domingo, 2 de junio de 2013

Referéndum universitario @UCarabobo


“Ladran Sancho, señal que cabalgamos”

Vienen por las universidades, y si las encuentran vacías mejor.
El paro es una mala estrategia. No me cansaré de decirlo, ojalá que cuando tengamos que defenderla de manera decidida se incorporen en primera fila los que hoy lo promueven.
Evidentemente protestar con las puertas de la Universidad cerradas es una manera mezquina y sin riesgo. Difícil y arriesgado es enfrentarse a un régimen dictatorial que poco a poco las ha venido silenciando a través de la asfixia presupuestaria, manteniendo al trabajador universitario más preocupado por su supervivencia individual que por la construcción de la democracia; por esa razón quizá han sido los estudiantes quienes con su coraje y pasión le han hecho frente a los desafueros gubernamentales.
Pienso que la manera democrática para definir el mecanismo de lucha, y que no genere divisiones a lo interno, es mediante la implementación de un referéndum consultivo para preguntarle a toda la comunidad universitaria si está de acuerdo o no, con el paro indefinido.
¿Rectoría de facto?.-
No tengo dudas que muchos de buena fe creen que las reivindicaciones pueden lograrse paralizando las actividades. A ellos les digo: créanme a este régimen poco o nada le interesa que se cierren las universidades autónomas. Es  más, procura silenciarla y la mejor manera es desmovilizándolas con esos paros. Otros, que de mala fe, y disfrazados de demócratas u opositores, se involucran promoviendo el paro, deliberadamente lo hacen para generar la ingobernabilidad y con ello pensar que podrán volver a ocupar cargos directivos dentro de la institución. Sin entrar a considerar que perdiendo la universidad ellos también saldrán derrotados. A no ser que tengan pactos con el régimen tras bastidores y estén “negociando” una rectoría de facto.  
Lucha de nunca acabar.-
La lucha universitaria será de nunca acabar mientras las máximas casas de estudio se limiten a elaborar nóminas los quince y últimos de cada mes. Cosas como estas son las que escuchamos a diario en los pasillos: ¿No han hecho la transferencia para el pago de tal deuda? ¿Cuándo nos pagan? ¿Nos van a aumentar o no y cuánto será ese aumento? ¿Cuándo pagan el 8.5% o el bono vacacional? Tengo problemas con el HCM, necesito unos viáticos para un congreso. Soy beca máxima calificación pero no me la pagan. Se nos accidentaron tantos autobuses, se dañaron los aires acondicionados, no tenemos reactivos en los laboratorios. O asaltaron a tal o cual estudiante o trabajador universitario. Otros, un poco menos románticos están pendientes para ver de qué manera desacreditan a las autoridades. ¡Si señor! eso ya es común hablar de las autoridades como las culpables de cuanto problema se presente. Inventos de este tipo: que si están engordando el dinero en los bancos y por eso no pagan a tiempo.
Quizá cada Universidad autónoma en Venezuela tenga sus particularidades internas, pero me imagino ese es el mismo trajinar de todas las autoridades; algunas con más presencia y notoriedad que otras.
Esa lucha pudiera acabar cuando entendamos que debemos generar nuestro propio financiamiento y no esperar que el ejecutivo nacional se apiade de nosotros.
Sin duda, la Universidad venezolana requiere de grandes transformaciones, y para ello tenemos que tener puntos de encuentro: primero identificar qué es lo que queremos y hacia dónde queremos ir, más allá de pensar a quién queremos como decano o como rector; debemos detenernos y reflexionar sobre este sistema universitario que estamos viendo agonizar.   
@pabloaure
Prof. Pablo Aure
Secretario UC 

1 comentario:

  1. Es asi profesor.!! Todo lo que ud dice en estr articulo es tan cierto y hasta cierto punto tan evidente que muy pocos pueden dicernirlo claramente incluyendome, es por esto que hay que aprender a leer entre lineas, porque concuerdo con ud en cuanto a lo de que la lucha es mas dificil con las universidades desiertas... Asi que sigamos en la lucha por una universidad digna y en paz con sueldos dignos, laboratorios funcionales, infraestructura de vanguardia y directivos y profesores que difiendan los intereses universitarios y educacionales.

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