El Carabobeño
Alfredo Fermín / afermin@el-carabobeno.com
Para el historiador Juan Correa la preocupación del gobernador
Francisco Ameliach no debe ser lo ocurrido en Valencia en 1811, cuando
se iniciaba el proceso de Independencia, sino la de un militar que
integra una agrupación política que le entregó la Independencia de
Venezuela a Cuba para que su gobierno decida lo que se debe hacer en la
patria de Simón Bolívar.
El eminente profesor fundador de la Escuela de Educación de la
Universidad de Carabobo, dirigente socialcristiano y quien simpatizó con
el gobierno del presidente Hugo Chávez, quiso dar una lección de
historia de Venezuela para referirse a un documento publicado por el
gobernador Ameliach para restarle importancia a las protestas que se
han venido realizando en rechazo a los decretos del presidente Nicolás
Maduro que arrebatan parte del patrimonio a esta ciudad.
Antes de entrar en el tema preciso de esta entrevista, el profesor
Correa descendiente del prócer de la Independencia, Miguel Peña, dijo
que Valencia siempre ha sido una ciudad demasiado influyente en el país y
por eso es motivo de intensas polémicas sobre la actuación de su clase
dirigente. Está situada en el centro y equidistante de todos los límites
del país.
-El barón de Humboldt, a comienzos del siglo XIX, escribió que hay 22
caminos que salen de Valencia y observó que los valencianos son
desconfiados porque en aquel tiempo por aquí pasaban muchos bandoleros
que los mantenían azotados. Por eso, todavía se conserva la costumbre,
cuando llega un extraño, de preguntarle: de dónde vienes, de qué familia
eres, en qué trabajas.
Es lógico que en otras ciudades se hable mal de los valencianos,
porque esta ciudad ha sido tres veces capital de la República y aquí se
han dado acontecimientos que marcaron la nacionalidad venezolana: la
batalla de Carabobo y la creación de la República de Venezuela con la
separación de la Gran Colombia. Por más que nos llamen traidores, no se
puede desconocer que con esa decisión, tomada por el Congreso
Constituyente de 1830, se inició el proceso de conformación de la
República que debió hacerse efectivo desde el momento en que Bolívar
logró la independencia con la batalla de Carabobo.
¿Cuál es la razón por la cual el domingo pasado, el
gobernador Francisco Ameliach publicó un remitido en el que da a
entender que Valencia fue infiel a la causa de la independencia?
El gobernador es valenciano y hasta la fecha lo ha hecho bien. No sé
para qué se metió en el brollo de comentar lo que se conoce como el
alzamiento de Valencia en 1811, que se debió al fraile capuchino Pedro
Hernández y Juan Antonio Baquero.
Compara aquellos sucesos, que tuvieron lugar poco tiempo después de
la declaración de la Independencia con una pequeña reunión de “ilustres
académicos”, como él mismo los llama, sucedida el 23 de enero pasado
frente a la iglesia de San Francisco. He de admitir que la historia se
repite. Y, al parecer, lo que aconteció en 1811, estamos viviéndolo
nuevamente en Carabobo.
Ante todo debo aclarar que los presentes frente a la iglesia de San
Francisco, que el gobernador llama “ilustres ciudadanos”, eran pocos,
efectivamente, pues se trataba solo de un grupo de personalidades de la
región, cada uno representativo de un sector importante de la sociedad
valenciana.
La historia se repite. La reacción valenciana de 1811 pretendía
volver a una Venezuela realista y atacaba, por ende, la Independencia
declarada días antes. ¿Y ahora, en el 2014? Veamos...
Los “ilustres académicos” amamos la libertad, la independencia
venezolana y estamos dispuestos a dar la vida, si es necesario, para su
logro pleno. El Gobierno Socialista, por el contrario, ha venido
entregando la soberanía del país a Cuba. La historia se repite pero,
comparativamente, hay roles invertidos.
Si Venezuela se independizó de España, ahora se la están entregando a
Cuba. Por eso creo que el movimiento fundado por el profesor Pablo
Aure, no debería llamarse Valencia se Respeta sino Venezuela debe
Respetarse.
¿Cuáles son sus argumentos para afirmar que Venezuela fue entregada a Cuba?
-Todo lo que le voy a decir ha sido publicado por la prensa nacional e
internacional. Pablo Medina denunció que 4 mil 500 milicianos
cubanos, al mando del general de división cubano Leonardo Valdés,
efectuaron una invasión planificada y ordenada por el gobierno de Cuba,
con el beneplácito del inconstitucional Gobierno de Nicolás Maduro.
Después, el general Antonio Rivero reveló que más de 300 efectivos de
la Fuerza Armada Revolucionaria Cubana participan en la toma de
decisiones estratégicas en materia de seguridad y defensa de la Nación,
cuestiones que solo le competen a militares venezolanos.
- Según el mismo general Rivero han ingresado 210 mil 767 cubanos al
país, tanto para el sector defensa, como para el propio Poder Judicial.
De esta cantidad el 83% permanece en el país durante un año o más. Para
el 2010, 92 mil 700 laboraban en la administración pública, bien sea
como asesores a nivel ejecutivo, directores o empleados, lo que
representa un costo para el Estado venezolano de más de 110 millones de
dólares, que incluye no solo su pago, cuyo 18% va al gobierno cubano,
sino la utilización de recursos públicos para su alojamiento, traslado y
hasta manutención.
Se trata de la pérdida de la soberanía, con un gasto público
desmesurado que se malgasta cuando estamos al borde de una crisis
económica.
¿Qué informaciones tiene usted sobre el petróleo que regala Venezuela a Cuba?
-El gobierno constituyó una filial llamada Pdvsa Cuba S. A. que se
encarga del negocio energético con la isla. La empresa se asoció con un
41% a la filial de Cuba Petróleo, Cupet, que con un 49% comercializa el
crudo venezolano en el Caribe, por lo cual Cuba, de consumidor
petrolero, pasó a ser expendedor. Una perfecta triangulación gracias a
los 115 mil barriles diarios que Venezuela le envía como pago a la
“asesoría” cubana, desmanteló la refinería de Caripito para trasladarla a
Cuba y ha gastado, hasta ahora, en este proyecto de refinería cubana la
bicoca de 83 millones de dólares.
Pdvsa otorgó, a dedo, a la cubana Cupet, entre 2009 y 2011, cuatro
campos petroleros del estado Anzoátegui, de excelentes reservas probadas
de crudo convencional.
Con igual participación accionaria, Pdvsa Cuba S. A. y Cubana
Internacional Marítima S.A. constituyeron Transalba para transporte de
crudos a los países del Alba y de Petrocaribe. Son 10 buques, 2 propios y
8 fletados, adquiridos vía Bandes por 122 millones de dólares.
Solo la dádiva petrolera le ha costado al país mil 764 millones de
dólares. Para la electrificación de Cuba regaló 20 millones de dólares,
aparte de los presentes generosos en viviendas, lubricantes y aceites,
autopartes, dos remolcadoras, un cable submarino y la gran participación
en la torta presupuestaria del país.
Por cierto, en diciembre de 2007 Chávez regaló a Cuba 100 petrocasas a
una comunidad llamada Simón Bolívar, que obtuvo del Gobierno venezolano
más que los damnificados de las orillas del Lago de Valencia.
Por otra parte, la empresa venezolana-cubana Albamar S. A. opera
Ferreven, con dos barcos de pasajeros entre Anzoátegui y Nueva Esparta y
es propietaria del ferry de lujo HWSS Discovery, anclado desde hace dos
años en La Guaira, porque fue comprado sin contar con muelle adecuado
para su operación.
Entre el Instituto Autónomo Ferrocarriles del Estado, (Iafe), con el
51%, y la cubana Soldar Carriles, (Solcar), con el 49%, constituyeron
Ferrola S.A., para “proyectos, rehabilitación y mantenimiento de
estructuras ferroviarias e instancias civiles”. Tienen el contrato de
rehabilitación del tren Barquisimeto-Puerto Cabello, paralizado desde
hace años, esperando la reparación de la vía.
Con estas informaciones tomadas de la prensa, que no han sido
desmentidas, ¿puede decir el gobernador Francisco Ameliach que Venezuela
es independiente? El 23 de enero de este año, frente a la iglesia de
San Francisco, el grupo de “ilustres académicos” defendía a Valencia.
Estaban en desacuerdo con los últimos decretos que, objetivamente,
perjudicaban a la ciudad del Cabriales.
La respuesta de Ameliach no debió ser la publicación de un remitido
comentando sucesos, acaecidos hace más de 200 años. Su gran conflicto lo
debe originar su impotencia para reconocer que el Socialismo del
Presidente Hugo Chávez entregó la Independencia, lograda por Bolívar en
Carabobo, a Cuba, una isla que nunca ha conocido la libertad.
En un libro prohibido
-Hay criterios a favor y en contra sobre la separación de Venezuela
de la Gran Colombia, que yo respeto como historiador. Ese no fue un
hecho histórico que surgió del pueblo que lo llamó La Cosiata, porque
había mucho descontento ya que después que habíamos logrado la
Independencia, Venezuela estaba en la ruina. No fue Miguel Peña ni el
general Páez, el prócer de la Independencia más popular después de
Bolívar, fue la reacción popular la que hizo que en la Casa de la
Estrella de Valencia se reuniera un Congreso Constituyente con
representantes del país para tomar la decisión. Existe un libro del
Marqués de Rojas, hermano de don Arístides Rojas, que fue embajador en
París y viajaba con frecuencia a investigar en los archivos del Museo
Británico en Londres, donde encontró documentos que testifican que el
Libertador Simón Bolívar, después que independizó a Venezuela, la
abandonó y prefirió a la aristocracia de Bogotá, que había sido la
capital de un virreinato.Según el Marqués de Rojas, Bolívar traicionó a
Venezuela quitándole a Caracas su condición de ciudad capital para
dársela a Bogotá. Venezuela lo dio todo para la Independencia de los
colombianos. En cambio sus dirigentes nos arruinaron con impuestos de
usura al café, al cacao y añil. En ese libro titulado Tiempo Perdido,
publicado en 1841, se dicen cosas terribles tomadas de documentos
originales. Presuntamente, Bolívar expresó a un embajador de la Gran
Bretaña que propusiera a sus majestades que designaran a un miembro de
la familia real para que presidiera el gobierno de la Gran Colombia.
Según el Marqués de Rojas, Bolívar habría considerado ideal esa
alternativa de gobierno para evitar la anarquía, porque somos productos
de tres razas viles: la de los negros, la de los indios y la de los
españoles, que ligadas son peores. Ese libro fue desaparecido, he
escuchado decir que, quien haga referencia de él va preso por vilipendio
al Libertador. Yo tuve un ejemplar pero se lo presté a Salvador Feo La
Cruz y no sabemos qué lo hizo. Yo creo que si Nicolás Maduro continúa
negándole las divisas a los periódicos para que no digan la verdad,
tendrá otra Cosiata de la que no saldrá ileso ni los que le acompañan
para que Venezuela viva nuevamente esta desgracia.
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