martes, 22 de septiembre de 2009

Emergencia nacional/ Pablo Aure

El Carabobeño 21/09/09
¡Hasta cuándo!
Emergencia nacional/ Pablo Aure

Cada día que pasa se demuestra más la ineptitud de los que están dirigiendo los destinos del país, y como la mayoría de los incapaces, siempre encuentran un responsable a quien echarle la culpa. El pasado miércoles 16 de septiembre ocurrió una tragedia en la población de Clarines, estado Anzoátegui: un camión que transportaba una sustancia tóxica (gas cloro) fue chocado por otra gandola que transportaba láminas de acero. De acuerdo con el reporte del ciudadano gobernador de Anzoátegui la misma noche del accidente, el camión que transportaba láminas de acero se desplazaba a exceso de velocidad, haciendo ver que el choque se produjo por imprudencia de uno de los conductores. Lo cierto del caso es que, al producirse la colisión, las láminas de acero fracturaron algunas de las bombonas de cloro, lo que produjo que se esparciera el gas en el aire. Ya van 11 muertos y más de 800 personas que están afectadas por haber inhalado la envenenada sustancia. Quise hacer este pequeño relato del lamentable accidente de Clarines por una razón muy sencilla: se pretende que la soga reviente por lo más delgado sindicándose la responsabilidad a los humildes choferes de los camiones en colisión. Pero está a la vista que los responsables son los propios cogollos del régimen. Y digo eso por la razón siguiente: en la Petroquímica del Zulia (Pequiven) se llenaron los cilindros con esa sustancia tóxica que fue a parar a los pulmones del pueblo anzoatiguense, y si en esa planta se hubiesen cumplido las normas de seguridad, el fatal accidente era casi imposible que sucediera. En efecto, en la Petroquímica del Zulia despacharon la carga sin que el vehículo que la iba a transportar tuviera los custodios necesarios: uno en la parte delantera y otro en la trasera, para evitar riesgos en caso de colisión. Pues bien, ahora los platos rotos quieren ponérselos a pagar a Iván Segundo Espina, el chofer de la gandola que transportaba el gas cloro. Ayer lo privaron de su libertad luego de que la Fiscalía del Ministerio Público le imputara los delitos de homicidio intencional a título de dolo eventual, lesiones graves, leves y menos leves, contenidos en el Código Penal, y por el delito previsto en el artículo 82, ordinal 1º, de la Ley Sobre Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos. Para aquellas personas que no entienden lo que significa dolo eventual, trataré con palabras llanas de explicarles que se produce cuando en la persona que comete el hecho no existe la intención de ocasionar un daño, pero aun así sabe que puede cometerlo si actúa de determinada manera. Por ejemplo, andar a exceso de velocidad en un centro poblado, cargar una sustancia tóxica sin tomar en cuenta las medidas de seguridad, etc. El dolo eventual traspasa las fronteras del delito culposo, en el cual el agente que produce el daño ni siquiera se supone lo que puede derivar de su conducta. El dolo es actuar con intención de producir algo que se sabe es contrario a la Ley; la culpa es no obrar con la suficiente diligencia para evitar un acto. Si en realidad queremos buscar la verdad y administrar justicia en su justa dimensión, comencemos desde la Petroquímica del Zulia, luego revisemos el estado de las carreteras y examinemos por cuántas alcabalas pasó la gandola desde el Zulia hasta Anzoátegui transportando esa carga tóxica sin que ningún guardia nacional evitara su tránsito, violentando la normativa señalada en la Ley Sobre Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos. Preguntémonos también por qué en el centro hospitalario que atendió a los lesionados no había oxígeno y deduzcamos si existen otros responsables. Repito, no veamos la cuerda por lo más delgado para romperla. Observemos globalmente el asunto y reconozcamos, de una vez por todas, que en este proceso -y que- revolucionario la ineptitud campea.
Régimen fracasado
Es ahora cuando el comandante-Presidente se da cuenta de que en Venezuela la salud está en emergencia. No sabemos qué faltaba para reconocer el rotundo fracaso del régimen en materia sanitaria. Esperemos ver la manera como atacará esa crisis. Ese comandante que viaja en lujosos aviones, camina por alfombras rojas, se manda a hacer películas, se viste con costosos trajes y carga en su muñeca izquierda suntuosos relojes, desconocía que en los hospitales no existían insumos para atender a nadie, y que los pacientes tienen que llevar hasta las jeringas. Declaró la emergencia en el sector salud. Pero no se ha percatado de que la emergencia es, en verdad, en todos los sectores. ¿Acaso no han observado el estado de las carreteras, de las escuelas públicas y de todos los ministerios? Dense una vueltica por la Refinería El Palito, véanla en su total destrucción; lléguense hasta Planta Centro y pregunten cómo se encuentra, para que salgan despavoridos cuando les informen que en cualquier momento sufriremos un apagón difícilmente de solucionar por un largo tiempo.

Referéndum y elecciones
Caradurismo es el emblema de la “revolución”. En su programa dominical Aló, Presidente, el Jefe de Estado hizo un llamado a fortalecer la revolución socialista y recordó que, a partir de enero de 2010, los opositores estarían facultados para convocar un referéndum revocatorio en su contra, como está contemplado en la Constitución. No sé a qué opositor se le ocurrirá eso, pero creo que una iniciativa así sería lo mejor que le pudiera ocurrir al régimen. No es descartable que desde la misma sala situacional de Miraflores se promueva dicho referendo. Chavistas disfrazados de opositores sobran para esa jugada. No hay que olvidar que el año próximo supuestamente se realizarán las elecciones para concejales y diputados a la Asamblea Nacional, y la única manera de oxigenar a los “bates quebrados” oficialistas es montándolos nuevamente en los hombros del comandante. Por tal razón, a los candidatos chavistas les vendría muy bien que se promocione un referéndum revocatorio presidencial. Caso contrario, su derrota está cantada, siempre y cuando el sector democrático que aspira a llevar candidatos a los concejos municipales y a la Asamblea Nacional entiendan que deben presentarse de manera unida. Si no, la abstención, el Registro Electoral, los circuitos electorales simulados y el Consejo Nacional Electoral teñirán de rojo nuevamente la mayoría de las curules municipales y nacionales.
pabloaure@gmail.com

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