martes, 25 de junio de 2013

Punto final con la APUC

Punto final con la APUC
El pasado 31 de mayo, cuando no quedaban más de 30 personas en una asamblea convocada por la APUC para informar sobre el conflicto universitario y la posibilidad de recurrir al paro indefinido como método de protesta, alguien de los presentes solicitó un voto de censura en mi contra. Por lo atípico de tal situación, en un conflicto donde se debatían cuestiones de alta trascendencia académica, solicité a mi gremio explicación sobre tal desaguisado. No se me respondió. Insistí, con responsabilidad universitaria sobre una explicación del asunto, y tampoco se me respondió. El tema ha sido desconocido y desvariado en algunos sectores, con el objeto de perjudicarme.
Pues, he solicitado al organismo gremial al cual pertenezco, me sean indicados los motivos del voto de censura, que extraoficialmente me informan que es por mi posición contraria a paralizar actividades como método de lucha. 
Como es lógico y en estricto derecho, me deberían haber notificado las causas de mi condena, el número de asistentes con su identificación y de no ser así, simple y llanamente tenemos que entender que, fui condenado sin ser escuchado, sin darme el derecho a la defensa y lo que es peor, por lo que la doctrina conoce, por “un juez sin rostro”. 
Para tratar de entender las causas por las cuales fui “sancionado” recurrí a las únicas herramientas válidas y que aprendí en mi trajinar por la escuela de Derecho y en los tribunales. estas son: pedir por escrito todo lo referente a "al voto de censura" apelando a normas constitucionales; desde el debido proceso contemplado en el artículo 49, como el de habeas data tipificado en el 28, o el derecho a petición y obtener oportuna respuesta con claras especificaciones en los artículos 51 y 143 todos constitucionales. 
Que se entienda bien, las vías jurisdiccionales a las cuales me he referido, no es para perseguir a nadie; pues si algo ha caracterizado mis luchas es precisamente la defensa de aquellos que injustamente están siendo perseguidos (hoy paradójicamente el perseguido soy yo por algunos directivos de la APUC). Repito, pretendía que me respondieran por escrito los motivos por los cuales mi gremio me sanciona y también saber con cuántos votó contó esa “censura”. Seguiré luchando por lo que siempre he luchado: por la democracia y la pluralidad dentro y fuera de las universidades. Lamentablemente corrientes oscuras han querido confundir a desentendidos.      
Aclaro públicamente: no tengo ningún interés subalterno en este asunto. Sí, asumo, que estoy estupefacto por el planteamiento en una asamblea de profesores ante el conflicto que vive la Universidad. Dejaré a la historia y al movimiento de la tierra, que algún día me ilustren de tamaño desamparo. No voy a insistir más. Creo que el debate debe ser otro. Dejo cerrado el interés en clarificar esa enojosa situación, para el bien de la lucha más elevada que me concierne.
Sin embargo no dejará de preocuparme las bajas pasiones que se suscitan en la lucha y el oscuro interés de minorías por menoscabar el paso firme de nuestra posición universitaria.
¡Que Dios los perdone!

Prof. Pablo Aure
@pabloaure

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