viernes, 26 de junio de 2015

Hacia un modelo productivo para Venezuela/ Por @SJGuevara1

EL NUEVO MODO

Economía XIV
Santiago José Guevara García* / 26-06-2015
Santiago José Guevara García

Hacia un modelo productivo para Venezuela. 
Tres grandes factores están presentes en las llamadas “gran desaceleración” y “nueva normalidad” de la economía de América Latina y el Caribe. 

Solo dos de ellos son reconocidos en los análisis convencionales de las agencias e instituciones que se han ocupado del asunto en las semanas recientes: Banco Mundial, FMI, BID, CERES, CELAC, CEPAL y universidades.

En todos los criterios mencionados, después de cinco años consecutivos de bajas en el PIB, posteriores a una década gloriosa con base en un ciclo favorable de precios de las materias primas, las posibilidades de recuperación se asocian, por un lado, a la relación con China y, por el otro, con la recuperación norteamericana, de efectos en dos sentidos divergentes. 

En las posibilidades que se menciona no hay ningún planteamiento autocentrado. Los viejos y nuevos esquemas de integración se han demostrado pobres de desempeño. Y no hay un planteamiento sólido dirigido a una gran zona económica. 

Una gran red de relaciones de la región, como en el este asiático, no existe. En palabras de Augusto de la Torre, Economista en Jefe del Banco Mundial para la región “la diferencia entre la riqueza de nexos de Asia comparada con los de América Latina sugiere que nuestra región aún no se beneficia del círculo virtuoso generado por una mayor integración con tus vecinos y el mundo”.

¡Ah! Y que quede evidencia: el caso venezolano es especial. Un proyecto destructivo y entreguista con base en un dominio delictivo del Estado convirtió un ciclo virtuoso de precios petroleros, una base productiva promisoria en energía, materias primas estratégicas y una fuerte base empresarial estatal, en los peores indicadores productivos del mundo. El neocomunismo regional del Foro de Sao Paulo es el tercer factor explicativo de las fallas del crecimiento latinoamericano.

En ese plano regional, con la excepción de Venezuela, por su iconoclasia, hay análisis diversos, planteados parcial y separadamente, pero que no terminan de concretarse en una propuesta productiva integral; como lo fue, en su momento, el modelo de sustitución de importaciones de la vieja CEPAL, vigente en buena parte del siglo pasado, sin que con ello queramos decir que sobre la base de ideas y políticas similares.

De nuestra parte, sí tenemos en mente la formulación de un nuevo modelo productivo. Pero, uno de los nuevos tiempos. Y lo postulamos ahora para el nivel nacional venezolano, en contexto de transición efectiva a la democracia y el mercado, de toda evidencia, replicable por otros.

Lo montamos sobre: 1) la sanidad y los precisos manejos macroeconómicos para el fin buscado; 2) la base institucional general, meso y micro apropiada y una agenda permanente de reformas relativas a la economía productiva; 3) el cabal apoyo en las ventajas comparativas y externalidades posibles; 4) la amplia y no rentista promoción estatal y de los gobiernos descentralizados; 5) una política industrial basada en la proyección externa y la base y asociación a polos, complejos, clusters, redes o cadenas de rango regional o mundial y 6) la regulación apropiada.

El manejo macroeconómico es crucial: los puntos focales son el tipo de cambio de equilibrio, el ahorro y los recursos tributarios internos. Competitividad y recursos para la inversión son necesarios. Tales asuntos enfrentan limitaciones diversas, con dependencia del tipo de países y la diversidad de esos límites; pero son el reto. Como plantea el Banco Mundial, “parece que ha llegado el momento de que la región se esfuerce para aumentar el margen de maniobra de las políticas macroeconómicas”.

La base institucional tiene, para nosotros, un valor totémico. De las que llamamos “instituciones vertebrales”, las reglas fiscales también aportan al manejo necesario. Ellas y otras, más a lo micro, con relación al capital y el trabajo, serán objeto de tratamiento posterior.

El resto del artículo lo dedicaremos a la política industrial. Lo primero es una visión del futuro económico que apunta a un liderazgo compartido con socios regionales o globales, por la vía de alianzas de suma positiva. Nada que ver con entregas o dependencias; sí, con ser asociados. Relaciones con economías exitosas, en cualquier parte del mundo.

Deberá serlo en sectores con ventajas en competitividad, que generen hacia atrás el desarrollo de los factores productivos necesarios. Fíjense que es una lógica inversa. Lo importante no son los recursos, sino las actividades que garantizan el valor y el éxito.

Lo anterior define sus requerimientos. Y ahí valen la capacidad institucional para agenciar lo que haya que agenciar y la fuerza reformista: recursos naturales, ventajas geográficas, recursos humanos focalmente dirigidos, infraestructuras apropiadas, tecnología actualizada, un eficiente sistema financiero privado, conocimientos, instituciones y un Estado con exigentes criterios de asignación y volcado al fin productivo. 

Todo ello deberá expresarse en mayores exportaciones de valor agregado, participación en cadenas globales de valor y el desarrollo de aglomeraciones territoriales competitivas en territorio nacional ligadas a esas cadenas. Ése es el modelo.

El país debe ser partícipe de líneas de producción secundarias o terciarias de alto valor. Oriente, Guayana y el frente Atlántico, por un lado y la Cuenca del Lago de Maracaibo y la cara norte de los Andes son dos grandes zonas de inmenso valor estratégico para planes exitosos, de cara a relaciones con Europa y Estados Unidos.

Igual, lo tienen todas las regiones del país, por situaciones semejantes o por el disparo de las capacidades regionales y locales con solo apoyarse en los gobiernos descentralizados, al asignarles funciones promotoras y hacerles partícipes de recursos tributarios para agenciar facilidades, sin desviaciones rentistas.

Hay más. Lo importante ahora son la disposición y la claridad de miras. Liderazgo nacional fuerte, relaciones, experiencias, ideas, etc., permiten apuntar al éxito.

Santiago José Guevara García
(Valencia, Venezuela)
sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1

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