lunes, 8 de octubre de 2012

La tumba que cavamos


¡Hasta cuándo!
 PABLO AURE
pabloaure@gmail.com
Como pudieron darse cuenta, nuestra columna seguirá teniendo el mismo título ¡Hasta cuándo! Seguiremos promoviendo lo que creemos y denunciando los desafueros dictatoriales. Siempre vaticinamos que acabar con una dictadura comunista por medios democráticos y civilizados no era fácil. Ahí están los resultados. 
Chávez no ganó ayer. Los venezolanos hemos perdido durante todos estos años. Hemos sido muy ingenuos para enfrentarnos a un régimen que no es democrático y que ha hecho añicos la Constitución. Todo lo que han tejido con el abuso del poder ha producido sus frutos: “ganar” las elecciones. Cierran centros, migran electores, cambian las normas electorales. Un pueblo hambriento y receptor de dádivas predomina y se expresa determinantemente. 
No culpo a la dictadura por su “victoria”, reflexiono en voz alta sobre nuestra ingenuidad.     
Confieso que estoy escribiendo esta columna con el ánimo por el suelo. Todo nos hacía suponer que Capriles obtendría una victoria arrolladora. Pero no fue así. Al aceptar las reglas que nos impuso el árbitro, no tenemos otra opción sino la de aceptar la derrota. 
El diario ABC de España anunció en su página web que los primeros sondeos daban a Capriles como ganador. La cara de algunos integrantes del Comando Carabobo durante su rueda de prensa era inicialmente patética: reflejaban una derrota. Pero el primer boletín dijo otra cosa. 
El ventajismo fraudulento del gobierno contuvo el triunfo de quien debería ser hoy el presidente electo.  Pero ya escuchamos a Tibisay Lucena: perdimos. 
¿Tiempos de dictadura?
En el año 1952 Marcos Pérez Jiménez, contra todos los pronósticos, también se proclamó triunfador. Hoy la historia se repite; ¡perdimos.... Y Chávez no se irá! ¿Hasta cuándo permanecerá en Miraflores? No lo sabremos decir, pero vendrán tiempos conflictivos. Le seguirán pidiendo y Chávez seguirá mintiéndoles.  
Algunos están de fiesta, otros están llorando. Así son las elecciones. La vida no se acabó anoche, vendrán nuevos escenarios,   
El país de hoy.-
¿Qué país tendremos a partir de hoy? Con Capriles hubiese sido una cosa pero con Chávez poco cambiará. 
Estos primeros días habrá un luto lógico. Teníamos la mejor carta de presentación, pero los objetivos no fueron logrados. Era importante ganar, pero ahora para Chávez lo más importante será gobernar. No creemos que lo pueda hacer con la facilidad que hasta ahora lo ha hecho. Ese discurso excluyente, no tendrá la misma pegada porque tampoco tendrá el mismo flujo de dinero. El populismo llega a su fin. 
Los resultados de ayer son desoladores para quienes apostamos a un país mejor. Seguirá la inseguridad personal y el deterioro de los servicios públicos, pero la misión (la beca) se mantendrá, y nuestro pobre pueblo embobado tolerará que lo vistan de rojo y lo trasladen forzosamente a los actos políticos en agradecimiento a esa dádiva. Definitivamente la necesidad y el empobrecimiento seguirán importando como elemento de fácil control y dominación política. 
Ha nacido un líder
Lo que nos toca es pedirle a Capriles que lidere la oposición y que se convierta en la alternativa permanente de Venezuela. Que siga recorriendo el país. No se si esto lo vea mi generación pero si la de mis hijos. 
Tenemos que seguir apostando a la democracia con sus imperfecciones. Capriles será presidente en un tiempo corto. Demostró coraje, temple, sentido democrático. Tenemos que seguir adelante, por encima de las tumbas, adelante.
@pabloaure

4 comentarios:

  1. ? que pasa pueblo ?8 de octubre de 2012, 7:05

    excelente analisis, pero pienso que como estan las cosas, a esta altura del partido chavez sale igual que el dictador juan vicente gomez, esperar que alguna enfermeda, o de super avanzada edad, Dios decida que ya culmino su tiempo aqui.. ventajismo fraudulento del gobierno o mas alla, del estado? no hay poder humano en venezuela que pueda contra algo que se hace llamar estado.. porque lo que entendemos como estado hace a@os fallecio, no existe con todos los poderes tomados. y sin mencionar a sus partidario, simpatizantes que no llegan a 7.8 mill de persona, de donde salio esos votos?

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  2. Como siempre sin desperdicio su articulo,sin embargo a pesar de este fraude electoral y de conciencias compradas a fuerza de hambre y "atencion" a sus multiples complejos, reconcomios y miserias,se abre un camino de esperanza, de una juventud pujante que apuesta por Venezuela,insisto Henrique es joven y tomando sus palabras el tiempo de Dios es perfecto, falta poco para un pais nuevo, no somos pocos y unidos podemos considerar nuevas alternativas para salir de este regimen vergonzosamente y fraudulentamente reelecto.Un abrazo de animo y esperanza para ud y para todos los venezolanos responsables e integros. !sigue el camino con un democrata a carta cabal!!!

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  3. Excelente su articulo , a pesar de este fraude valio la pena el esfuerzo de Capriles tenemos un nuevo y excelente lider que mas temprano que tarde sera nuestro presidente ,pues somos mayoria los que pedimos a gritos un cambio hacia el progreso de todos unidos por un solo objetivo una mejor y unida Venezuela!
    Creo que en este momento que vivmos el fraude evito derramamiento de sangre y vidas .

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  4. Todo cierto! Pero poco hacemos regodeándonos en nuestra razón y en nuestras razones cuando en Venezuela tenemos una mayoría decadente, con antivalores y carente de principios, que fue incapaz de identificarse y comprender el mensaje del progreso en el que más de 6 millones vimos reflejada nuestra esperanza, "yo sí creo que Venezuela puede estar mejor, que podemos estar mejor" dicho por Capriles. Pero sus intenciones caen en saco roto en quienes no comparten sus valores, por eso no pueden compartir su visión de país. Lejos de odiarlos, lejos de alejarlos más con nuestro rencor por ratificar al mandatario actual, debemos trabajar en las comunidades para inculcar el valor del trabajo, hacerles ver su valía y capacidad, su verdadera posibilidad de independencia. Quizá, más pronto de lo que pensamos ahora, estarán listos para apropiarse de una verdad incuestionable... hay un camino.

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