lunes, 21 de enero de 2013

Sigue la treta cubana


El Carabobeño
¡Hasta cuándo!
Sigue la treta cubana
(Foto Archivo El Carabobeño)
 Pablo Aure 
Por los vientos que soplan, los cubanos pronto devolverán a Chávez. No sabemos en qué condiciones, pero todo indica que para el G-2 ya Hugo Rafael se ha convertido en un rehén difícil de ocultar. 
No tenemos dudas de la grave situación en la que se encuentra Chávez. Quizá de lo que pudiéramos tener sospechas es de si aún permanece con vida o es capaz de mantener la oxigenación luego de ser desconectado del respirador mecánico. 
Todas las declaraciones de los funcionarios apuntan a preparar el terreno para anunciar la noticia. Quizá lo traigan al Hospital Militar y a los pocos días anuncien que, a pesar del esfuerzo titánico, el cáncer lo venció. 
Ayer en el programa con José Vicente Rangel, Nicolás Maduro, ungido por el desaparecido mandatario como su sucesor, afirmó que el equipo médico que atiende al Presidente está formado por “los mejores médicos y médicas que pueda tener, gente formada en las mejores universidades del mundo”. Pues bien, si eso es así, ¿por qué razón no han sido ellos quienes informen al pueblo venezolano del estado de salud del Presidente? La respuesta es muy sencilla: ninguno de los galenos con las características que dice Maduro que poseen los que atienden o atendieron a Chávez serían capaces de ocultar la verdad de su enfermedad. 
Muchas veces me pregunto: dónde están esos seguidores de Chávez, que “aman” a su comandante y al mismo tiempo toleran que hagan fiesta con su padecimiento. Hace algún tiempo, la difunta Lina Ron, en momentos cuando se hablaba de un altercado o intento de asesinato que habría sufrido Chávez ella exigió que saliera a la luz pública para demostrar que gozaba de buena salud. Hoy no. Tenemos a Chávez desaparecido desde el 8 de diciembre y aquí sus “delfines” hacen fiesta con el poder. 
Justificando la desaparición
Ayer leí que desaparecer al líder es una vieja estrategia de los gobiernos de este talante. Se presentan como derrotados para desmovilizar a sus adversarios y luego anuncian la victoria de Chávez contra el cáncer para que la oposición se aflija y sufra una mayor derrota en las elecciones municipales. 
Sinceramente, no comparto esta tesis y menos después de haber obtenido el oficialismo casi todas las gobernaciones el pasado 16 de diciembre. Señores, hay que ser coherentes con los planteamientos. Si hemos dicho que el modelo chavista pretende implantar un estado comunal y eliminar las alcaldías, cómo vamos a decir que la estrategia de ocultar a Chávez antes de las elecciones regionales es para ganar un mayor número de alcaldía. Eso es absurdo. 
Chávez no aparece porque su estado de salud está supremamente comprometido, si acaso aún vive. 
Me inclino más en defender otra hipótesis: a Chávez lo traerán de madrugada en las condiciones en que se encuentre. Acto seguido los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia se trasladarán sigilosamente a un sitio determinado y simularán haberlo juramentado. ¿O es que ustedes creen que ellos serían incapaces de hacer eso? Y todo para que en caso de falta absoluta asuma Maduro y no Diosdado. 
Después de juramentado siguen las teorías. La primera, que renuncia y se encarga Nicolás Maduro para convocar elecciones y después de carnaval tendríamos elecciones presidenciales. Otra, que lo traen y lo juramentan fraudulentamente, no renuncia y sigue “gobernando” desde algún escondite hasta que resulte inaguantable mantener el secreto y se tenga que activar el artículo 234 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que contempla lo relativo a las faltas temporales. Esto es 90 días de reposo prorrogables por 90 días más, es decir 180 días para declarar la falta absoluta por abandono del cargo, que en todo caso la debe aprobar la mayoría de la Asamblea Nacional. ¡Vaya¡Ud a saber hasta cuándo seguiremos con un fantasma gobernando! 
Ya lo hemos dicho, si no hay presión nacional e internacional para que se nombre la junta médica que nos diga el verdadero estado de salud de Hugo Chávez y se certifique si está capacitado física o mentalmente para ser presidente, seguiremos a merced de los caprichos de la dictadura cubana y los títeres que hoy de manera usurpadora se ocupan de las funciones de gobierno en Venezuela.  
Comunidad internacional  y los usurpadores
La semana pasada la canciller colombiana María Ángela Holguín vino a visitar a Elías Jaua. Recordemos que el decreto mediante el cual supuestamente se designó a Elias Jaua ministro de Relaciones Exteriores es de dudosa certeza, pues cómo explicar que Chávez estando en Cuba y en delicado estado de salud, pudo haber elaborado y suscrito ese documento en Caracas como dice el decreto publicado en la Gaceta Oficial. Para quienes afirman que pudo haberse utilizado el mecanismo de la firma electrónica, debemos entonces responderles como abogados con el siguiente argumento: el artículo 1380 del código civil nos señala que los documentos públicos pueden ser tachados de falso entre otros motivos cuando (ordinal 6to) aún siendo ciertas las firmas del funcionario, se hubiese hecho constar falsamente que el acto se efectúo  en lugar diferente del de su verdadera realización. 
Pues bien, Colombia está al tanto de lo que pasa en Venezuela, pero sin embargo con la visita de su canciller y sus acciones, le dan un barniz de legitimidad a un gobierno usurpador. 
Viva Cochez
Los venezolanos que apostamos por una Venezuela decente y democrática nos sentimos interpretados por el discurso pronunciado el pasado miércoles por Guillermo Cochez ex embajador panameño ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos  (OEA). En ese discurso Cochez criticó al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, por avalar la decisión del Tribunal Supremo venezolano de posponer la investidura de Hugo Chávez, lo que a su juicio equivale a “convalidar una serie de eventos sin ningún fundamento legal o ético”. Eso, inmediatamente provocó su destitución, pero en el organismo internacional dijo lo que millones de venezolanos hubiésemos querido expresar, ya que sus argumentos fueron irrefutables desde la óptica del derecho, de la justicia y de la moral. 
Venezuela colonia cubana
Con profundo dolor debemos reconocer que el régimen pretende convertirnos en una colonia cubana. La política, las acciones, las órdenes, la planificación se imponen desde Cuba. Es más, el Presidente se opera, y lo aíslan en Cuba. Los hermanos Castro son los que mandan en Venezuela. Ya eso lo veníamos anunciando, cuando se les entregó el manejo de los puertos, los registros, notarías y la identificación a funcionarios cubanos, sin hacer mención a las constantes humillaciones de nuestros militares por las órdenes emanadas de quienes en el pasado asesinaron a un gran número de venezolanos. 
En derecho penal lo que viene haciendo la cúpula del chavismo es traición a la patria. Leamos el artículo 129 del Código Penal y nos daremos cuenta que  “quien atente contra la independencia de la República comete el delito de traición a la patria”.     
Desmantelar la farsa
Sabemos lo duro que resulta luchar contra un régimen que controla todos los poderes, y que utiliza el aparato comunicacional del Estado para hacer ver lo ilegal como legal y lo injusto como justo. 
Hemos cometido muchos pecados pero, quizá el más grande de todos en esta tarea de construir la democracia ha sido la falta de organización y de no asumir mayores riesgos. Cuando logremos que todos reconozcamos que los intereses del país priman sobre cualquier apetencia individual, estaremos más cerca del amanecer. 
Mientras tanto, la treta cubana continuará, pero desde el sector democrático en Venezuela y como ciudadanos también se debe seguir insistiendo en develar lo que muchos presienten y no se atreven a decir. Por ahora, continuar con la exigencia de la fe de vida y la inmediata designación de una junta médica que examine y certifique el verdadero estado de salud de Hugo Rafael Chávez. Luego el desmantelamiento total de la farsa revolucionaria.
@pabloaure 

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