lunes, 13 de septiembre de 2010

Odio parejo


El Carabobeño 13/09/2010
¡Hasta cuándo!
Odio parejo
Pablo Aure
Siempre he tratado de escribir y expresar mi pensamiento tal cual lo que siento. No me gusta edulcorar con las palabras como para decir a medias lo que deseo transmitir. Nunca hemos querido congraciarnos con nadie hipotecando las ideas para ganar indulgencia. Si tengo que criticar al Gobierno lo hago, y si es a la Oposición también lo hago, con dolor, desde luego. Tampoco se salvan los llamados Ni-NI, que por desgracia, son los que terminan decidiendo en los procesos electorales. Pues bien, después de leer y analizar algunos comentarios sobre las últimas muertes de personeros ligados al oficialismo no podríamos exteriorizar algo distinto al sentimiento de lástima. Pero, sin esconder la cabeza debemos destacar con vergüenza que verdaderamente se ha consumado la siembra de odio entre nosotros, basta ver distintos tweets y post en las páginas de noticias on line para convencernos de que hemos llegado a un nivel de odio nunca visto entre los venezolanos. Porque de todos es conocido que a la caída de Pérez Jiménez, durante los gobiernos adecos que sucedieron inmediatamente, quienes formaron parte de la dictadura -y entre ellos, aquellos feroces esbirros de la Seguridad Nacional- continuaron haciendo su vida en el país y poco a poco fue desapareciendo el rencor. Pero lo que estamos viendo, que nadie duda es producto de la actitud del máximo jerarca de la revolución, es odio crudito y parejo. Eso es lo que tenemos como cosecha del resentimiento que ha sembrado justamente Hugo Chávez entre nosotros. Aquí han muerto insignes personajes de la vida nacional como Uslar Pietri, Luis Herrera, Caldera, los cardenales Castillo Lara y Velasco, Aldemaro Romero, y el Gobierno como si nada; pero hace pomposas honras cuando se trata de un jerarca de la revolución. Y el pueblo se da cuenta y lo resiente profundamente que el odio es una política de Estado.
Rojos caídos.-
En todo caso, los muertos merecen respeto. Los griegos rendían honores a sus adversarios que caían en batalla. Aquí tenemos que luchar duramente por la reconciliación de los venezolanos, tarea impretermitible del venidero Gobierno democrático y civilizado que sustituya esta barbarie. El viernes William Lara perdió la vida de la misma manera que la han perdido muchos venezolanos: víctimas del mal estado de las carreteras del país. El vehículo en el que viajaba el Gobernador del Guárico aparentemente cayó en un hueco, lo que provocó que el conductor perdiera el control y fuera a parar al río “Uverito” (porque la vía tampoco tenía defensas laterales) donde terminó ahogado. Por la red social Twitter hicieron cientos de comentarios, lamentablemente no todos de consuelo y resignación sino impulsados por el sentimiento de la venganza y el odio que, a decir verdad, nos ha inoculado el propio proceso revolucionario con sus políticas de abusos y confiscaciones. Nunca había visto algo como esto, lo confieso. Entre los venezolanos siempre ha reinado el respeto y la altura para con el adversario. Pero nos han hecho tocar fondo. Alguien escribió (no sabría decir a quién se refería): “sentido pésame a los deudos y felicitaciones a los testaferros”. Sin palabras.
La película imposible de contar
Probablemente mientras William Lara agonizaba en las turbulentas aguas del río guariqueño, se acordó de su actuación como funcionario público. Dicen por ahí que la gente antes de morir ve una especie de película de lo que fue su vida. Quizá se acordó que él, como Ministro de Comunicación e Información, instrumentó y justificó el arrebato de la señal abierta que el régimen hizo a Radio Caracas Televisión (http://www.youtube.com/watch?v=oTvbh7dZFjg), y como Gobernador allanó fincas de pobres gentes trabajadoras sólo para satisfacer a su líder. Y eso despierta sentimientos de odio, los que ojalá sepamos atajar temprano para evitar sangre entre hermanos. Seguramente también pasaron por su mente las imágenes de confiscaciones de tierras a productores agropecuarios del estado Guárico a las que él asistió como gobernador. (http://www.youtube.com/watch?v=agkCTf7KGaI)
¿Y la información veraz?
Minutos después de conocerse la información del accidente en el que perdió la vida William Lara, el canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV) aseguró que Lara había sido trasladado al Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de la localidad guariqueña de Ortiz, y que sólo había sufrido politraumatismos generalizados. Hoy los venezolanos nos preguntamos: ¿por qué se engaña de esa manera? ¿Dónde está la información veraz que tanto reclama el régimen? ¿De cuánto hubiese sido la multa o la sanción de haber incurrido Globovisión en esa “equivocación”? Cuántas mentiras se habrán transmitido por esa planta televisiva si ante esta tragedia fueron capaces de asegurar lo contrario a lo que ocurría. En un país serio eso no debería pasar.
Cosechas lo que siembras
Comparto lo que el sábado escribió Enzo Scarano alcalde del municipio San Diego en su cuenta de Twiter: “Rechazo con vehemencia todos aquellos comentarios fuera de contexto sobre muerte de WLara. No somos jueces. Somos seres humanos”. Eso es verdad. Ojalá podamos entenderlo, pero también es verdad que es muy difícil disipar de la mente del pueblo tanto daño que alevosamente se ha causado. Hablando de este tema, ayer escuché a una señora decir: “Lo que aquí se hace aquí se paga”. Lo cierto es que, de todas estas penosas situaciones siempre deberíamos tener presente que las personas cosechan lo que siembran. Si siembras odio cosecharás odio y, si siembras amor muy probable recibirás amor. No hay que perder de vista que los cargos y el poder son transitorios. De un día para otro todo puede cambiar. Los gobernantes, sean civiles o militares, que jamás olviden que es mejor (para sus herederos) ser recordados por haber hecho el bien antes que por la destrucción y el odio que pudieron haber sembrado en su transitar terrenal.

pabloaure@hastacuando.com
Twitter: @pabloaure

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