lunes, 10 de septiembre de 2012

La paz viene con Capriles


El Carabobeño
¡Hasta cuándo!
La paz viene con Capriles
 Pablo Aure 
pabloaure@gmail.com
En los últimos días los medios de comunicación han reseñado insistentemente el inicio de conversaciones del gobierno de Colombia con las FARC con el propósito de ponerle fin al conflicto armado. 
Acá en Venezuela lo vemos con recelo porque pensamos que para acabar con la guerrilla se requiere firmeza, y sobre todo de los gobiernos donde los terroristas actúan, por ejemplo, de Venezuela y Colombia. 
Eso es en cuanto a los movimientos guerrilleros. Pero es que también los medios de comunicación no han dejado de reflejar los miles de hechos violentos que se producen en nuestro país sin estar en un conflicto armado. Aquí en Venezuela, en estos catorce largos años que lleva Hugo Chávez  como presidente, se han producido más muertes por la delincuencia común que las bajas que ha tenido Colombia por un conflicto de más de 50 años. 
El pueblo venezolano está claro en que Chávez es un factor de inestabilidad y un presidente enemigo de la paz. Los que no lo han entendido así, o sufren de ceguera emotiva, o aún sabiéndolo, les importa nada porque se están lucrando a bolsillos llenos.       
El acuerdo de paz de Santos
Esta semana el gobierno colombiano anunció una especie de preacuerdo de paz con la guerrilla, con la especificación expresa en uno de los últimos puntos de que “Las conversaciones se darán bajo el principio que nada está acordado hasta que todo esté acordado”. Pareciera que el presidente Juan Manuel Santos está buscando dos cosas: subir su popularidad, bastante deteriorada, y por otra parte, buscar una salida honrosa (lavarles la cara) a los guerrilleros, los que, al igual que la popularidad del presidente colombiano, están bastante deteriorados en la opinión, debido a la inclemente persecución que durante el mandato de Álvaro Uribe -y también en este período de Santos- han sufrido. 
La encuestadora colombiana “Colombia Opina” deja ver que la aceptación de Santos ha caído del 71 por ciento hasta el 47 por ciento en el último año, y además que el 68 por ciento de los consultados piensa que las cosas en Colombia van por mal camino. Quizá este bajón ha provocado que los asesores de Santos hayan echado mano a la estrategia de querer pacificar al país mediante la firma de acuerdos de paz, cuestión que es un anhelo colombiano desde siempre. Así que Juan Manuel Santos aprovecha el peor momento del grupo irregular para hacer estos anuncios. Desde luego, aquí en Venezuela también apostamos y rezamos por la pacificación del hermano país. Presentimos que con esta maniobra del gobierno colombiano tratará de hacer todo lo posible para que los guerrilleros involucrados en la negociación se incorporen a las actividades democráticas. Aunque también supone que no todos los grupos irregulares están prestos a esa “pacificación” y que seguramente continuarán combatiendo. Porque en esas luchas ya no hay ideologías que defender, sino que se sobrepone el “narconegocio¨. De allí que Santos aclaró que no habrá cese al fuego hasta que no se firme el acuerdo final. No sabemos adónde llegará todo esto, pero ojalá que no pase lo mismo que ocurrió durante el mandato de Pastrana cuando, precisamente Juan Manuel Santos, a la sazón ministro y representante gubernamental para llevar a cabo las negociaciones, propuso una zona de distensión en El Caguán. Una vez la zona fue creada, las FARC tomaron control absoluto de ella y su población, imponiendo sus propias leyes, dada la falta de control militar. 
En todo caso, compartimos el comentario plasmado en la edición de ayer domingo desde la redacción política del periódico El Espectador (Colombia): “En la actualidad, un proceso de paz va más allá del indulto contra entrega de armas. Requiere verdad, un mínimo de justicia y reparación. Sin esas condiciones, cualquier proceso es incierto. Ese es el dilema de los nacientes diálogos” 
¿De la paz de Colombia depende la paz en Venezuela?          
Siempre hemos pensado que lo que le pasa a nuestros vecinos nos afecta a nosotros. Para bien o para mal. En los últimos años, sobre todo durante los mandatos de Álvaro Uribe, veíamos como la sensación de seguridad aumentaba en el territorio colombiano, mientras que en Venezuela esa misma sensación disminuía. En nuestras fronteras pueden dar cuenta de ello tanto los grandes como los pequeños productores. 
La gran pregunta que nos debemos hacer es ¿por qué si en Colombia bajaron los índices de criminalidad, aquí en Venezuela han subido? La razón es muy sencilla: en Colombia, al menos durante los mandatos de Uribe Vélez, fueron inclementes con la delincuencia, mientras en Venezuela resulta que los delincuentes tienen nexos con el gobierno nacional. Es más, los sempiternos enemigos de los colombianos y venezolanos, como lo es la narcoguerrilla, han encontrado acá un santuario, como lo ha calificado muchas veces el exmandatario Uribe y el actual presidente Juan Manuel Santos. 
Capriles es garantía de la paz en ambas naciones
Con el esfuerzo que ha hecho el gobierno colombiano para pacificar al país, solo les falta la colaboración de sus vecinos, y principalmente de Venezuela. No dudamos de que si Álvaro Uribe hubiese contado con la colaboración de un gobierno serio y decente para combatir la guerrilla, la violencia, tanto en Colombia como en nuestro país, estaría disminuida. Pero no, mientras allá los combatían, aquí los protegíamos. O es que se nos ha olvidado que Chávez dijo que la guerrilla no era enemiga nuestra. Y que, además, nosotros no limitábamos con el gobierno colombiano sino con la guerrilla, a la que pedía darle carácter beligerante para reconocerlas prácticamente como un Estado dentro del territorio colombiano. 
A Dios gracias, después del 7 de octubre tendremos a un demócrata en la presidencia de la república, que no pactará ni protegerá a bandidos que han enlutado miles de hogares tanto venezolanos como colombianos y que sabe que la FARC, el ELN y los Paramilitares, empuñan el fusil no para imponer una ideología (lo cuál también es censurable), sino que imponen la fuerza para garantizar sus operaciones narcoterroristas.     
Esa máxima de que tu paz dependerá de la paz del vecino será una realidad durante el mandato de Henrique Capriles Radonski. Mientras que hoy decimos con terror que es muy probable que de la paz de Colombia dependa la multiplicación de hechos delictivos en nuestra nación. Quién pondría en duda que los delincuentes que hoy operan en territorio colombiano bajo el manto protector de la guerrilla, luego del cese al fuego mediante un acuerdo de paz, no se vendrán a nuestro país en búsqueda de nuevas, mejores y más seguras oportunidades de “trabajo” delictivo.  
Capriles dueño de la calle
Una característica de este proceso electoral a punto de finalizar, es la de que prácticamente un solo candidato estuvo en las calles y poblados de Venezuela: Henrique Capriles. Chávez, quizá por su condiciones de salud, o quizá porque en verdad no tiene cómo rendir cuentas al electorado, se ha quedado en Caracas, pretendiendo emplear la televisión y los afiches -que tiene a patadas- como medios sustitutivos. Pero de nada le valdrá. El muchacho de la película es Capriles quien ha realizado una campaña esplendorosa en contacto íntimo con la gente, lo cual le dará una ventaja notable. Lo dice la gente: “Se ve, se siente Capriles presidente” .
www.pabloaure.blogspot.com
@pabloaure 

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