martes, 17 de junio de 2014

Carta de un sobrino y mi respuesta

Este mensaje lo recibí de mi sobrino Nestor Luis cuando participé mi decisión de acudir al SEBIN para saber por qué razón me citaron, y me persiguen. Mensaje que me motivó a responderle.

Causa sin masa/ Néstor González

Yo pienso que no deberías ir.
Más aun cuando como dices, la citación no está bien hecha de forma y fondo
Tu no tienes que demostrarle nada a nadie, ni siquiera a ti mismo
Además, y como te dije una vez, el problema de Venezuela más que político es social
Mientras la gente interesada en el cambio, no tenga conducta real de sacrificio y no esté dispuesta a echarle bola a las cosas y se limite a pedirle a Dios fuerza y a bendecir a los que hablan, y quejarse por facebook, la lucha termina siendo de unos pocos que son fáciles de anular
Y tu dirás, ¿y si uno no habla quién?
Y yo te diré, ¿después de ti, que? Persecución, stress y posiblemente cárcel por defender unos ideales que tienen causa pero no masa.
Ese es el dilema... Causa sin masa
La causa legitima el esfuerzo, pero la masa es la que hace que el esfuerzo genere cambio
El asunto no es preguntarse o cuestionarse si uno no sería fiel o irresponsable a los principios y creencias por abandonar la lucha
El asunto es preguntarse, si esta lucha tiene seguidores reales... No seguidores de facebook, que al menos desde la distancia es lo que se ve. Muchos likes, muchos retweets muchos consejos y bendiciones. Pero a la hora de la chiquitica solo hay un puñado en carpas mientras los demás están en la playa o jactandose de que tienen contactos para conseguir carne y hacer parrillas, o aprovechan un chanchullo para comprar dólares por Sicad y revenderlos
Yo como venezolano me siento orgulloso de que seas una voz y unas manos activas, pero como sobrino y ahijado te digo que mandes todo pa'l carajo porque siento que tu sacrificio no será correspondido. 

Néstor L. González A.

Mi respuesta.-
Las encrucijadas del camino
Estimado sobrino, Dios te bendiga. No es sencillo darle respuesta al mensaje que me escribes porque está cargado de argumentos incontrovertibles. Probablemente me cuente dentro de los que emprenden  una lucha romántica, que aunque si bien es cierto no llegan a ser la masa, no es mentira porque me consta: son muchísimos los venezolanos que en este momento la ejecutan.
La masa se construye con la perseverancia y la dedicación en hacer lo que consideras ir por el camino correcto. Hay una fuerza interna, que brota de mi alma  que me impulsa a seguir transitándolo. Estoy claro que los que hoy quieren silenciarnos me tienen lista la celda sin que todavía tenga un expediente abierto. Todos sabemos que aquí no hace falta expedientes, haber cometido delitos, ni mucho menos juicios para encarcelarte. Pa¨la cárcel y punto. Tu abuelo Antonio también fue preso en la dictadura de Pérez Jiménez por militar en un partido político evidentemente distinto al del dictador. Los tiranos son así o piensas como yo, dices y haces lo que te diga o no tendrás ninguna de las libertades. Pero hijo si sucumbes a esas pretensiones está perdiendo la libertad más importante, como lo es que seas tu mismo que actúes de acuerdo a tu condición de ser humano.    
En ese largo camino hay encrucijadas que se presentan cuando te enfrentas a los “dueños” del poder. Te confieso llegas a estar dubitativo entre tus principios y la realidad. ¡No te lo niego, lo he estado! La familia te pone a pensar. El presente y el futuro también se enfrentan como titanes que golpean tu pecho.
He tenido días en los que un torbellino inquietante revolotea en todo mi cuerpo. Quizá  me enamoré de la mujer equivocada.
Ese amor, que me resisto en aceptar que sea un amor imposible de conquistar ver a mi amada Venezuela en libertad y con justicia, por eso seguiré intentando enamorarla. Nuestra patria nunca ha sido ni lo será sus gobernantes. La patria es lo que nosotros nos imaginamos es y puede llegar a ser.    
Ahijado y sobrino querido, hoy estoy en la clandestinidad para evitar ser detenido porque me han considerado un objetivo, no a debilitar sino a quebrar. Decenas de amigos me han aconsejado lo que me dices en tu mensaje lleno de amor familiar. Sé que piensas en tu tío, no en el hombre político, cuya única fortuna son los principios que nos enseñaron en el hogar de tu abuelo. Tu tienes esa herencia moral, pero a la vez mucha inteligencia. Espero me comprendas.
Yo escogí mi vida, nadie me obligó a meterme en esto, y soy testarudo en seguir por esta vía, es muy probable que se te ocurra decirme que no veré los resultados, pero lo que si espero es que alguien disfrute el país que yo soñé y al cual me entregué. ¿Vale o no vale la pena?  Para mí: muchísima. Entiendo que por los momentos sintamos nadar contra la corriente, contra todos los consejos de familiares y amistades, pero es que no hay otra. Mi depresión sería mayor si abandono lo único que la da impulso a mi corazón.
Te quiero y orgullosamente tu tío.

Pablo Aure   

1 comentario:

  1. Pablo... mi mamá Belén y yo, muy orgullosas de ti y sintiendo igual que tú sientes!!!

    ResponderEliminar