lunes, 19 de diciembre de 2011

Sin escrúpulos

El Carabobeño 19/12/2011
¡Hasta cuándo!
Sin escrúpulos

(Foto Ubaldo Medina)
 Pablo Aure
pabloaure@gmail.com
Si algo tenemos que reconocer es que Chávez es un verdadero monstruo. No hablo en sentido figurado, sino en el literal sentido de la palabra. Se ha convertido en un fenómeno capaz de lo que sea para mantener su proyecto, que consiste en permanecer en el poder de por vida. Desde antes de llegar a la silla presidencial izó la bandera de la defensa de los pobres, y nadie se la ha podido quitar.
Él se presenta como el único que tiene sensibilidad social, y como el único que se preocupa por los pobres. Los demás no.
¡Vaya que le ha salido bien el discursito! No es fácil competir de tú a tú con quien tiene una poderosa chequera que maneja a su antojo y sin control alguno. Mientras de este lado se hacen promesas, él no solamente promete sino que, a diestra y siniestra, lanza misiones.
Cómo explicarle a esa pobre gente que Chávez es un farsante manipulador. Que en 13 años de gobierno es ahora, en vísperas de elecciones, cuando se percata de que hay trabajadores que no han podido pagar todas las cotizaciones del Seguro Social y que ahora él, como gran salvador, se las va a exonerar para que obtengan su pensión.
¿Cómo decirles que lo que el Presidente está haciendo es una gran irresponsabilidad, porque esas misiones no tienen sustentabilidad en el tiempo, ya que obedecen a una bonanza petrolera que mañana pudiera acabar?
Quienes reciben dádivas gubernamentales no piensan en el petróleo, mucho menos en las empresas privadas. Ellos piensan en el día a día, en sus muchachos, en el alimento para su íntimo entorno familiar. Esa es la cruel realidad. No saben cuánto vale un barril de petróleo, tampoco saben nada sobre Cadivi. Es cuesta arriba explicarles que el capital privado constituye una fuente inagotable e imprescindible de generación de empleos. Que sin inversión extranjera y capital privado el país no podrá sostenerse. Y que si nos empeñamos en destruirlos, a la larga, el único que podrá emplearnos sería el gobierno con un salario miserable, como ha pasado en Cuba, por no decir en casi todos los regímenes comunistas.
Chávez tiene una cartera ilimitada para hacer campaña. Para convencer engañosamente que él es el hoy, y que el mañana es incierto. Es una campaña despiadada y sin escrúpulos.
Endeuda al Estado y nos hace cada vez más pobres. El objetivo no es convertirnos en una gran nación, sino, al contrario empobrecernos a todos como fórmula de dominación fácil. Que todos vivamos a merced de sus misiones.
Muchos consideran al presidente Chávez un genio de la estrategia política. Pienso que la realidad es aun más simple de explicar en dos variables: una cantidad de recursos económicos nunca antes vistos, y una falta total de escrúpulos para usar esos recursos con el único interés de mantenerse eternamente en el poder, de manera que los verdaderamente beneficiados al fin, que son los cubanos, sigan recibiendo porciones importantes de nuestra riqueza petrolera.
La verdadera genialidad estaría en usar esos recursos en proyectos que permitan resolver los problemas reales de nuestra población y sentar la base para un desarrollo económico y social sustentable.
Deuda de vieja data
La Misión Amor Mayor destinada a atender a los adultos mayores antes excluidos del sistema de seguridad social, es una deuda de vieja data. Creo que en eso los gobiernos anteriores, incluido éste, desde luego, estuvieron en mora. No nos olvidemos que Chávez lleva 13 años en el poder. Desde hace tiempo ha debido poner en marcha esa misión. Pero, bueno, supuestamente mañana comienza ese anhelo de nuestros mayores y se iniciará el registro para su incorporación. ¿Quién en su sano juicio puede estar en desacuerdo con esa misión? Que sea electorera, claro que lo es.
Pienso en los trabajadores cuyos empleos no les garantizan una vejez digna: albañiles, domésticas, etc. Eso es verdad. Al cabo de cierta edad no se les vuelve a contratar y no tienen cómo mantenerse. Quienes les contrataron a lo mejor no los inscribieron en el Seguro Social. Pero eso es responsabilidad del Estado. Con esa misión se logrará saldar esa deuda. No sabemos por cuánto tiempo, pero al menos a quienes les den las primeras pensiones ya sentirán que el Estado ha cumplido.
Desgraciadamente el pueblo no está lo suficientemente educado para entender que eso es un deber del Estado y que Chávez lo utiliza demagógicamente para su provecho político. Que este modelo, o esa “gran misión”, impulsada por los contingentes ingresos petroleros no es sostenible en el tiempo.
Venezuela, con tanto dinero que derrocha en compra de armas y ayudas a otros países, podría planificar un presupuesto justo para la seguridad social. No basta simplemente una pensión, exigua, por lo demás, sino que es necesario que tengamos para nuestros mayores buenos hospitales y maravillosos centros de atención. El costo de las medicinas que normalmente debe tomar una persona de edad jubilable hoy en día, nadie lo duda, sobrepasa con creces los 1.550 bolívares de la pensión. No es fácil explicar esta realidad.
Pan para hoy y hambre para mañana
Para Chávez el problema no son los hijos abandonados, o la paternidad irresponsable, o la educación de los niños. Él sabe que las madres de esos niños votan, pues entonces se le ha ocurrido crear la “Gran Misión Hijos de Venezuela”, 430 bolívares por cada hijo menor de 17 años, hasta un máximo de tres muchachos por mujer. Eso es para comprar votos, no hay otra. Un estadista no da dinero a la madre, sino que lo invierte en casas de cuidado diario (como existían en la IV república), en buenas escuelas y becas, dispensarios médicos y subvención de los medicamentos, vaso de leche escolar, buena nutrición, comedores escolares y atención a la maternidad, etc. Chávez no quiere que el pueblo trabaje, está empeñado en fomentar la holgazanería y hacerlos vivir agradecidos de las dádivas.
Varios pájaros de un tiro
En los asuntos de cómo maneja su partido, también ha demostrado Chávez no tener los más mínimos escrúpulos. Sabe zafarse de los supuestamente incondicionales cuando empiezan a asomar las uñas. Les mide el tiempo. Escucha a los espías. Sabe quién es leal y quién está haciendo cálculos con su enfermedad. Así como a nosotros nos llegan comentarios, a Chávez también les llegan. Nos venían diciendo que ya muchos “delfines” estaban haciendo cálculos, y hasta tenían estructurado un gabinete de transición y comisiones de enlace. Pues el Presidente supo quiénes estaban en esa jugada. 
Haber propuesto a Nicolás Maduro como candidato a la Gobernación de Carabobo fue un disparo que acabó con las aspiraciones de Saúl Ortega, de Rafael Lacava y de Clíver Alcalá Cordones, a quienes sacó del juego. Pero, sin duda, a quien mandó a lavarse el paltó fue a Nicolás Maduro. Es un secreto a voces que ya Maduro hacía reuniones y nombraba comisiones para cuando asumiera la Presidencia. No contaba con la astucia del que te conté.
@pabloaure
www.pabloaure.blogspot.com

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