creemos en ese dialogo, no creemos en la democracia. Desde luego que creemos en dialogar, pues, esa es la esencia de la democracia; lo que no podemos aceptar es el engaño, y estamos seguros ese fulano diálogo lo será. 
Insisto, cómo creer en un diálogo sin condiciones, sin demostraciones de propósitos de enmienda. Nada, el régimen insiste en que lo está haciendo bien. Y claro que lo está haciendo bien de acuerdo al libreto cubano. Destruir, como ellos dicen, la moral burguesa, y exterminar cualquier iniciativa capaz de generar empleos que procuren sustentar a la población independiente del Estado.  El régimen quiere una población dependiente, empobrecida y sumisa para poderla dominar. 
La mutación de un alcalde.
Nunca abandonaré la lucha contra las injusticias, ni dejaré de denunciar lo que considere incorrecto. En el pasado no nos cansamos de defender a Miguel Cocchiola, y hoy es alcalde de Valencia. 
Recordemos que él fue injuriado y perseguido hasta más no poder. Valencia lo apoyó como tenía que ser, pues era injusto lo que se le hacía. Cocchiola (pensábamos) recorría las calles de Valencia por convicción democrática, creíamos que él tenía la seguridad que luchaba contra un régimen oprobioso. Por cierto, no faltaba a ninguna marcha o protesta. 
Quien lo acusaba con mayor saña es el mismo que hoy ordena “contraataques fulminantes”, pero al burgomaestre valenciano eso no le impacta. Al contrario, públicamente ha declarado que su otrora agresor lo está haciendo bien. ¡Sin palabras! 
Demasiadas muestras para afirmar que Cocchiola hoy ha cambiado notablemente. Enmudeció y se desapareció de las protestas. Prefiere el silencio y el abandono de quienes lo hicieron alcalde antes de volver a ser señalado por el dedo acusador e inclemente de la dictadura. 
No le pedimos nada distinto a lo que antes hacía. Siempre estaba de la mano con el pueblo. Hoy, no se atreve a contradecir un capricho del gobernador. Le pone trabas a las notificaciones de las marchas, ordena custodiarlas pero hasta un punto donde no se moleste Ameliach; por ejemplo el sábado pasado, la participación de la ruta fue hasta el Cementerio Municipal, pero el alcalde ordenó a la Policía Municipal resguardarla solamente hasta el Palacio de Justicia; de allí en adelante pudo pasar cualquier cosa, pues mandó a los municipales retirarse y en su lugar quedó la policía regional que en todo momento exigía no continuáramos. Así las cosas seguimos marchando hasta la Lisandro Alvarado a pocas cuadras del Cementerio y nos devolvimos al punto de partida, pero con la policía ya desaparecida. Quiere esto decir, que los organismos de seguridad pareciera que se activan solo para asegurar que la marcha llegue hasta un punto, sin importar lo que suceda después. 
Al alcalde valenciano, en esta Semana Santa, le pido reflexionar, está a tiempo de no terminar de defraudar al pueblo que confió y se jugó el todo por el todo por él, que tenga siempre presente que: ¡quien se mete en la política debe saber sacrificar sus intereses individuales (la libertad es uno de ellos) en favor de los de la colectividad! 
Que buena impresión nos daría Miguel Cocchiola, si por ejemplo, organizara un gran acto de apoyo al alcalde Enzo Scarano, quien se encuentra arbitrariamente encarcelado por órdenes de los mismos esbirros que a finales del año pasado lo perseguían a él.  
Con profundo dolor debo decir que el Miguel Cocchiola que hoy ocupa la alcaldía de Valencia no es el mismo por quien yo voté...o quizá era el mismo pero no lo sabíamos. 
“La decepción tiene la ventaja de aclarar el panorama de quien te rodea”. FrankoCastle De Montenegro 
@pabloaure

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