lunes, 11 de enero de 2016

Cosas de la política

¡Hasta cuándo!
Cosas de la política
 Pablo Aure
@pabloaure
La historia nos ha dicho una y mil veces que el devenir de la vida es similar al transitar sobre una montaña rusa. Se sube y se baja. En política nada está escrito. Lo que hace un año parecía imposible, hoy lo vemos convertido en realidad. Por ejemplo: quién hace algunos meses pudiera haber afirmado lo que muchos expresan hoy, me refiero al liderazgo y la popularidad que a partir del 5E adquirió Henry Ramos Allup. Lo sienten como la voz que desde hace añales no tenían en la Asamblea Nacional. Lo están viendo como presidenciable inclusive. Porque habla con conocimiento de causa, con fuerza y sensatez. El partido Acción Democrática volvió a tener el rol protagónico que había perdido.  
Sin duda alguna, el haberse conformado un bloque democrático como alternativa frente al oficialismo dio excelentes resultados. La tarjeta unitaria bajo la impronta de la MUD hizo posible que se alcanzara el número mágico de 112 (2/3 partes, mayoría calificada). Es muy difícil hacer cálculos para determinar cuántos hubiesen sido los diputados de cada uno de los partidos políticos que conforman la MUD si todos se presentaban con candidatos propios, con sus respectivas tarjetas. Pero seguro estoy que la distribución sería totalmente distinta. No dudo de que las bancadas de Primero Justicia y Voluntad Popular tuvieran aplastante mayoría dentro de la oposición. Es más, no sé si Henry habría resultado electo. La estrategia opositora lo hizo diputado. Las circunstancias lo convirtieron presidente del Parlamento, y su verbo lo hace ver hoy como el líder de la oposición. Esa era la realidad hace algunos meses. Lo digo por las preferencias reflejadas en las encuestas. Las mismas que pronosticaron los resultados del 6D. 
Pues bien, desde aquí mi reconocimiento a VP y a PJ, especialmente a Leopoldo López y Henrique Capriles, que entregaron sus electores cautivos a una sola tarjeta, en aras del fortalecimiento de los liderazgos de los distintos partidos, pero, sobre todo, en beneficio del país. Eso debe quedar plasmado en las páginas de la historia. 
Ley de Amnistía y Reconciliación
El Foro Penal ha anunciado que ya tiene elaborado el proyecto de la Ley de Amnistía, para ser entregado a la Asamblea Nacional. Ha dicho que no es necesario cumplir con los mismos requisitos exigidos para la elaboración de una ley formal, pues se apoyan en el artículo 187 constitucional que establece dentro de las atribuciones de la Asamblea Nacional lo siguiente: “5.- Decretar amnistías”, entendiendo que la amnistía se produce vía decreto legislativo, y no de ley. Por razones de espacio no entraré en hacer análisis académicos o doctrinarios sobre el asunto, aunque señalaré que la expresión “Decretar” hay que entenderla en el sentido gramatical. Las leyes se dictan, es decir, se decretan. Basta leer el encabezado de los textos legislativos para que observen la expresión “decreta”. Tomen el Código Civil y leerán: “El Congreso de la República de Venezuela Decreta el siguiente Código Civil”; también pueden revisar el Código Penal “La Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela Decreta: el siguiente Código Penal”. (Leer art 212 de la CRBV)
El asunto no es dictar o decretar la Amnistía, sino ejecutarla porque nos encontraremos dos barreras dictatoriales, una en el Ejecutivo, y la otra en el TSJ. Aquí está el detalle: ¿cómo hacerla cumplir? 

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