El Carabobeño
¡Hasta cuándo!
Magnicidio rojito
Pablo Aure
@pabloaure
@pabloaure
Uno de los grandes problemas del venezolano, y más aún, con un régimen como el que nos oprime, es que todos los días surgen nuevos escándalos, y nos vamos olvidando de los anteriores.
Ya casi nadie habla de los crímenes del régimen, de la represión brutal contra la población civil que ha decidido luchar por la democracia. No muchos recuerdan ya el “contraataque fulminante” ordenado por el gobernador de Carabobo. Pocos piden esclarecimiento y justicia por las muertes de jóvenes cuyo único delito para recibir un disparo en la cabeza fue imaginarse una Venezuela mejor.
Decenas de casos sin esclarecerse en Venezuela. Por ejemplo, el de Génesis Carmona en la avenida Cedeño, el de Geraldine Moreno en Naguanagua, el de Jesús Acosta y Guillermo Sánchez en La Isabelica, el de Argenis Herrera en San Diego y el de los guardias nacionales, sin mencionar los demás que también se encuentran en una fase de letargo en las investigaciones. No quiero pecar por reiterativo, pero tampoco por dejar que los nuevos escándalos hagan olvidar los anteriores. El caso de Génesis Carmona raya en lo que pudiéramos decir la cruel injusticia que padecemos los venezolanos. Las fotos y los videos están allí. Pero la fiscalía prefirió llevarse el expediente para Caracas buscando con ello que los carabobeños lo olvidemos. Insistiré en lo que he dicho antes: se lo llevaron porque quien incitó esa masacre fue el ciudadano gobernador, y, además, porque muchos de los que están de manera directa involucrados son funcionarios de la gobernación de Carabobo y de alcaldías afectas al régimen. Recordemos las fotos donde aparecen encapuchados conversando amenamente con el conductor de una patrulla de PoliCarabobo, o a quienes lanzaban los cohetes.
Quise hacer la introducción de los casos no resueltos y donde evidentemente ha operado una especie de complicidad encubridora, para comenzar a desarrollar lo que hoy ocupa la atención de los medios.
Que conste, lo arriba mencionado es solo una minúscula porción de crímenes horrendos que bajo la mirada silente de este régimen se han cometido, pero, sin embargo, ya nadie los alude. Se han olvidado. Por cierto. Me referí únicamente a los delitos contra las personas, no a los voluminosos expedientes de corrupción administrativa
El “patriota colaborador” Rodríguez
La semana pasada, justo el mismo día en que el Congreso de Estados Unidos discutía un proyecto de Ley para sancionar a los funcionarios venezolanos involucrados en delitos de corrupción y violación de los derechos humanos, el alcalde de municipio Libertador (Caracas) convocó una rueda de prensa que se transmitió en cadena nacional para dar a conocer que supuestamente existía un complot para asesinar a Nicolás Maduro, utilizando como elementos de convicción fragmentos de misivas o correspondencias electrónicas de personeros vinculados con el sector democrático venezolano. A la diputada (despojada de su investidura arbitrariamente) María Corina Machado, Diego Arria y al doctor Henrique Salas Römer. De todas las sandeces que dijo Jorge Rodríguez (si en realidad es cierto el contenido de las comunicaciones, que evidentemente son falsas) lo único que podemos concluir es que en Venezuela no hay privacidad de las correspondencias, es decir que violan abiertamente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Me explico. El artículo 48 de la CRBV establece “Se garantiza el secreto e inviolabilidad de las comunicaciones privadas en todas sus formas. No podrán ser interferidas sino por orden de un tribunal competente, con el cumplimiento de las disposiciones legales y preservándose el secreto de lo privado que no guarde relación con el correspondiente proceso”. Si a alguien no le quedó claro, me puede escribir a mi correo y se lo explico.
Justificación fiscal.-
Ante flagrante actuación delictiva por parte de Jorge Rodríguez, la Fiscal General de la República declaró lo siguiente: “Si bien es cierto que el Código Orgánico Procesal Pernal nos habla en el artículo 286 de las actuaciones, es decir que éstas son reservadas y solo pueden tener acceso a ellas quienes expresamente lo señala el Copp, [...] también es cierto que nosotros estamos ante un problema de seguridad de Estado, que tiene que ver con la estabilidad del Estado venezolano, con la estabilidad de las instituciones y con la vida de la máxima autoridad de este país, el Presidente de la República”. Como abogado no me queda otra expresión que sentir pena por descomunal desaguisado proveniente de quien ejerce el monopolio de la acción penal en el país y es garante del cumplimiento de la Constitución, que, como lo escribí antes, el artículo 48 expresamente garantiza la inviolabilidad de las comunicaciones.
Otra información para la Fiscal, que quiere relevar a Rodríguez de sus fechorías delictuosas dando a conocer correos inexactos o montados, la diputada María Corina Machado, para la fecha de la supuesta orden judicial todavía no le habían arrebatado dictatorialmente su inmunidad, por lo tanto, menos aún podían investigarla sin haberle allanado la inmunidad de la que gozan los diputados, de acuerdo a la Constitución y en un país democrático. En efecto nuestra Fiscal General se basó en chismes para supuestamente autorizar las investigaciones contra algunos miembros de la Mesa de la Unidad Democrática.
Ayer, en Televen, a Carlos Croes le dijo “todo lo que se ha hecho en el marco de dicha investigación ha sido de acuerdo a las reglas del Código Orgánico Procesal Penal; es decir, solicitud del juez de control para decidir intercepción de llamadas, de correos, de todo lo que corresponda”. Mentirosa. ¿Se preservó el secreto? Y ¿quién es Jorge Rodríguez para anunciar esas mentiras en cadena nacional?
Volvamos al principio.-
Insisto en lo de Génesis Carmona, pues existiendo evidencias, fotografías y videos, individuos identificables y una fallecida, la fiscal lo único que ha hecho es llevarse el expediente a Caracas para alcahuetear a los responsables. No hay otra explicación. Mientras que con un chisme de un embustero como Jorge Rodríguez activa toda una parafernalia para dar con el paradero de los posibles golpistas o magnicidas, el caso de Génesis sigue engavetado.
Señora Fiscal, usted está reconociendo que no somos iguales frente a la ley, y que, además, usted de manera directa se involucra en el encubrimiento de los autores del asesinato de Génesis Carmona; que para refrescarle la memoria, dicen que el autor del disparo que le cegó la vida a la joven fue un inspector de PoliCarabobo. Basta de impunidad, dé el ejemplo de garante del Estado de Derecho. Atrévase a dar un paso al frente y quítese la capucha de “revolucionaria” Que usted sabe muy bien que estamos sufriendo los desmanes de un régimen que para nada simboliza la revolución sino el hambre la miseria y la corrupción.
Magnicidio revolucionario.-
Hablando de magnicidio, por primera vez siento que los capitostes del régimen pueden estar fraguando algo contra Nicolás Maduro, donde no tengo la menor duda que para nada estarían involucrados sectores opositores. La reyerta y el complot será entre ellos. O sea, entre los rojos rojitos. Mosca si los que aparecieron dando la rueda de prensa el martes pasado junto a Jorge Rodríguez (con la excepción de Cilia, a no ser que me demuestren lo contrario) no sean los autores intelectuales de la preparación de una desaparición del primer mandatario. De ellos cualquier cosa se puede esperar.
Ya sabemos que Maduro no manda ni en su casa. Por lo tanto, no es descabellado (sin alusiones personales) que algo planifiquen contra él para que se arme la de San Quintín. Y el combo “revolucionario” saldría victorioso. Claro está. Todo planificado desde La Habana, Cuba, donde saben que Maduro caerá; y si cae solo, sería más difícil controlar el poder. Preferirán planificarlo para achacarle la culpa a los “terroristas, asesinos y golpistas opositores”. O es que alguien puede creer que ante un magnicidio asumiría el poder María Corina, Diego Arria o Henrique Salas R; ¡claro que no! Ellos mismos, o sea, el alto mando de la “revolución” Diosdado y compañía asumiría el poder sin rivales aparentes. De corazón lo digo: espero estar equivocado con esta hipótesis. Tengo la obligación de decirlo no porque me conste o me lo hayan dicho, sino porque así lo siento: ¡mosca Maduro que te están cazando y no es para darte consejos!
A Maduro le deseo larga vida, pero lejos de Miraflores. En Miraflores, le deseo el menor tiempo posible. Ojalá renuncie.
@pabloaure
Algunas fotos, que me han hecho llegar donde se demuestra que funcionarios del gobierno regional y municipal pudieran estar comprometidos con el asesinato de Genesis Carmona. Para desvirtuar la participación directa o indirecta de quienes aparecen fotografiados, lanzando cohetes, con colectivos, encapuchados o escribiendo tuit llamando al contraataque es necesario que se investigue debidamente.
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