Ya ha quedado demostrado que el problema no
era el presidente sino el sistema de gobierno que tenemos implantado en
Venezuela. Murió Chávez y el heredero sigue haciendo lo que le ha provocado sin
tener ningún contrapeso de los poderes públicos encargados de controlarlo. Ni
ha respetado los principios y valores que son propios de la democracia. Nicolás
Maduro al igual que su antecesor, acepta las decisiones del soberano solo
cuando le son favorables.
No son pocas las voces que hablan de la
pérdida de la esperanza, o de la necesidad de rebelarse contra quienes nos
gobiernan. Soy un optimista por naturaleza, y al contrario tengo la fe y la
confianza de que de esto saldremos. Probablemente el tiempo es lo difícil de predecir,
pero seguro estamos de que nos acercamos al momento crucial, más de lo que
algunos piensan.
De las dificultades pueden surgir las grandes
oportunidades; por ejemplo, el 2014 creemos será el año más difícil desde el 58
para acá. Estará marcado por una inmensa escasez, devaluación y protestas.
Aparentemente no habrá elecciones, lo cual implicará que el régimen tendrá que
lidiar con los problemas sin poder tener una confrontación política de esas que
tanto anhela para poder descargar la responsabilidad al pasado.
Ahora bien, a los ciudadanos nos corresponde
la gran tarea de desmotar las bases del castrocomunismo que ha venido
empobreciendo y destruyendo a nuestro país. Tenemos los mecanismos para la
reconstrucción del país. Hace más de una década lo plantee pero no tuvo pegada.
Lo dije cuando el “carmonazo”: que lo que estaba dado era convocar una Asamblea
Constituyente. Quizá si eso hubiese ocurrido, jamás habríamos llegado a esta
crisis. Últimamente se ha venido insistiendo en la constituyente para
reconciliar al pueblo venezolano, y esta vez sí: refundar lo que un día fue una
república en la que, a pesar de los errores cometidos, los poderes públicos
tenían su majestad y eran respetados.
El 2014 nos brinda la oportunidad perfecta
para recorrer el país explicando esa salida. Me refiero a la convocatoria de
una Asamblea Nacional Constituyente. No solo para cambiar al presidente sino
para darnos un nuevo orden institucional. A Venezuela la está destruyendo es el
sistema de gobierno, donde se ha permitido que el dinero y las empresas de los
venezolanos se manejen sin ningún tipo de control, y lo que es peor, que se
maneje desde un país distinto a Venezuela. ¿Quién duda que el régimen
dictatorial de Cuba es quien fija las directrices al gobierno venezolano?
Estamos a merced no solo de la dictadura más sangrienta del caribe sino de unos
chulos que se mantuvieron por muchos años financiados por la unión soviética
hasta que llegó Chávez a la presidencia de Venezuela, y ahora con más soltura
exprime lo que queda con Maduro en Miraflores.
El artículo
347 de la CRBV nos señala que “El pueblo de Venezuela es el depositario del
poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una
Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear
un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución” y luego
continúa el texto constitucional en el artículo 348:“La
iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrán tomarla
el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea
Nacional, mediante acuerdo de la dos terceras partes de sus integrantes; los
Concejos Municipales en cabildo, mediante el voto de las dos terceras partes de
los mismos; o el quince
por ciento de los electores inscritos y electoras inscritas en el registro
civil y electoral” (para solicitar el revocatorio es
necesario que lo convoque por lo menos el 20% de los electores)
Tenemos la
herramienta constitucional y estamos frente al mejor escenario para convocarla.
Pienso que esa sería la salida más honrosa para Nicolás Maduro, inclusive él
mismo debería convocarla para evitar mayores males para el país.
Las bases
para la elección deben ser diferentes a la convocatoria del 99, pues en esa
asamblea Constituyente debe estar representado proporcionalmente la identidad
nacional, es decir debe respetarse a las minorías para que esté compuesta o
integrada por las diversas ideologías, y para redactar una Constitución genuina
y producto de los debates que en ella se den. No puede ser un texto para
satisfacer a un grupo o tendencia determinada, recordemos las constituciones
son los pactos o contratos de convivencias en los países que tienen que
respetarse y aceptada por todos. No puede ser algo impuesto sino el producto de
deliberaciones democráticas. La constituyente, no hay por qué dudarlo, no solo
reconciliaría a los venezolanos, sino que pondría orden a esta anarquía que
estamos viviendo.
Entiendo y
comparto la extrema desconfianza que existe en la población hacia el Consejo
Nacional Electoral, pero es el que tenemos, la otra vía por ahora no la avizoro
en lo inmediato, aunque, cada día que pasa la escuchamos susurrar con más
intensidad. Por eso apostemos a la Constituyente antes que nos sorprendan de
repente con otro alzamiento militar.
@pabloaure
Notitarde
Asamblea Nacional Constituyente debería ser convocada en 2014
Valencia,
diciembre 23 (Daisy Linares).- El abogado y secretario de la
Universidad de Carabobo, Pablo Aure, consideró este lunes que el año
2014 brinda la oportunidad perfecta para la convocatoria a una Asamblea
Nacional Constituyente. Para recorrer el país explicando esa salida,
destacó.
“Me refiero a no solo para cambiar al Presidente, sino para darnos un nuevo orden institucional, porque a Venezuela la está destruyendo el sistema de Gobierno, donde se ha permitido que el dinero y las empresas de los venezolanos se manejen sin ningún tipo de control, y lo que es peor, que se maneje desde un país distinto a Venezuela”.
Asimismo, Aure se preguntó: “¿quién duda que el régimen dictatorial de Cuba es quien fija las directrices al Gobierno venezolano? Estamos a merced no solo de la dictadura más sangrienta del Caribe, sino de unos chulos que se mantuvieron por muchos años financiados por la Unión Soviética hasta que llegó Chávez a la Presidencia de Venezuela, y ahora con más soltura exprimen lo que queda con Maduro en Miraflores”.
Para el Secretario de la UC, “tenemos la herramienta constitucional y estamos frente al mejor escenario para convocarla. Pienso que ésa sería la salida más honrosa para Nicolás Maduro, inclusive él mismo debería convocarla para evitar mayores males para el país. Las bases para la elección deben ser diferentes a la convocatoria del 99, pues en esa Asamblea Constituyente debe estar representada proporcionalmente la identidad nacional, es decir, se debe respetar a las minorías para que esté compuesta o integrada por las diversas ideologías, y para redactar una Constitución genuina y producto de los debates que en ella se den”.
Continuó diciendo que “no puede ser un texto para satisfacer a un grupo o tendencia determinada, recordemos que las constituciones son los pactos o contratos de convivencia en los países que tienen que respetarse y aceptadas por todos. No puede ser algo impuesto, sino el producto de deliberaciones democráticas. La Constituyente no solo reconciliaría a los venezolanos, sino que pondría orden a esta anarquía que estamos viviendo. No hay por qué dudarlo”.
“Me refiero a no solo para cambiar al Presidente, sino para darnos un nuevo orden institucional, porque a Venezuela la está destruyendo el sistema de Gobierno, donde se ha permitido que el dinero y las empresas de los venezolanos se manejen sin ningún tipo de control, y lo que es peor, que se maneje desde un país distinto a Venezuela”.
Asimismo, Aure se preguntó: “¿quién duda que el régimen dictatorial de Cuba es quien fija las directrices al Gobierno venezolano? Estamos a merced no solo de la dictadura más sangrienta del Caribe, sino de unos chulos que se mantuvieron por muchos años financiados por la Unión Soviética hasta que llegó Chávez a la Presidencia de Venezuela, y ahora con más soltura exprimen lo que queda con Maduro en Miraflores”.
Para el Secretario de la UC, “tenemos la herramienta constitucional y estamos frente al mejor escenario para convocarla. Pienso que ésa sería la salida más honrosa para Nicolás Maduro, inclusive él mismo debería convocarla para evitar mayores males para el país. Las bases para la elección deben ser diferentes a la convocatoria del 99, pues en esa Asamblea Constituyente debe estar representada proporcionalmente la identidad nacional, es decir, se debe respetar a las minorías para que esté compuesta o integrada por las diversas ideologías, y para redactar una Constitución genuina y producto de los debates que en ella se den”.
Continuó diciendo que “no puede ser un texto para satisfacer a un grupo o tendencia determinada, recordemos que las constituciones son los pactos o contratos de convivencia en los países que tienen que respetarse y aceptadas por todos. No puede ser algo impuesto, sino el producto de deliberaciones democráticas. La Constituyente no solo reconciliaría a los venezolanos, sino que pondría orden a esta anarquía que estamos viviendo. No hay por qué dudarlo”.
El Carabobeño
Aure propone una Constituyente que desmonte el sistema comunista
El analista político Pablo Aure propone para el próximo año una
Asamblea Nacional Constituyente que permita desmontar las bases del
castrocomunismo que ha empobrecido y destruido el país en los últimos 14
años.
De acuerdo con el criterio del secretario de la Universidad de
Carabobo esa es la forma para cambiar al Presidente de la República y
darnos un nuevo orden institucional que impida “que el dinero y las
empresas de los venezolanos se manejen sin control desde un país
distinto”.
Aure justifica la necesidad de convocar a una Constituyente afirmando
que está demostrado que el problema de Venezuela no era el Presidente
de la República, sino el sistema de gobierno que tenemos. “Murió Chávez y
el heredero sigue haciendo lo que le provoca, sin tener ningún
contrapeso de los poderes públicos encargados de controlarlo. Ni ha
respetado los principios y valores que son propios de la democracia.
Nicolás Maduro, al igual que su antecesor, acepta las decisiones del
soberano solo cuando le son favorables”.
¿Quién duda de que el régimen dictatorial de Cuba fija las
directrices al Gobierno venezolano?, pregunta para luego afirmar que el
país está a merced no solo de la dictadura más sangrienta del Caribe,
financiada por la Unión Soviética hasta que llegó Chávez a la
Presidencia de Venezuela, y ahora con más soltura exprime lo que queda
con Maduro en Miraflores.
La Asamblea Nacional Constituyente podría convocarse de acuerdo con
el artículo 347 de la Constitución que consagra al pueblo como
depositario del poder constituyente originario para transformar el
Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva
Constitución”.
Aure propone que en esa Asamblea Nacional Constituyente, deben estar
representadas las minorías para darle participación a diversas
ideologías de manera que se redacte una Constitución genuina para la
convivencia,la reconciliación y para poner orden a la anarquía que
estamos viviendo.
El analista argumenta que, el próximo año, estará marcado por una
inmensa escasez, devaluación y protestas. Aparentemente no habrá
elecciones, lo cual implicará que el régimen tendrá que lidiar con los
problemas sin poder tener una confrontación política de esas que tanto
anhela para poder descargar la responsabilidad al pasado.Tengo fe y
confianza en que saldremos de esta situación. El tiempo es lo difícil de
predecir, pero seguro estamos de que nos acercamos al momento crucial,
más de lo que algunos piensan.
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