lunes, 13 de enero de 2014

Régimen sanguinario

El Carabobeño
 ¡Hasta cuándo!
Régimen sanguinario
(Foto EFE)
 “…No fui a Miraflores porque Maduro es ilegítimo y este diálogo que ofrecen es tan fraudulento como sus elecciones”… María Corina Machado
El Nacional 12/01/2014

Pablo Aure 
@pabloaure
No es la primera vez que hablamos de la inseguridad. Casi veinticinco mil personas murieron el año pasado en las mismas circunstancias en las que murió la exmiss Venezuela. Desde luego, el cruel asesinato de Mónica Spear y de su esposo causó más revuelo porque se trataba de un personaje conocido y muy querido, no solo por venezolanos, sino por gentes de otros países. Algunos gobiernos alertan a sus ciudadanos sobre el peligro que significa viajar a Venezuela. 
Una banda denominada “Los Sanguinarios” que operaba desde hace años en el sector El Cambur, en la Autopista Valencia-Puerto Cabello, acabó con la vida de Mónica y de Thomas Berry. Supuestamente ya desarticularon -en tiempo récord- la banda y lo que lamentablemente todo el mundo infiere es que se hace necesaria la muerte de un personaje famoso para que los organismos de seguridad actúen con eficiencia. No me vengan con cuento: los organismos de seguridad sabían que esto venía ocurriendo y no hacían nada para evitarlo. Hay cientos de bandas sanguinarias en todo el país. Culpables por omisión. 
Pero le movieron el piso a Maduro
Evidentemente, la tragedia de la muerte de Mónica le ha movido el piso al régimen. La opinión internacional ha sido contundente en desnudar la dramática situación que se vive en nuestro país. En quince años sobrepasan los doscientos mil asesinatos. Nos preguntamos: ¿no es esto una política de Estado para someter con mayor facilidad a la población? Estoy convencido de que ciertamente este régimen pretende acorralarnos y desmovilizarnos. Para ello emplea, sin dudas, a la delincuencia. No otra cosa son los llamados “colectivos” armados que, sobre todo, en Caracas operan bajo el ostensible patrocinio del Gobierno. Encerrarnos en nuestras casas, si logramos llegar a ellas (si no nos matan en el camino o entrando) es ganancia para un régimen tiránico que nos quiere adormecidos. 
Indiscutiblemente hay impunidad. Pero peor que la impunidad, es que no se haya diseñado una verdadera política de prevención, que comience desde la educación inicial. Ni el fallecido presidente, ni ahora su heredero, dan demostraciones de paz, ni mucho menos muestras de querer en verdad erradicar o disminuir la violencia. 
Niños sanguinarios
La mayoría de los que hoy empuñan armas para atracar y asesinar en las carreteras y calles de Venezuela son muchachos que crecieron con este régimen. Tengo fresca aquella frase del difunto presidente cuando dijo que en su mandato acabaría en menos de un año con los niños de la calle. Hoy, muchos de aquellos niños de la calle son atracadores, sicarios y sanguinarios. Es más, de acuerdo a las declaraciones del director del Cicpc, el homicida que disparó contra Mónica Spear y su familia tiene 19 años, es decir, tenía 4 años cuando el desaparecido exmandatario asumió por primera vez el poder. 
¿Sanguinarios matraqueros?
En Mariara pasando el túnel de La Cabrera, Autopista Regional del Centro, también en el estado Carabobo, hace de las suyas otra banda de sanguinarios, con el mismo modus operandi: colocan objetos contundentes en la vía para ocasionar destrozos en los vehículos, para luego atracar o asesinar a los ocupantes. La Guardia Nacional lo sabe ¿Por qué no hace nada? ¿Es muy difícil combatir a esos malhechores? Claro que no. Lo que pasa es que ese combate no es lucrativo para ellos, por lo que prefieren realizar otras actividades menos riesgosas. Por ejemplo, garantizar la parrilla a sus superiores en búsqueda de un ascenso o contar lo que hay en el pote recolectado diariamente en la consabida matraca. No tienen tiempo ni disposición y mucho menos guáramo para patrullar y enfrentarse a los sanguinarios. Esa es la verdad. El militar que me lea sabe que lo que digo es realidad. No tengo dudas de que hay guardias honestos en la institución, pero los que están en puestos de comando hoy en día no lo son. 
¿Cambios o enroques?
Cuando Nicolás Maduro la semana pasada anunció los cambios ministeriales, pensé que el primero en salir era el ministro del Interior y Justicia, Rodriguez Torres, por su estruendoso fracaso en garantizar la seguridad a la población. Pero qué va. Como si no tuviera nada que ver con la inseguridad reinante en el país, fue ratificado. Maduro hizo algunos enroques y dio premios de consolación a otros. ¿El “Potro” ministro? Tampoco dijo nada de los euros que gastó la ministra sustituida. 
Los entendidos de los intríngulis del régimen castro-comunista que dirige al país, dicen que a Rodríguez Torres no lo sacan porque es quien le garantiza a Maduro una estabilidad a medias frente a ciertos peligros que le acechan. Se habla mucho en ese sentido de Diosdado Cabello. Mientras Nicolás Maduro, por mera necesidad o conveniencia (ya que sabe que esto está a punto de colapsar) habla de diálogo para compartir responsabilidades con gobernantes de la oposición, Diosdado no quiere que dialoguen. Clara evidencia de que Cabello desea la implosión, para quedarse con el coroto, pensará él. 
Cuídate Diosdado
Pienso que Diosdado Cabello -nadie puede dudar de que es uno de los duros del régimen- es el que tiene línea directa con militares y colectivos irregulares tipo “La Piedrita”. Dicen que el apartamento donde vivía la finada Lina Ron era de Cabello y se lo regaló. Dicen que es quien controla los “colectivos” armados. Debe estar alerta. Él no es ningún santo. Pero más diablos y con mucho más experiencia son los Castro. Cuidado no vayan a estar tramando sacarlo del juego de repente con una investigación o un juicio. A Maduro saben que lo manejan a su antojo cual marioneta. No se extrañen entonces que le abran un expediente y pretendan inhabilitarlo. 
“Navaja de Ockham”
Conversando con mi amigo, colega, el profesor y extraordinario abogado Lubín Aguirre sobre todo esto que está ocurriendo en el país, le pregunto su opinión sobre el fracaso del régimen en todo lo que se mete. Cómo es posible que el “chavismo”, antes, y el “madurismo” ahora puedan fracasar en todos los ámbitos (en economía, seguridad, salud, construcción de obras, etc). Cuál de todas las excusas o explicaciones tiene sentido. Él me contestó: “Entre tantas excusas rebuscadas y explicaciones dadas, como intervención de agentes del imperio, o la guerra económica, etc. tengo que apelar a la idea conocida como la “Navaja de Ock-ham”. Para mí es el método correcto para encontrar respuesta a esa duda. Dice que entre todas las opciones la más acertada ha de ser la más simple y obvia. En este caso, no cabe duda de que la justificación es la intencionalidad. Es decir, los chavistas -dice- buscan debilitarnos como pueblo y desmoralizarnos para de esa manera someternos con más facilidad. Al fin y al cabo viviremos preocupados por nuestra supervivencia y a la merced del Gobierno, sin fuerzas para provocar un cambio y construir algo mejor. Cuba y Corea del Norte son ejemplos”. 
@pabloaure

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