lunes, 31 de octubre de 2011

Estado sin derecho y sin justicia

El Carabobeño 31/10/2011
¡Hasta cuándo!
Pablo Aure 
pabloaure@gmail.com 

Queríamos escribir de muchos temas que están en el tapete, por ejemplo, de las primarias, del aumento del 50% del sueldo que el Gobierno dio exclusivamente a los militares y de las facilidades que el régimen da a los miembros de la Fuerza Armada para comprar casa y carro sin cuota inicial, etc. Me preguntaba al mismo tiempo sobre la igualdad que pregona el llamado socialismo del siglo XXI generando diferencias entre militares y civiles, donde los primeros tienen toda clase de privilegios. Un médico, un enfermero, un maestro, un profesor de secundaria o universitario, son trabajadores que para el Gobierno no merecen un salario decente. En cambio, los militares sí lo merecen. 

Que quede claro: imposible no estar de acuerdo con el aumento que recibieron los militares. Lo que no apoyamos es la desigualdad. 

De igual manera deseaba profundizar sobre las primarias. El apoyo que Acción Democrática le dio a Pablo Pérez, lo cual obviamente coloca al zuliano en la fotografía de la final. Tampoco quería obviar la jugada de ajedrez político de Proyecto Venezuela, apoyando a Leopoldo López, quizá para pasar agachado y no pisar callos grandes, probablemente pensando en lo regional más que todo, ya que la plataforma de Voluntad Popular no es nada despreciable. Al sentarnos frente al computador a escribir también nos pasó por la mente desarrollar otro tema de lo que hoy sufrimos los venezolanos como sociedad: la vulgar utilización del Derecho y la justicia con fines políticos, es decir, como arma para destruir a personajes de la oposición o no afectos al proceso. La judicialización de la política es un hecho en Venezuela que pone en tela de juicio los valores democráticos. Desde el Tribunal Supremo de Justicia hasta el más apartado juzgado del país, pasando por las administraciones públicas del chavismo, se manipula el Derecho para amedrentar y perseguir tanto a personajes de la vida política como a empresarios y comerciantes. Los poderes están a merced del oficialismo. Confeccionan leyes más con fines destructivos y revanchistas, que para el progreso de los venezolanos. 

Inhabilitar al contrario 

Qué decir de las actuaciones de la Contraloría General de la República en estos tiempos de desgracia que vivimos. En lugar de vigilar y fiscalizar los ingresos, gastos y bienes públicos seria y responsablemente, se ha dedicado a "inhabilitar" vía "fast track" a funcionarios públicos que le son incómodos. 

El último caso que conocemos es contra el profesor José Ángel Ferreira, vicerrector administrativo de la Universidad de Carabobo, arbitrariamente sancionado con inhabilitación sin habérsele dado la oportunidad de defensa y basados en eventos acaecidos hace diez años. Aprovecho esta trinchera para solidarizarme con Ferreira, quien en su carrera universitaria ha dado suficientes demostraciones de honestidad. Jamás podrá mancharse por inconstitucionales procedimientos la limpia carrera académica de José Ángel Ferreira. 

En fin, queríamos escribir de temas políticos nacionales y regionales, pero no podían salir de mi mente ni alejar las imágenes de angustias y preocupaciones del sector universitario ante la terrible situación de inseguridad que padecemos. 

No es fácil apartar la tristeza y la preocupación para escribir sobre otros temas. Imposible dejar de pensar en lo que ocurre en la Universidad de Carabobo. 

No es la primera vez que escribo de la violencia en nuestra casa de estudios. "La verdadera transformación universitaria" y "La capucha" han sido títulos de esta columna ¡Hasta cuándo! recientemente. 

Ayer domingo leía con especial interés la entrevista que el periodista Alejandro Villalobos le hiciera a los bachilleres Miguel Seijas, Kelvi Zambrano y María Alejandra Chahwan, tres estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UC. Sus caras de preocupación afectaron lo más profundo de mi alma. Todo lo que ellos dijeron, no tengo dudas, lo expresaron con el corazón y la pasión propia de jóvenes soñadores. Sé que no es sencillo para un joven estudiante aceptar la colaboración de aquellos a quienes ha combatido. Tengo la misma percepción y temor referente a la fuerza pública que ellos. No tengo dudas de que en la fuerza policial y en la militar hay corrupción. Ellos se preguntan, si eso es así, entonces, cómo permitir que entren a la Universidad. María Alejandra Chahwan en la entrevista dijo: "Siempre la consigna del estudiante ha sido contra la bota militar. En las manifestaciones por nuestros derechos ellos son nuestros enemigos. Pablo Aure protestó, se enfrentó junto a nosotros con los militares en contra de la Ley de Universidades y ahora no puede estar de acuerdo con que entren o tratar de convencer a los estudiantes. Yo no puedo permitir más allá de una alcabala...". Debo contestarle a María Alejandra que siempre seré enemigo de militarizar las universidades y a la sociedad en general. En infinidad de ocasiones me he enfrentado a ellos. Estuve preso en una cárcel militar y con un juicio militar. Desearía vivir en una sociedad sin ejércitos. Los militares no son santos de mi devoción. Pero en este caso dramático de profunda inseguridad, creo que debemos apartar la pasión y las reservas. 

Los jóvenes lo dijeron muy bien ayer en la entrevista: para colocar alcabalas y controlar la entrada a los espacios universitarios que, como ellos lo saben, no tienen una cerca perimetral; los edificios fueron construidos en una gran sabana rodeada de barrios, hospitales, y caminos, avenidas y autopistas. Si seguimos corriendo la arruga la situación se agudizará. 

También dijeron los muchachos que hay armas dentro de la Universidad y que nuestra Pipsuc (Prevención, Incendio y Seguridad de la UC) no puede combatir a los delincuentes. Mi pregunta es: entonces, ¿cómo hacerle frente?. Es cierto lo que ellos dicen. Ni le quito ni le pongo nada sobre las mafias que se han enquistado en nuestra institución. No es nueva cosa. Tienen historia. Lamentablemente algunos de los protagonistas y patrocinadores de esas bandas hoy buscan pescar en río revuelto para, como siempre, sacar provecho. 

A quienes quieran ver y analizar en qué consiste la implementación del plan de seguridad para la UC los invito a visitar la pagina www.uc.edu.ve o ir directamente al siguiente enlace http://www.uc.edu.ve/archivos/ASPECTOS_DIBISE_U_CARABOBO.pdf 

Mil veces hemos tratado de ponerle el cascabel al gato. Me gustaría saber cómo las autoridades ucistas, o los decanos, podemos hacerle frente físicamente a los malhechores, si no contamos con una fuerza que nos ayude. No le hagamos el juego a los promotores de la capucha, que la utilizaban como casa militar en sus apariciones políticas. 

La impunidad 

Estamos cansados de escuchar y leer noticias en las que se reseñan hechos de violencia en colegios y liceos. Siempre lo hemos dicho: eso es producto de la descomposición social. Las universidades son el reflejo del país. A ellas llegan los que se formaron en esos liceos y en esas escuelas. Tenemos una gran crisis de valores, hacemos lo que nos provoca, no lo debido. A esa carga de antivalores se le suma uno que es aún más pernicioso: hay personas que cometen delitos porque saben que no los castigarán. Y aquí estamos hablando dentro o fuera de la Universidad. 

Defenderte sabrá nuestro honor 

Hoy, estando al servicio de nuestra muy querida alma máter, queremos encontrar la solución definitiva a este difícil problema, y para eso se necesita el concurso de todos: estudiantes, trabajadores y sociedad civil. No nos quedemos en las críticas. Hemos planteado un plan de seguridad integral cuya implementación se está consultando. Estamos abiertos a las propuestas. 

Estoy convencido de que la Universidad de Carabobo saldrá adelante, porque tiene suficientes reservas morales que sabrán dar al traste con estos lunares que han venido creciendo con el tiempo. Apelo al espíritu universitario de profesores, empleados y obreros, activos y jubilados, para remar con fuerza hacia puerto seguro. El mismo llamado hacemos a los estudiantes, que sueñan con una universidad y un país mejor. 

@pabloaure

www.pabloaure.blogspot.com

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