lunes, 14 de noviembre de 2011

Industria del malandraje

El Carabobeño 14/11/11
¡Hasta cuándo!
Industria del malandraje

(Foto El Carabobeño)
PABLO AURE

pabloaure@gmail.com

Venezuela está sumida en el pozo profundo de los crímenes. Robos, atracos o estafas ya pasaron a ser delitos de bagatela. La corrupción administrativa en sus distintas formas existe, pero el pueblo no le hace caso. Tampoco la gente parece inquietarse mucho por el tráfico de drogas, cada vez más alarmante.

No hay zonas, barrios o urbanizaciones donde podamos sentirnos seguros. Los delincuentes están presentes en todas partes, son como las sombras de los venezolanos.

La vida y la libertad en estos tiempos de "revolución" son buenos negocios, no para sus titulares, sino para quienes disponen de ellos, desde luego, so capa de la impunidad. Al no haber castigo, proliferan las mafias. El sicariato y el secuestro forman parte del reporte de prensa cotidiano. Es común escuchar o leer noticias donde se señala que a fulano de tal lo mataron por encargo. El sicariato, normalmente lo aplicaban las mafias cuando uno de sus integrantes les traicionaba, o no cumplía determinada encomienda. Las organizaciones narcoterroristas suelen aplicar esta medida para castigar al traidor y "aleccionar" al resto de la agrupación. Pero, hoy, el sicariato ya ha dejado de ser una "herramienta" exclusiva de esas organizaciones criminales. En Venezuela, como no hay seguridad y existe impunidad, pues entonces la sociedad ha comenzado a buscar otros métodos de resolver sus controversias.

Pero es que no solamente se contratan sicarios para "zanjar" situaciones de "alta envergadura", sino que hasta por mirar mal a un sujeto te mandan a matar. La vida no vale nada. Ayer escuchaba a monseñor Reinaldo Del Prette, arzobispo de Valencia, citar a Benedicto XVI: "Una sociedad sin Dios está condenada al fracaso". Quizás en Venezuela nos hemos apartado de Dios. ¡Es hora de acercarnos a Él!

Justicia por encargo

La situación es preocupante cuando se pierde la confianza en los tribunales.

En un país civilizado las disputas son resueltas por un tercero imparcial, autónomo e independiente, conforme al Derecho, por un juez. Pero, sin embargo, hay personas que prefieren no denunciar y por propia mano actúan para "resarcir" un daño que están seguros los tribunales no les reparará. O, si acaso es indemnizado, su vida, o la de su familia, correrá peligro en el futuro por el acecho del delincuente denunciado, que desde la cárcel puede dirigir cualquier acción de venganza.

Cuando la sociedad se desespera, busca la manera de encontrar la justicia. Y si a esta desesperación le agregamos la pérdida de valores, pues, entonces, es fácil presumir que muchos prefieren buscar y "aplicar" lo que se conoce como autodefensa, es decir, la justicia por propias manos. Y es aquí donde nos encontramos a los ajustadores de cuentas por encargo. Era común en Colombia escuchar decir: a fulanito le mandaron la moto, ya que los sicarios generalmente se desplazan en motos para cumplir con su cometido. Colombia ha logrado mejorar aquella situación de inseguridad de años atrás. ¿Por qué nosotros no? ¿Por qué cada día empeoramos en esa materia?

"Industria" socialista 

Este gobierno ha procurado acabar con las industrias que generan fuentes de trabajos estables. Le produce urticaria ver a los empresarios exitosos o fincas en plena producción. Los ataca insaciablemente. Desde hace casi trece años se han empeñado en destruir las empresas privadas, porque para "el socialismo del siglo XXI" el capital privado es un enemigo a vencer.

Esas industrias son atacadas directa o indirectamente, expropiándolas, ocupándolas o confiscándolas. Son las fórmulas directas que invocan bajo el manto putrefacto dizque de la utilidad social.

Pero, también acaban con las industrias cuando los empresarios se ven amenazados por la inseguridad jurídica o personal. Invaden sus propiedades, y no encuentran respuestas en los tribunales. O no les aprueban las divisas para adquirir insumos necesarios para el desempeño de sus actividades industriales.

En socialismo no hay progreso

Los socialistas en el mundo entero nunca han sabido generar empleos. Ellos viven del Estado, destruyen el capital privado y fomentan la holgazanería. Hay demostración universal de ello. Algunos socialismos son más decentes que otros, con mejores modales y más educados, pero de cualquier manera hay que decir que con el socialismo nadie progresa. El sábado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, manifestó: "...decir socialismo es decir desempleo" y que cuando un militante del PSOE "dice que sabe cómo crear empleo, es como si viniera Paris Hilton a decir que sabe cómo se fundan los conventos".

Evidentemente, el socialismo que gobierna a España dista muchísimo del que Chávez ha tratado de imponer en nuestro país. En aquél hay seguridad, las personas no se asustan de salir a las calles en cualquier barrio y a cualquiera hora. Todo lo contrario a lo que nos pasa aquí: no hay hora o localidad en la que no estemos preocupados por nuestra seguridad.

La industria roja rojita... el malandraje

Nos alegramos por el rescate del beisbolista que juega tanto para los Tigres de Aragua como en las Ligas Mayores para los Nacionales de Washington. El ministro Tareck El Aissami dijo días antes del rescate que pondría a los mejores especialistas a buscarlo y, lo encontraron. En lo particular no creo que ese secuestro haya sido un montaje del Gobierno, como algunos lo pretenden hacer ver. Pero, sí creo que el Gobierno le ha puesto algunos aditivos que no son ciertos. Por ejemplo, que estuvieron implicados paramilitares y que se escaparon. Si se escaparon, ¿cómo saben que eran paramilitares? El pelotero dijo que sus captores tenían acento colombiano. ¿Por qué el ministro no dijo que eran de las FARC o del ELN? El ministro no menciona a la guerrilla, porque simple y llanamente con estas agrupaciones narcoterroristas hay empatía e innegable complicidad. Recordemos la beligerancia que Hugo Chávez pretendió darle cuando decía que Venezuela tenía fronteras con la guerrilla y no con el Estado colombiano. Creo que el Gobierno debería cambiar su discurso. Pienso que ningún grupo militar irregular, sean guerrilleros o "paracos", puede existir, y que los gobiernos deberían combatirlos por igual. Como Wilson Ramos hay muchos, de los cuales el gobierno no se ocupa.

Hay estudios que reflejan que en Venezuela se producen por lo menos 5 secuestros diarios, que son resueltos mediante el pago de dinero. Para el año 2007 nuestro país pasó a estar colocado dentro de las diez primeras naciones donde más secuestros se consumaban. Con Chávez y su socialismo, la industria del secuestro avanza a paso de vencedores.

El abogado Fermín Mármol ha dicho que en Venezuela operan alrededor de 18.000 bandas delictivas, y que de cada cinco secuestros, cuatro responden a la modalidad de "express": se resuelven a las 24 horas de realizarse; cometidos por delincuentes comunes y de poca preparación, que no tienen la logística necesaria para prolongar el cautiverio. Dice Mármol: "se trata a menudo de jóvenes que antes se dedicaban al robo de joyerías, bancos y comercios, y que han escogido el secuestro porque es rentable y entraña menos riesgos". Vaya industrias las que ha generado el gobierno "socialista" de Hugo Rafael: la del malandraje.

@pabloaure

www.pabloaure.blogspot.com

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