El Carabobeño
¡Hasta cuándo!
¡Hasta cuándo!
La salida
@pabloaure
No es el momento para que las diferencias dentro del sector democrático fracturen la unidad. Bastantes diferencias tenemos con el régimen para caer en eso. Lamentablemente la oposición tampoco escapa del desespero que atormenta a todo el país. Por eso las manifiestas contradicciones entre los distintos sectores que la conforman.
Señores, no logramos nada si continuamos criticándonos los unos a los
otros. Pienso que cada quien debe inclinarse hacia el método de lucha
que sienta más poderoso para lograr los cambios anhelados, pero siempre
con la mira puesta en un mismo objetivo, cual es salir de este régimen
oprobioso que ha endosado la soberanía nacional a la cruenta dictadura
castrocomunista de Cuba.
Aquí hay que dar la pelea con las dos manos: Capriles, María Corina y
Leopoldo son necesarios; cada uno con su estilo propio. El pueblo será
quien decidirá la vía definitiva, que presiento está más cerca de lo que
muchos imaginan.
Desde luego que no me cuento dentro de los denominados “comeflores”.
Imposible que me identifiquen con ese sector que cree que con el régimen nos
podemos entender hablando. Sabemos que a ellos lo único que les
importa es permanecer en el poder para seguir robando.
Esta pandilla no saldrá a fuerza de votos. Abandonarán cuando se
encuentren cercados, lo que jamás será posible mediante el diálogo. Y no
será posible porque no son demócratas. Son dictadores. Nunca van a
abandonar las mieles del poder. Saben que al salir de Miraflores les
esperará la prisión porque son culpables, se llenaron los bolsillos
con el dinero del pueblo y destruyeron un país; que la inseguridad no
tiene otra explicación que no sea el abandono al sistema educativo y el
no haber invertido en el diseño de políticas criminales. Ayer el
difunto, pero hoy Maduro y sus secuaces, son los responsables de la
miseria nacional; de las colas, de las muertes violentas, del abandono
de los centros hospitalarios, de la quiebra de las empresas privadas y
públicas. Millones de dólares han entrado al erario nacional y se han
dilapidado en la misma proporción.
Juicio final
En algún momento presenciaremos lo que denominaremos el juicio final a
esta farsa revolucionaria. Ellos no tendrán más explicaciones. Quedarán
al descubierto y no tendrán otra alternativa que expresar que todo el mundo hace leña del
árbol caído.
Luego de ser desalojados sí será necesario el diálogo, para
evitar que se desaten los demonios revanchistas. Estas son algunas de
las preguntas que están en el tapete: ¿Después de esto qué? ¿Maduro y
su clan pagarán por haber asaltado la nación? ¿A los Chávez se les
investigará? ¿Diosdado saldrá libre de polvo y paja? ¿Permanecerá
intacto el Tribunal Supremo de Justicia? ¿Será posible construir un país
con un Consejo Nacional Electoral, un Contralor, un Defensor del
Pueblo, un Fiscal y unas Fuerzas Armadas como las que tenemos, o
debemos darnos una nueva institucionalidad con la impronta de la
decencia? El desenlace se aproxima, pero tenemos que acelerarlo en las
calles, aplicando la conseja de aquellos grafitis sureños: “El régimen
hace aguas, hagamos peso”. No hay otra salida que la calle, y
perseverar en la lucha. No importa que pienses que son pocos los que se
unan a una protesta, lo que interesa es no dejar que se apague la llama
de las esperanzas. En tu comunidad, en tu edificio, condominio, debes
ser un líder. No esperes que otros hagan lo que tú deseas. Que no te
frene la apatía ajena. Actúa con tus propias fuerzas, que el tiempo te
dará la razón.
Perseverancia
Tenemos que permanecer realizando asambleas de ciudadanos en todas
partes. Es desde allí de donde pueden emerger buenas ideas. Si los
ciudadanos se organizan por urbanizaciones o localidades, ningún
organismo militar o paramilitar podrá contra ellos. Buena es la
realización de talleres de resistencia pacífica. Aplicar los métodos que
han dado estupendos resultados en otros países. Pero tenemos que estar
claros: nada se logra con la pasividad, o dejándole a otros lo que cada
uno debemos hacer. La perseverancia nos abrirá las puertas de la
libertad y la democracia.
Ayer en todo el país hubo asambleas. Importante paso para lo que la mayoría desea. De esto nadie nos ayudará a salir.
Con vergüenza vimos la realización de la cumbre de la Celac en Cuba.
Países con gobiernos democráticos adulando a un país que desde hace más
de 56 años tiene un régimen dictatorial. Por eso, el fin de la dictadura
criolla emergerá de los ideales, la fuerza, la pasión y las necesidades
de nuestro querido pueblo venezolano. La solución no está en el
exterior: tú eres parte de la solución.
Basta de invocar al finado
No hay otra palabra que pudiera calificar mejor lo que ahora están
haciendo con el nombre del presidente fallecido que el de la burla y el
cinismo. Es absurdo que quieran bautizar obras ya construidas con
el nombre del “comandante supremo”. A cuanta plaza, edificio o mamotreto
se topan estos milico-políticos le quieren poner ese nombre. ¡Qué
fastidio! ¿Cómo homenajear a alguien que en vida no hizo nada para
ganárselo? En Valencia, por ejemplo, tenemos dos ejemplos recientes. El
primero, nombrar una autoridad única y que para construir unas casas que
denominarán “Ciudad Hugo Chávez”. Por Dios, no sean caraduras. Ese
señor para nada quería al pueblo de Valencia. ¿Es que se nos olvida lo
que él pensaba de los valencianos y el odio que destilaba cuando se
refería a nosotros? Esa autoridad única usurpadora de atribuciones del
municipio, no tengo dudas de que si esta dictadura continúa en el 2015
la veremos como un ente proselitista repartiendo planillas para ser
llenadas por los incautos aspirantes a obtener una vivienda; todo ello con miras a las elecciones de diputados a
la Asamblea Nacional. ¡Anótenlo!
Si el pretender rebautizar el complejo
habitacional “Ciudad Plaza” diseñado por el exalcalde Francisco “Paco”
Cabrera es un descaro, mayor grosería es rebautizar a la
maternidad de la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera, con el nombre de “Comandante Supremo
Hugo Chávez” recordando que esas instalaciones fueron destruidas por un
voraz incendio en el año 2001, sin que el fallecido se hubiese
preocupado por su reconstrucción. La pregunta no puede hacerse esperar: ¿qué hizo ese señor por esta maternidad? Nada. Maternidad debe ser símbolo de
esperanza, de alegría, de bienestar, de futuro y de pureza. Justamente
todo lo contrario a lo que encarnó el intergaláctico comandante. Sugiero
que si quieren reconocerle algo al finado allí muy cerca está la
morgue y si se empeñan en seguir con el nombre, también pueden colocárselo al
cementerio municipal, como reconocimiento a su verdadero legado. En efecto en lo que él contribuyó fue en el incremento de
asesinatos en el país.
@pabloaure
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