lunes, 28 de octubre de 2013

Patria querida



¡Hasta cuándo!
Patria querida
@pabloaure
Debemos admitirlo con dolor: los venezolanos no somos ni la sombra de quienes nos independizaron. Muchas veces siento que nuestro himno está compuesto por estrofas bonitas y valerosas, pero que no se parangonan con la situación trágica que como pueblo hoy vivimos. Cuando cursaba la primaria en San Carlos, estado Cojedes, específicamente en el grupo escolar “Eloy Guillermo González”, y también en Valencia cuando comencé el ciclo básico de la secundaria en el Instituto de Comercio Carabobo, dirigido por la siempre responsable Subdelia Páez de Sevilla, y más adelante, el diversificado, en el Pedro Gual, me llenaba de emoción al escuchar nuestro himno nacional que cantábamos los estudiantes y que nos hacía querer y respetar a nuestro país. Confieso que internamente vivía la letra de lo que cantábamos y era capaz de enfundarme de “bravura” a la hora de defender los intereses de mi patria Venezuela. Me sentía parte de verdad de un “bravo pueblo”.
Posteriormente, a finales de los setenta y comienzo de los ochenta, al llegar a la Universidad, muy pocos de los que hacían vida universitaria eran lo que ahora pudiéramos llamar “comeflores”. Cada quien con su ideología defendía con coraje sus posiciones. Nada de tolerancia con posturas entreguistas. Por aquella época asumimos de frente la defensa de la soberanía. Que nadie nos tocara nuestro Golfo de Venezuela ni ninguna porción del territorio. Nos sentíamos capaces de cualquier cosa para defender nuestra soberanía. En la Facultad de Derecho realizábamos foros con expertos. Una vez trajimos a Lara Peña que expuso su revolucionaria tesis de “las costas secas”, aquellas que no generan plataforma continental. Nos preocupábamos por nuestras fronteras, y percibíamos que nuestros gobernantes también ponían celo, así como los militares de entonces. Todos se ocupaban de defender la patria frente a cualquier intento de ser violada su soberanía.
Hoy pienso que nos hemos distraído en cuestiones absurdas, que pensábamos superadas ya. Nos hemos olvidado del “Golfo de Venezuela” y, sin mayor estupor ya oficialmente pintamos el mapa de nuestro país sin ni siquiera dibujar la “zona en reclamación”.
Penetrados y humillados
Quién en su sano juicio pudo haberse imaginado que con un gobierno militar,  como el que en mala hora tenemos desde hace casi 15 años, iba a ocurrir lo que estamos viendo en materia de soberanía y defensa del territorio. Estimados amigos, estamos presenciando inermes el mayor despojo que haya sufrido una nación y nos hemos arrodillado ante los designios de otro país. Venezuela no está siendo gobernada por un venezolano sino por la dictadura cubana. Y para mayor vergüenza, nuestros militares son cacheteados por militares o milicianos castrocomunistas, los mismos que en décadas pasadas asesinaron a nuestros patriotas militares que lograron derrotar una invasión orquestada por Fidel Castro.
Hemos aceptado, por otra parte, que la narcoguerrilla colombiana haga lo que le venga en ganas en nuestras fronteras, y ya, incluso, en el centro del país. El difunto se atrevió a reconocerles un estatus de beligerancia.  Pues bien, si eso fue con el principal enemigo de nuestros compatriotas que habitan en los estados fronterizos, imagínense ustedes los acuerdos a los que pudo haber llegado con Guyana. Tan es así -y ayer Henry Ramos, lo recuerda en entrevista que le concediera a este mismo diario al acucioso periodista Alfredo Fermin- quien al preguntarle que si era cierto que teníamos un país invadido, Henry contestó: “Venezuela es un país invadido en diferentes sitios y con diversas modalidades. La reclamación histórica pendiente con Guyana, está desestimada, desde 2008, cuando Chávez dijo, en el Grupo de Río, que ese es un reclamo de un gobierno adeco instigado por Estados Unidos. Maduro también le dio la razón a Guyana, siguiendo la línea de Cuba para que, a ese país, no se le reclame el territorio en disputa…”
Como sabandijas
Los Castro de Cuba son como las sabandijas, ellos intentarán seguir desangrando nuestro país como hasta ahora lo han hecho. Utilizaron al finado, que tenía liderazgo en la institución militar y, ahora, con mayor facilidad procuraran continuar la destrucción nacional dirigiendo a la perfecta marioneta de dudosa nacionalidad sacada como de una chistera. ¡Por Dios! ¿Maduro presidente? No tiene voz de mando, ni tampoco la preparación suficiente para estar al frente del gobierno. Por esa razón fue seleccionado por el régimen cubano. Era necesario un personaje así de gris y dócil para manejar el plan de invasión. Maduro sin los Castro es un cero a la izquierda, y él lo sabe. Creo, además, que él se enorgullece de ser manejado por esos asesinos y dictadores. Probablemente tiene en su carga genética la misma manera de actuar.
Ramírez y la economía.-
Ayer, Rafael Ramírez, en el programa con José Vicente Rangel por Televen, sin ruborizarse, dijo que la economía venezolana se arreglaría dentro de 50 años. Estas fueron sus palabras: “El plan de la patria que nos dejó el Presidente Chávez es nuestro plan. El de la burguesía es el de la antipatria. A esta revolución le hacen falta por lo menos 50 años más para enderezar todos los desequilibrios que hemos encontrado acá”. Vaya que el tipo es caradura. Llevan 15 años destrozando la economía venezolana y dice que la culpa es de los gobiernos anteriores. En aquella Venezuela había cierta autonomía y respeto institucional. Tan es así que fueron las instituciones “puntofijistas” las que destituyeron y encarcelaron a un presidente constitucional. Hay que recordarle a Ramírez que antes no teníamos que hacer cola para encontrar los productos de primera necesidad y no solíamos pensar a cada rato que nos matarían o atracarían si salíamos a la calle. Aceite, leche o harina la encontrábamos en la bodega de la esquina. En cambio los bodegueros de esas esquinas, no es que no tengan qué vender, sino que corren el peligro de ser saqueados si les llega lo que cuesta encontrar.
El diputado Ricardo Sanguino ayer admitió que la inflación de este año llegaría al 50%. Él es oficialista y maquilló los verdaderos pronósticos que sobrepasan con creces esa cifra.
Vencer el miedo para avanzar.-
Sigo pensando que la salida jamás puede ser la indiferencia ante lo que sucede. No pensemos que con solo votar cada cierto tiempo y con un árbitro tramposo nos zafaremos de esta plaga. La propuesta es activarnos en los reclamos y hacer sonar nuestras voces donde nos encontremos. Los espacios educativos son el mejor escenario para plantear crudamente la problemática nacional. Siempre he considerado que desde las universidades pueden emerger las mejores propuestas, eso sí, guiándonos no solamente por el sentido común sino por la imaginación amalgamada con los estudios y experiencias vividas. En el mundo se ha demostrado que el modelo de gobierno que se ha implantado en Venezuela es nefasto para el progreso. Desune a los pueblos y se empobrecen cada vez más. Mi propuesta sigue siendo la protesta, la denuncia y la discusión (sin dejar de votar). No crean que no tengo miedo. Claro que estoy aterrado. Pero ese temor que se apodera de mí es el de que mañana sea tarde para reaccionar. 
@pabloaure

No hay comentarios:

Publicar un comentario