viernes, 7 de septiembre de 2012

Ramos Allup un líder de temple y coraje


Pugna entre AD y PJ: Lea la respuesta de Ramos Allup al articulo escrito por Juan P. Guanipa titulado “Los jeeps de Ciliberto”

A continuación el texto para su lectura y la respuesta de Ramos

Los jeeps de Ciliberto

Por Juan Pablo Guanipa V. / Concejal de Maracaibo / Miembro de Primero Justicia / juanpabloguanipa@gmail.com
Quienes hayan podido vivir los tiempos posteriores a la gestión presidencial de Jaime Lusinchi, recordarán el escándalo de la compra -con la partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores- de 20 vehículos rústicos jeep, los cuales, adquiridos supuestamente para labores de la Casa Militar que cuida las espaldas del Presidente, fueron entregados a dirigentes de Acción Democrática para la campaña electoral de 1998. Estos hechos configuraron un evidente peculado doloso que fue repudiado por la opinión pública venezolana.
Hoy es difícil perder la capacidad de asombro ante la más burda repetición de estos hechos multiplicados exponencialmente. Este Gobierno corrompido del presidente saliente Hugo Chávez, ha dado clarísimas muestras de que nada le interesa la sana utilización de los recursos públicos. Es que para Chávez -ya lo hemos dicho varias veces- no existe distinción entre Estado, Gobierno, partido y campaña. Todo para él es lo mismo. Por eso, dentro de su racionalidad, que se utilicen los vehículos del Estado para hacer campaña electoral es algo totalmente permisible.
El simulacro del domingo pasado no solo sirvió para probar los aspectos técnicos de la elección del 7 de octubre o para que los electores se familiarizaran con el proceso, sino también para ratificar el corrupto uso que el Gobierno hace de los bienes públicos para hacer campaña electoral. Cada uno de los centros de votación que visité, tenía estacionados vehículos de diferentes organismos públicos nacionales y en varios barrios he visto unos vehículos parecidos a los famosos jeep, que con la rotulación de “rutas comunitarias”, harán algunas actividades sociales, pero los he visto en fila, en caravanas y otros actos políticos del PSUV.
Utilizar edificaciones, vehículos y otros bienes públicos para hacer campaña electoral son hechos que constituyen delito. Obligar a los funcionarios públicos a inscribirse en el  partido, a asistir a actividades de campaña, a ponerse una camisa roja sin sentir ese color, a dar un día de salario, son hechos que irrespetan la dignidad humana. El silencio de las instituciones que deberían fiscalizar al Gobierno nacional es otro reflejo de que las cosas tienen que cambiar.

Respuesta

Henry Ramos Allup

Juan Pablo: Me parece desconsiderado e innecesario tu artículo contra AD recordando el caso de los jeeps de Ciliberto en el gobierno de Lusinchi (memoria larga) para definir un caso evidente de peculado de uso, mientras que no recuerdas (memoria corta) el cheque que saliò de PDVSA vía Leopoldo López para Primero Justicia cuya recepción firmó Julio Borges y que constituye no un caso de peculado de uso sino de peculado doloso propio.
Tratándose de ejemplificar con delitos del pasado, me parece que has debido referirte primero al más grave y más reciente.
Saludos.
Henry Ramos Allup.

No hay comentarios:

Publicar un comentario