Gobierno nacional viola
flagrantemente La Convención Americana Sobre Derecho Humanos, celebrada en
San José, Costa Rica
7 al 22 de noviembre de 1969 (Pacto de San José), de la cual Venezuela es
signataria y por tal motivo debe ser respetada. Y además el artículo 19 de
nuestra Constitución de la república establece que el respeto y garantía de los
derechos Humanos son obligatorios para los órganos del Poder Público de
conformidad con esta Constitución, con los tratados sobre derechos humanos
suscritos y ratificados por la República y con las leyes que los desarrollen.
Ahora bien, la Libertad de
pensamiento y Expresión es un Derecho inherente a la persona humana, así lo
establece el artículo 58 constitucional: “…Toda persona tiene derecho a la
información oportuna, veraz e imparcial, sin censura…” y el artículo 13 del
pacto de san José, el cual es más explícito al decirnos en su artículo
13: que “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de
expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y
difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras,
ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier
otro procedimiento de su elección…”ordenándose expresamente en esa Pacto y en
el mismo artículo 13 ordinal 3 que: “No se puede restringir el derecho de
expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles
oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias
radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o
por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la
circulación de ideas y opiniones”
En estos últimos años hemos
visto que el régimen que gobierna a Venezuela hace exactamente lo contrario. En
lugar de garantizar el derecho a la información lo limita, lo restringe y sin
lugar pretende abolirlo. Muestras sobran. Comenzaron con el ataque sistemático
a través de insultos e improperios desde el alto gobierno, y algunas veces en cadena
nacional, luego utilizaron a los “colectivos” entre ellos los tristemente
recordados y dirigidos por la finada Lina Ron, luego impusieron una Ley
resorte, han aplicado indebidamente y con procedimientos aberrantes a los
medios para quebrarlos o tratar de logra su “autocensura” y ahora, después de
agotar esas vías continúan el acecho comunicacional, no solo con los abusivos
controles fiscales para el otorgamiento de las divisas para la compra del papel
periódico, sino que a pesar de cumplirse con los requisitos cada vez más
complicado se les niega inexplicablemente las divisas para tales fines a
aquellos medios cuyas líneas editoriales no obedecen directrices
gubernamentales.
Nos preguntamos: ¿cómo podemos
calificar este sistema de gobierno que pretende que se diga o informe lo que a
él le conviene? No podemos dudar en afirmar que estamos en presencia de un
claro ejemplo de un régimen dictatorial de nuevo cuño, que no solo quiere
controlar todos los poderes como en efecto lo ha venido haciendo, sino que
también quiere limitar la manera como los ciudadanos podemos expresarnos. Y
para nadie es un secreto que una de las pocas ventanas para expresarnos en
Venezuela son los medios impresos, y algunos desafiantes programas de opinión
en la radio, pues, los controles dictatoriales cada vez son más cruentos en
contra de las televisoras, me refiero a aquellas que aún no el régimen
literalmente no le ha puesto la mano con testaferros que fungen de esbirros
para limitarle a los ciudadanos comunicarnos.¿
¿Qué hacer ante estos hechos
antidemocráticos, venidos del alto gobierno? No queda otra que la movilización
y la unidad. Si no nos movilizamos y nos unimos el régimen seguirá cometiendo
sus tropelías. Exigir con coraje que se respeten nuestros derechos.
Probablemente pueda haber respuestas violentas de parte del régimen, pero si
queremos que nos respeten no debemos tener miedo en encarar a un régimen
oprobioso, cuéstenos lo que nos cueste, sino lo hacemos no seríamos buenos
ciudadanos, al permitir que nos pisoteen y callarnos mansamente. O nos hacemos
respetar o nos pisotearán.
En nombre de “Valencia se
respeta”, ratifico la invitación para este 23 de enero frente a la antigua
facultad de Derecho en la calle Colombia, a concentrarnos pacifica pero
enérgicamente para reclamar libertad y democracia para Venezuela. Ya basta de
burlas hay que hablar con la fuerza que nos da la razón.
No podemos dejar pasar por
debajo de la mesa esa fecha gloriosa del pueblo venezolano, donde después de la
tenaz lucha los universitarios, partidos políticos desde la clandestinidad y la
sociedad civil hicieron posible que un dictador saliera del poder, hoy les pido
algo más sencillo a mis colegas universitarios, a mis amigos de la sociedad
civil, a todos los partidos con ideales democráticos y en fin a quienes amen a
Valencia, a Carabobo y a Venezuela para que asistan el próximo 23 de enero para
recordar los motivos que provocaron la caída de Pérez Jiménez y además, para
que nos sirva de inspiración para seguir reclamando una Venezuela libre y
verdaderamente para el pueblo venezolano, sin presos ni perseguidos políticos. Enciende
esa llama libertaria para construir la Venezuela de nuestros sueños.
Pablo Aure
“Valencia se
respeta”
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