¡Hasta cuándo!
Se acerca diciembre, mes que según nuestras tradiciones es época de
pintar la casa, de estrenar ropa y, en fin, de hacer gastos.
Históricamente hay mucho circulante ya que los trabajadores cobran sus
aguinaldos y utilidades.
Parece raro que comience escribiendo de diciembre cuando todavía
noviembre no ha terminado. Lo hice porque no tengo la menor duda de que
este diciembre será el peor de todos, en cuanto a la economía se
refiere. Los negocios estarán vacíos. El régimen ha decidido poner en
práctica la tesis de la ex candidata presidencial María Bolívar en lo
que representa a disminuir la inflación: bajando los precios por
decreto.
Eso es lo que está ocurriendo. Desde luego muchos se alegran porque
aprovechan la oportunidad para comprar barato lo que semanas atrás
estaba por las nubes. Lo poco que producimos, como la cabilla, no se
encuentra, o la venden también a un precio exagerado y con comisiones.
Por cierto, el monopolio de su comercialización está en manos del
gobierno y penetrado fuertemente por el sector militar, los mismos que
apuntan con sus fusiles a los comerciantes para que bajen los precios.
Ironía y engaño gubernamental
Hacen ver que están luchando contra la especulación con medidas
espasmódicas, y en el fondo se sabe que los productos que el pueblo más
necesita los están revendiendo en las zonas populares. Es anecdótico ver
a una ministra supervisar los precios de los perfumes en las tiendas
“Don Lolo” en el Sambil, cuando sin ir muy lejos, en las barriadas
venezolanas los primeros en especular son los que han hecho del comercio
informal su principal fuente de ingreso. ¿No me creen? pues, los invito
a estar pendientes cuando se corre la voz de la llegada de leche, la
harina o el aceite en algún supermercado de las urbanizaciones. Observen
bien quiénes son la mayoría de los que se encuentran en las colas.
No son justamente vecinos de la localidad sino comerciantes
informales de toda la geografía del estado, que cual red eficiente,
mediante mensajería, en fracciones de minutos rodean dichos comercios.
Muchos se vienen de esos diversos lugares con sus familiares, para
comprar el producto que escasea y burlar el racionamiento. Digo que es
condenable que compren para revender en su barrio a precios que superan
notablemente la regulación gubernamental. Vayan y compruébenlo. La
harina: ¿en cuánto la compran y en cuánto se la venden a los más
necesitados, que son sus vecinos? Por ejemplo la Harina Pan que está
regulada en 6Bs. la venden en 30Bs. Igual con la leche y el aceite.
Esto ocurre de la misma manera con las tiendas de electrodomésticos,
en las que han proliferado los vendedores de cupos en las colas y los
revendedores de artefactos. Lo peor del caso es que quienes hoy compran
televisores y neveras a precios que ellos creen ser baratos, en
diciembre tendrán que venderlos para comprar sus estrenos o hacer las
hallacas, si es que encuentran los ingredientes, y tienen gas. Este
último servicio se ha convertido en un calvario para conseguirlo, pues
la gente debe llevar las bombonas a la empresa surtidora y hacer largas
colas para llenarlas, si tienen suerte. Hay personas pobres que me han
dicho que han tenido que perder un día de trabajo para poder conseguir
el gas.
Amigos entramos en un remolino que nos hunde cada día más. Engaño
tras engaño. Estas políticas demagógicas hacen sentir -a los
oficialistas- que están subiendo en las encuestas. Es probable. Pero
para el 8-D todavía faltan 12 días. Los televisores se acaban, y el
hambre viene a cada rato. Lo más seguro es que no les rinda tanto el
populismo.
Cocchiola vs la justicia castrocomunista
La semana pasada abordé el tema tangencialmente, hoy trataré de
enfocarlo desde el punto de vista jurídico político. Para nadie es un
secreto que Miguel Cocchiola gana cómodo la Alcaldía de Valencia, según
todos los sondeos de opinión, incluyendo los contratados por el sector
oficialista. Imposible que en buena lid puedan arrebatarle el triunfo.
Ahora bien, en este país desgraciadamente las instituciones son un
fiasco, comenzando por la Fiscalía General de la República y el Tribunal
Supremo de Justicia, que guardan en sus actuaciones incontestable
sumisión al partido de gobierno. Ni se diga de los militares, al
servicio de agentes cubanos y fuertemente penetrados por la corrupción.
Todo el mundo lo sabe.
Pues bien, ya se ha anunciado que Cocchiola regresa mañana a las 2 de
la tarde por el aeropuerto Arturo Michelena de Valencia. Allí
estaremos, y seguramente estarán también los sabuesos del régimen que
para nada les importa la Constitución. Actúan como verdaderos esbirros.
Miguel Cocchiola no solamente será el próximo alcalde de Valencia, sino
que fue elegido por los carabobeños como diputado a la Asamblea
Nacional, por lo que goza de inmunidad parlamentaria que es una
institución reconocida por el mundo entero para evitar persecuciones
penales y hostigamiento contra ciertos funcionarios. Aquí en Venezuela
los diputados de la Asamblea Nacional gozan de inmunidad desde su
proclamación hasta el cese de sus funciones.
El artículo 200 de la Constitución dice: “De los presuntos delitos
que cometan los y las integrantes de la Asamblea Nacional conocerá en
forma privativa el Tribunal Supremo de Justicia, única autoridad que
podrá ordenar, previa autorización de la Asamblea Nacional, su detención
y continuar su enjuiciamiento. En caso de delito flagrante cometido por
un parlamentario o parlamentaria, la autoridad competente lo pondrá
bajo custodia en su residencia y comunicará inmediatamente el hecho al
Tribunal Supremo de Justicia”. Lo primero que deben tener claro los que
se han empeñado en perseguir y detener a Cocchiola, es que el único
organismo que puede autorizar su detención es el TSJ. Y conforme con el
artículo 377 del Código Orgánico Procesal Penal, para ello primero debe
existir una solicitud de la Fiscalía General de la República, y para
que el TSJ en Sala Plena pueda declarar si hay méritos para el
enjuiciamiento debe previamente la Asamblea Nacional autorizarlo.
Ahora, faltan 12 días para las elecciones ¿ustedes creen que hay
tiempo para todo esto? Creo que con Cocchiola se les enredó el papagayo.
Ustedes dirán que en dictaduras se saltan a la torera los
procedimientos. Yo les contesto: supongamos que lo hagan. La sola
autorización para enjuiciar a un diputado o allanamiento de su inmunidad
no significa que sea culpable de nada, solo de que está abriéndose un
proceso. Existe un derecho humano fundamental que es el de la presunción
de la inocencia. Cocchiola no dejará de ser candidato ni diputado
elegido por el pueblo.
Amigos, la inmunidad, aunque se piense que es una prerrogativa de los
parlamentarios para no ser perseguidos penalmente y facilitarle el
ejercicio de sus funciones, es más bien una protección para los
electores. Permite tener representantes que puedan actuar y vigilar a
los gobernantes para el beneficio del pueblo sin que puedan ser
perseguidos.
¿Y si cuando venga lo inhabilitan?
De todo hemos escuchado. Si lo inhabilitan o sumariamente lo condenan
(ha sucedido) estarían inhabilitando al pueblo de elegir su candidato.
Habría chance para substituirlo. Y si arbitrariamente ocurre después de
su elección, tendríamos nuevas elecciones en Valencia. Aunque pienso que
si los valencianos no reaccionamos, y nos dejamos someter por el
gobierno, poco o nada seríamos capaces de defender. No es a Cocchiola,
es a nuestra ciudad. Dejaríamos que la sigan destruyendo y saqueando sus
recursos. La invitación es a que acompañemos mañana desde el mediodía
la llegada de Miguel Cocchiola en el aeropuerto de Valencia.
Advertencia constitucional
Finalmente les recuerdo a los funcionarios policiales o de seguridad
lo que establece la parte final del artículo 200 constitucional: “Los
funcionarios públicos o funcionarias públicas que violen la inmunidad de
los y las integrantes de la Asamblea Nacional, incurrirán en
responsabilidad penal y serán castigados o castigadas de conformidad con
la ley”. Este gobierno no será eterno y escríbanlo, más temprano que
tarde los que hoy son esbirros mañana serán prófugos o sometidos a
juicio por sus fechorías. No me refiero a venganza sino a la aplicación de
la justicia tan necesaria para adecentar nuestra nación que en estos
últimos años ha sido pisoteada por rufianes y malhechores.
Que se entienda bien, quiero que estas últimas líneas sirvan de
clarinada a los diputados oficialistas que gozan de inmunidad y que como
pueblo civilizado y amante del estado de derecho tendremos que respetar
hasta el día en que cesen en sus funciones. Por ejemplo, el diputado
Pedro Carreño seguirá gozando de su inmunidad parlamentaria por muchas
sospechas que podamos tener sobre él y aunque existan suficientes
elementos de convicción para hacerle presumir a un juez que está incurso
en hechos punibles, no podrá ser detenido sin dársele el derecho a la
defensa, a menos que sea sorprendido infraganti, cuestión que no nos
debería sorprender. En este caso, como lo establece el artículo 200 de
la Constitución, quedaría en su residencia bajo custodia policial
mientras el TSJ autoriza su enjuiciamiento.
@pabloaure
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