Golpe a la vista
@pabloaure
El domingo, Diosdado Cabello, en el programa con José
Vicente Rangel, aseguró que los tiempos
no daban para que el revocatorio se realizara este año, y ante la pregunta de
por qué la oposición lo solicita, Cabello contestó a José Vicente: “Porque eso les permite lavarles la cara, es
como la coartada: ‘no, yo pedí el revocatorio; y si tumbaron a Nicolás Maduro
no es culpa mía porque yo pedí el revocatorio’. Es un ejercicio de hipocresía.
Pudiera hacerse el revocatorio el año que viene, pero sería total y
absolutamente inoficioso, porque un revocatorio el año que viene ya de una vez
deja encargado al vicepresidente de la República”. Señores lectores, esta
afirmación es sumamente grave, porque el régimen sabe o, al menos, sospecha que
hay un golpe en puerta. No tengo la menor duda de que si se ejecuta, los
promotores serán personas del más íntimo entorno de la casta chavista. La MUD
no tiene ni talante golpista ni fuerza de choque para ejecutarlo. Recuérdese
que los golpes de Estado los dan las fuerzas militares, y la MUD no las tiene. Quienes
intentarán lavarse la cara, en el supuesto de que eso ocurra, son precisamente
los golpistas que hoy se encuentran en el poder, respaldados por el vergonzoso alto
mando militar. Así que ¡ojo pela´o! porque en los próximos días pudiera ocurrir
lo que advierte el teniente Cabello.
El auto golpe como salvavidas.-
Lo único que pudiera salvar a este régimen de malhechores, es precisamente
un autogolpe. Me late que en eso están trabajando, y a paso de vencedores.
En este particular, es necesario hacer algunas observaciones. La primera,
sería un golpe contra una dictadura, porque ya estamos bajo las secuelas de un
golpe de estado. Recordemos: la doctrina define el golpe de estado como la
ruptura del hilo constitucional, lo cual surge cuando alguno de los poderes
constituidos desconoce las competencias de otro de los poderes. En tal caso, no
hay separación de poderes ni Constitución, como lo dice el artículo 16 de la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Basta
ver las recientes decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (podemos
contabilizar doce sentencias) en las que suprimen atribuciones constitucionales
de la Asamblea Nacional, que es la representación de la comunidad. Esto se
traduce en su desconocimiento. El régimen ha llegado al extremo de que también
mediante la vía del decreto presidencial se suprima al Parlamento la
posibilidad de emitir votos de censura contra los ministros y contra el
vicepresidente ejecutivo, voto que acarrea la remoción de dichos funcionarios.
La segunda observación que debemos hacer es la de que todas los sondeos
de opinión determinan que el responsable de esta monumental crisis nacional es
el gobierno de Maduro, quien lógicamente preferirá pasar a la historia como un
gobernante depuesto por la fuerza militar y no expulsado por la voluntad
mayoritaria de un pueblo desesperado que pueda expresarse en las urnas
electorales. Estamos convencidos de que no habrá referéndum. No porque los
tiempos no den, sino porque estamos frente a unos secuestradores que no se
someterán al escrutinio de sus víctimas para decidir su liberación. Maduro y
sus cómplices estirarán hasta más no poder su permanencia en el poder. Se
mostrarán fuertes para aumentar el precio de la negociación.
El precio de los dictadores.-
Este
momento se debe estar jugando en varios tableros. El primero: el de los aliados
de Maduro, esos que buscan alargar el desenlace para buscar su inmunidad luego
de abandonar Miraflores. Otro escenario, es apostar que el referéndum se
realice el año que viene o quizá obviarlo y pensar en las elecciones del 2019.
Este escenario, aunque probable, lo descartaría. Lo descarto porque los tiempos
sociales no dan para que esas cuentas cuadren. La hambruna ya es un hecho. Otro
tablero y que no tengo ninguna duda que para la consecución de sus maniobras
está en pleno desarrollo, es el que protagonizarían militares chavistas
preocupados por la actual situación y olfatean que está muy cerca un
acontecimiento que le pondría punto final a esta locura calificada como
revolución. Ellos pudieran poner en práctica ese desalojo y en una especie de
justicieros asumirán el verdadero “legado” del comandante Chávez. Cliver Alcalcá
Cordones ya ha manifestado su descontento. El penúltimo tablero que de acuerdo
a lo que observamos tendría mayor impacto, es el que eventualmente protagonice un
ala del sector militar en concordancia con civiles opositores y oficialistas
invocando el artículo 333 de la Constitución, con la finalidad de restablecer
la vigencia del estado de derecho y convocar un proceso electoral luego de un
periodo de transición.
El
último de los escenarios, es el de mayor peligro, y es al que nos acercamos muchísimo.
Me refiero al estallido social que no tendrá ninguna cabeza visible que funja
como interlocutor para negociar la tregua. En este caso se desencadenaría una
ola de violencia que no sabríamos hasta donde llegará.
Pablo Aure
No hay comentarios:
Publicar un comentario