¡Hasta
cuándo!
El sucio negocio del gobierno y de la MUD
@pabloaure
La MUD
capituló con el enemigo. No esperemos que suceda nada distinto a lo que ha
venido ocurriendo. Basta de sorprendernos. Esto es lo que hay, y punto. Nada
cambiará si todos no nos involucramos. Los partidos, o los dirigentes del
estatus, apuestan a sus reacomodos, que no son los mismos que los reacomodos de
los ciudadanos. Ellos juegan “al cuide”. Los voceros mediáticos opositores
planifican su futuro, sus ingresos y puestos en eventuales elecciones. Quizás
están negociando tal o cual gobernación o alcaldía. O pactan para que la
dictadura no los inhabilite o encarcele.
No quieren
hablar claro porque abrirían las puertas a nuevos actores. Ellos, los que se
sentaron a negociar, saben que fueron descubiertos en sus maniobras. Poco duró
el engaño. Los hicieron renunciar a todo, a cambio de nada. El régimen los
destrozó bajo la mirada complaciente, silenciosa y, por qué no decirlo,
cómplice, de los organismos internacionales y del tristemente acompañamiento de
El Vaticano. No podemos negarlo. El régimen recibió una sobredosis de oxígeno,
mientras que esos negociadores, que supuestamente representaban a la oposición,
quedaron al descubierto.
Marionetas del diálogo.-
La MUD
entregó los diputados del Amazonas, bajaron la cabeza y sin lograr
absolutamente nada. Dejaron a los presos políticos en las mazmorras del
régimen. Los vacilaron con el tema del
referéndum para 2016, y ni se les ocurra seguir insistiendo en el juicio
político a Nicolás Maduro por abandono del cargo. La MUD no fue por lana pero
salió trasquilada. Ellos sabían que nada de eso lograrían, pero accedieron a
sentarse y enfriar las calles a cambio de algo que no han dicho. A esa mesa de
negociación acudieron títeres de un lado
y del otro ¿Por qué no decirlo? Gobiernos extranjeros deciden sobre el hambre
del venezolano. En Cuba se negoció el acuerdo de la FARC con Colombia, pero con
el visto bueno de EEUU. No es mentira que las diligencias sobre la “paz” en
Colombia comenzaron con un impulso desde El Vaticano. De hecho, en el
referéndum que ganó el “No”, desde Papa Francisco, hasta el más disimulado de
los organismos internacionales, hicieron campaña por el “Sí”. Pero perdieron. En
ese paquete metieron a Venezuela garantizando la permanencia de Maduro a cambio
de que la FARC se sintiera segura de
tener como aliviadero el territorio venezolano; esto es, seguir con sus
fechorías, no desde Colombia, sino desde Venezuela.
La paz en la mira del cañón.-
Hasta la
saciedad nos repiten “diálogo o muerte”. Esto es o dialogamos o nos matamos.
Vaya equivocación de la MUD aceptar esa premisa como válida. La frase correcta
es o dialogamos o “nos” matan. Reconozcan que estamos bajo amenaza del régimen;
que estamos sometidos y que a juro aceptemos sus condiciones. Los supuestos
“líderes” que se han sentado a capitular, porque me resisto a pensar que hubo
diálogo, entregaron la calle para
“garantizar” gobernabilidad. Esos negociadores no representan los ideales
libertarios, sino los ideales de los esclavos que aceptan vivir sometidos.
No pretendo
que estas líneas sean interpretadas como un reto a la desobediencia o un
insulto hacia los negociadores. Nada de eso. Lo que quiero resaltar es que aquí
con ese chantaje de “dialogar o morir” no podemos seguir. La calle es la que
debe hablar, y si hay muertos que el mundo sepa que fue el régimen quien los asesinó.
A la calle se sale a protestar no a matar.
El dirigente
opositor que no entienda esto, que se ponga las pantuflas y vea los toros desde
lejos.
En algún
momento volverá el tiempo de negociar, o de pactar. Pero, no la permanencia de
Maduro en el poder, sino su salida. Ese momento lo tendremos cuando las calles
se abarroten de ciudadanos protestando y exigiendo la renuncia. Desde luego,
habrá que asumir riesgos. Por eso estas personas que hoy están pensando en
candidaturas a gobernaciones o a alcaldías sobran en estas luchas. Porque de lo
que están pendientes es de evitar una inhabilitación antes de pensar en la
liberación del país.
Nuevo año nuevos liderazgos.-
Basta de los
mismos, basta de los engaños. Nadie quiere lo que tenemos, pero tampoco lo que
teníamos. Chávez llegó por algo, y ni pensar que los que hoy se presentan como
sustitutos de este modelo que ha arruinado al país, son distintos. Muchos son
tan corruptos como los que procuran desplazar. Podemos hablar de alcaldías
oficialistas u opositoras. En muchas ha habido desfalcos. Con ver la lista de
contratistas, las obras ejecutadas, o las prioridades de esas administraciones
municipales, es suficiente para decir que tanto las “maduristas” como las
opositoras son iguales de bandidas. Son de la misma ralea.
Por tal razón,
es imperioso que surja un nuevo liderazgo, sin ataduras con la casta malandra
que hoy gobierna a Venezuela. Esos que hoy dicen que no les tiren piedras a la
MUD, que es el mejor logro que hemos tenido en los últimos años, les contesto,
que no son piedras las que les tiramos, sino palabras cargadas de verdades. El
triunfo del 6D lo obtuvimos a pesar de la MUD. La gente no votó por los
candidatos sino por una esperanza de cambio. Cambio que no se ha materializado
porque ha faltado arrojo en la ejecución de sus decisiones, porque la Asamblea
Nacional se ha dejado chantajear por los fusiles. Amigos, en las luchas contra las dictaduras no se juega a muñecas.
Las acciones son duras e inteligentes. No elegimos diputados para que
guabinearan, ni mucho menos estuvieran pendientes de los negocitos. Se votó por
un cambio. No para que fueran a quejarse de lo “maluco” que es el régimen, como
si los hubiese sorprendido que en los alrededores de la AN siempre hay
malvivientes apadrinados y financiados por el “madurismo” para que les hagan la
vida imposible. Para eso no se hubiesen lanzado a diputados.
2017 debe ser
el año de los retos, de la verdad frente a la mentira. Un año que, a pesar de
lo duro que se vislumbra, tiene que ser de esperanza. En Venezuela hay
ciudadanos dispuestos a luchar, pero no para ser sacrificados en beneficio de
los vivarachos rojos u opositores. Nada de eso. Hay ciudadanos comprometidos
con la transformación del país. Apuestan a Venezuela y a ellos debemos
acompañar. No me calo más a la MUD. Ellos ni me representan, ni representan los
anhelos nacionales. Mientras ellos buscan un cambur, nosotros batallamos por la
liberación nacional. Ese es nuestro Compromiso Ciudadano.
Pablo Aure
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