domingo, 17 de julio de 2011

Tocuyito da más dinero que El Rodeo

El Carabobeño 17/7/11
Elio Meléndez:

"Salí dispuesto a enfrentarme a la vida dignamente"


ALFREDO FERMÍN afermin@el-carabobeno.com


"Yo vivía muy bien como estafador, pero no tenía tranquilidad, andaba en constante sobresaltos pensando que me apresarían, hasta que llegó el día. Pasé quince años en Tocuyito y allí, la Universidad de Carabobo me dio las claves para que fuera un hombre de bien que le teme al delito". Elio Meléndez, abogado penalista desde hace 31 años, no se avergüenza del pasado porque se considera un ejemplo del hombre que logra rehacer su vida a través del estudio y el ejercicio del Derecho Penal. Sabe mucho del mundo de la delincuencia en las cárceles, por lo cual ha decidido escribir un libro autobiográfico, a manera de memorias, para contar su experiencia. Lo ha titulado "Ni choro, ni chulo, soy abogado", que pronto entregará a la imprenta para presentarlo a finales de año. Meléndez, de 75 años, nació en Carora. Su padre abandonó a su madre y la dejó con dos hijos a los que no quería. Siendo un muchacho se fue a Carora y después a Barquisimeto donde se vinculó a la delincuencia. Era un estafador fuera de serie. En Caracas vivía en un lujoso edificio y andaba en un automóvil último modelo marca Pontiac, hasta que lo metieron preso varias veces. En Tocuyito terminó la escuela primaria, se graduó de bachiller y mediante un convenio, que tenía la Universidad de Carabobo con el Ministerio de Justicia, se puso a estudiar Derecho, dos años antes de salir en libertad. "He podido ser Alcapone, pude haber vendido la Torre Eiffel o la Plaza Bolívar. Pagué mi condena pero, en vez de salir ‘echao a perder’ como ocurre ahora, salí dispuesto a enfrentarme a la vida dignamente". Meléndez escribió su primer libro: "La muerte de Elvira", después de haber seguido talleres literarios en la cárcel que dictaban jóvenes intelectuales como José Napoleón Oropeza, Reinaldo Pérez So, Gabriel De Santis quien era el director de Cultura de la Universidad de Carabobo. Graduado de abogado, Meléndez se especializó en Derecho Penal y se dedicó a educar a sus hijos: Isabel, que vive en Londres y Jesús. A su edad avanzada, que no la aparenta, se encuentra entusiasmado con escribir sus memorias que no estarán limitadas a su biografía, sino a exponer las causas por las cuales las cárceles venezolanas son un antro de corrupción lo que, considera "será difícil de erradicar porque es un negocio que da mucha plata, que favorece a los de afuera y a los que están adentro". En el argot carcelario -explica- "pran" significa rey de reyes, pero ésa no es una categoría sólo de presos. También son pranes el director de la cárcel, el comandante de la Guardia Nacional, los guardias civiles que son quienes introducen a los penales, las armas y las drogas, para que sus colegas pranes presos hagan el negocio. El penal es una mina Meléndez afirma que los pranes fueron una invención de las autoridades para que controlaran al resto de la población carcelaria, pero les dieron tanto poder que eso se convirtió en un negocio demasiado rentable.En Tocuyito hay más armas que en El Rodeo y hay más dinero, dice el abogado. "Lo afirmo porque defiendo presos y conozco ese mundo. En esa cárcel por lo menos hay 4.000 presos, de los cuales el más indigente, el que cayó preso por ser un chorito o vender unos gramos de drogas, debe pagar cien bolívares el lunes y cien el domingo. Son 200 bolívares que multiplicados por aquella cifra son 800 millones semanales. Y si multiplicamos por cuatro son 3.200 millones mensuales. En el país hay 32 cárceles donde se hace la misma práctica, lo que indica que se trata de una montaña de real, que da para beneficiar a muchos peces gordos". Yo defendí "fiao" a un preso, que después que salió de la cárcel andaba en una Hummer custodiado por guardias nacionales, asegura Meléndez."Por eso cuando oigo decir al ministro de Interior y Justicia que no hay que hacer cárceles, llego a la conclusión de que a pesar de que es abogado, es un soñador, un ingenuo".

1 comentario:

  1. 800 millones semanales ???? casi nada... Que tristeza de verdad, Ep

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