El Carabobeño 26/04/2011
¡Hasta Cuándo!
Pablo Aure
"Hay que seguir la lucha con lo que podamos hasta que podamos". Benito Juárez
Es lamentable, pero es rigurosamente cierto. Los venezolanos tenemos una manera muy peculiar de ver las cosas. En las protestas también tenemos vacaciones, días feriados y fines de semana. Planificamos las actividades dependiendo de las fechas por si acaso se atraviesa un fin de semana largo. Puede estar hundiéndose el país; pueden estar cayéndose los hospitales; nos podemos estar comiendo un cable, pero si estamos en receso vacacional no cuenten con una movilización de rechazo hacia el régimen. Pues bien, para seguir con las costumbres patrias, pasada la Semana Santa, podemos decir, ahora sí, comienza el gran desafío: ¿quién será el candidato de la oposición para enfrentar a Hugo Rafael? Nunca es bueno contar los pollos antes de nacer. Para no tener desencantos no deberíamos caer en la tentación mediática de anunciar victorias seguras sin tener mediciones creíbles. Creo que de aquí al 12 de febrero de 2012 hay mucho camino por recorrer. Es cierto, Henrique Capriles aparentemente se encuentra liderando el lote de los precandidatos, pero, repito, apenas la carrera comienza. Irene Sáez, unos meses antes de las elecciones del 98, estaba galopando en la "aceptación popular", y luego ya sabemos lo que ocurrió. No tengo dudas de que la Mesa de la Unidad Democrática está realizando un extraordinario trabajo. La MUD ha entendido el peligro que puede representar un posible candidato producto de circunstancia mediáticas temporales. Quizás ésa fue la razón que primó para realizar las primarias el año que viene y no a finales de éste. Flaco favor le haríamos al país si nos empeñamos en torpedear el trabajo de la MUD, que todos debemos reconocer, y que hasta ahora ha tenido más aciertos que pifias. No es fácil que en esta Venezuela convulsionada en la que nadie cree en nadie se pueda mantener la unidad, que no obstante con todas las dificultades se ha logrado. Eso hay que reconocerlo: ha sido un trabajo muy duro de la MUD. Desde luego que dentro de ella existen individualidades que apuestan a su equipo, o a su candidato. ¡Por Dios! ellos son humanos y tratan de lograr el mejor provecho para su organización. La cuestión es cómo lograrlo. Por encima de sus intereses particulares ellos coinciden en un propósito general, y no tenemos por qué pensar que sea uno distinto al de enrumbar el país hacia un sistema democrático. Es verdad, por ejemplo, quién se atrevería a negar que Acción Democrática prefiriera a un Henry Ramos antes que a Leopoldo López, o que Proyecto Venezuela hiciera todo lo posible para que el abanderado fuera Henrique Salas Römer y no Antonio Ledezma, o que Primero Justicia se incline hacia Julio Borges. Eso es normal; he allí la importancia de las primarias para que con el apoyo de los partidos que conforman la MUD se pueda desarrollar un planteamiento serio hacia el país y sea éste quien decida y no se quede solamente en las componendas internas. Ya lo he dicho, cualquiera que sea el candidato debe gozar del pleno respaldo de los partidos políticos. No importa si es un hombre o una mujer que jamás haya militado en organizaciones partidistas, pero que entienda que su misión sólo será posible si tiene a su lado a los partidos.
Mosca con candidatos de papel
El candidato que elegiremos para enfrentar a Hugo Chávez no puede ser el producto de la fabricación mediática: sería un grave error. El líder que tendrá la inmensa tarea de conducir a la oposición, más allá de la simpatía que transmita o los espacios televisivos en los que aparezca, debe ser un hombre o una mujer con temple de acero, que no doblegue ante posibles amenazas del sector gobernante; que no se le aflojen las rodillas ante eventuales ofertas crematísticas. No importa que sea "mala sangre", lo importante es que además de hablarle de tú a tú a Hugo Rafael, lo haga también en un lenguaje llano que le llegue a la misma gente que le llega Chávez. El líder debe seducir tanto al pobre como al rico y al negro como al blanco. Tengamos presente algo que aunque suene fatídico es lo que vislumbro, ese hombre o esa mujer que elegiremos en febrero del próximo año, más que un candidato presidencial, será el líder de la resistencia. Ya basta de seguir vendiendo la idea de creer en pajaritos preñados, no nos hagamos los tontos y decir, obviando el pasado oscuro, que Chávez con la ayuda de su Consejo Nacional Electoral respetará dócil y democráticamente la decisión del soberano si le es adversa. Hay que ser demasiado ingenuo para suponer que alguien que traicionando su juramento militar se alzó contra un gobierno constitucional, intentó asesinar a un Presidente, que tiene nexos irrefutables con la narcoguerrilla colombiana y que se solidariza con los grandes dictadores del mundo aceptará una derrota electoral. Olvídenlo, esa es la razón de seguir planificando la resistencia. Por eso amigos, a la hora de seleccionar al líder, tenemos necesariamente que evaluar el comportamiento que ha tenido el potencial candidato frente a esta dictadura. Hay muchos que aparecen solo en procesos electorales y otros que han pactado para lograr su supervivencia. Dijera el ciudadano Leopoldo Castillo: ¡no es fácil!
@pabloaure
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