lunes, 19 de julio de 2010


El Carabobeño 19/07/2010
¡Hasta cuándo!
El morbo de Esteban

Pablo Aure

Desde hace ya mucho tiempo quien nos dice de qué vamos a hablar durante la semana es Hugo Chávez. Esta semana el tema de conversación será, sin lugar a dudas, la exhumación de los huesos de Bolívar, aquel hombre cuyas propiedades genéticas lo hacen aparentemente inmune a la degeneración ósea, y que fue enterrado, según dictan las apariencias, desnudo. Bueno, al respecto tengo muy poco que decir, y lo voy a hacer ahora para abandonar el tema y hablar de cosas verdaderamente importantes.

Primero, un equipo de analistas que conseguí me hizo un estudio matemático de los efectos que tiene para los venezolanos de a pie el estudio forense realizado en el cadáver de Simón. Divididos porcentualmente, los efectos son los siguientes:

Se abre la tumba de Bolívar 100%

Cesa la epidemia de dengue 0%

Se avanza la investigación de la comida podrida de Pdval 0%

Disminuye la inseguridad 0%

Disminuye el derrame de petróleo en el Lago de Maracaibo 0%

Mejora el estado de la infraestructura vial 0%

Mejora la calidad del agua en Carabobo 0%

En segundo lugar, para entender a Chávez hay que estudiar la historia de Francois Duvalier “Papa Doc”, presidente-dictador de Haití hasta el año 1971, que utilizaba sus supuestos poderes de vudú para aterrorizar a la población, exacerbando el miedo y la superstición. Y eso es todo lo que voy a decir: Chávez se está valiendo de la ignorancia y del miedo, estrategia no pocas veces utilizada en la historia por los que se atribuyen poderes místicos y sobrenaturales, vaticinando desgracias y hecatombes provenientes del más allá en caso de salir del poder.

En fin, no merece mayor discusión el acto morboso de abrir la tumba de Bolívar. Es una irresponsabilidad seguir exacerbando rumores que sólo calarían en el Medievo, y ayudando, de nuevo, a Chávez en su afán de dictar pauta de lo que los venezolanos vamos a hablar toda la semana. Bien lo hizo el blog humorístico El Chigüire Bipolar (página web http://www.elchiguirebipolar.com) en reseñar la noticia con todo el ridículo que se merece, y en una mordaz sátira a nuestra economía en descomposición, con el título: “Encuentran dentro del sarcófago del Libertador restos del Bolívar”.

No embistamos el trapo

Y ahora, hablando de cosas verdaderamente importantes:

¿Cuántas toneladas de comida piche van hasta ahora? Es muy probable que ya la Asamblea Nacional haya prohibido difundir tal información “por la seguridad mental y espiritual de la patria”. El hecho es que los venezolanos debemos hacernos algunas preguntas sumamente importantes:

¿Ya hay abierto un proceso judicial sobre este asunto?

¿Por qué el gobierno no ha actuado frente a este desperdicio imperdonable de comida con la celeridad que actúa para perseguir “acaparadores” que ponen en peligro la seguridad alimentaria del pueblo?

¿Es justo que los venezolanos jóvenes que buscan estudiar en el exterior para afinar sus capacidades y traer nuevos conocimientos al país tengan que mendigar por unos pocos dólares cuando el gobierno entrega millones que se pierden en comida a punto de expirar? ¿Dónde estuvo Cadivi para esto?

Cada vez que hacemos una denuncia, por supuesto, el gobierno dice que es un acto de manipulación, que estamos buscando desestabilizar y que es una estrategia mediática. Bueno, pueden decir lo que quieran, pero lo que nunca se les oye, lo que debe dolerle a todo venezolano que no consigue alimentos, es decirnos quién es responsable.

Mientras tanto, en el mundo civilizado:

¿Qué pasó recientemente en Finlandia? El gobierno finlandés, a través del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, ha declarado que el acceso a Internet a alta velocidad (1MB/s) es un derecho humano que debe gozar todo ciudadano de ese país, haciendo planes para que, a finales del 2015, ya exista una plataforma cien veces más rápida.

Vale preguntarse cómo es que Venezuela con todo su petróleo y con un satélite propio (el Simón Bolívar, cuyos supuestos méritos y posibles usos han cacareado los personeros del régimen) a duras penas puede prometerle a sus ciudadanos el servicio eléctrico, y en algunas regiones del país, ni siquiera todo el día. Inclusive, esta semana Venezuela sufrió un “apagón” del acceso a Internet vía Cantv en todo el territorio. ¿No es bochornoso? ¿No debería darles pena?

El fetichismo del venezolano

Pero para complacer al presidente, pobre hombre que siempre quiere ser el centro de atracción, me atrevo a usar unas palabras en un tema que toca, aunque sea de manera tangente, el asunto este de los próceres muertos. Voy a hablar del extraño complejo, casi homoerótico, que tiene la historia venezolana con los “hombres fuertes”.

¿Suena duro? Tal vez, es porque hay que poner las cosas claras. En este país se nos ha inculcado desde hace mucho tiempo un extraño modelo a seguir: cuando hablamos de líderes no alabamos al hombre inteligente, ni al sabio, ni al gentil, ni al bondadoso y mucho menos al prudente. Aquí gritan “así, así, así es que se gobierna” cuando las cosas se hacen a la fuerza, cuando alguien se ríe frente a la ley y la doblega a su voluntad. Desde el malandro que goza de cierta mística y respeto en su comarca porque “no se deja montar la pata”, hasta el militar que se pavonea con el pecho de paloma, sintiéndose superior al civil, el venezolano hace del hombre fuerte su ideal.

Y esto no es reciente. En buena parte de la “cuarta república” (como le gusta llamar al gobierno a esa época con poderes públicos independientes) existía un cierto coqueteo con las dictaduras. Se oía en las calles, en las panaderías y hasta en los salones de clase, frases como “ay, mijito, pero en la época de Pérez Jiménez uno podía dejar la puerta abierta y dormir tranquilo” o “por lo menos en la dictadura hacían obras”.

¿Será que el venezolano es tan, pero tan conformista que no se podía imaginar una vida sin delincuencia o con obras, coexistiendo las libertades políticas e individuales?

¿O será que nos han estado llevando de la mano a creer que esta es la única realidad posible?

Creemos más que en supuestas maquinaciones de magia negra, o en ritos de vudú, en una conspiración que se ha estado fraguando desde hace décadas para “enamorarnos” de nuevo de los dictadores, culminando todo con lo que tenemos ahora. Me permito hacer una comparación: muchas veces sucede, cuando una mujer decide abandonar al marido violento y borracho, que sus familiares la recriminan con frases como: “ay, pero si fulano por lo menos te daba de comer, y nunca tenías que preocuparte por dónde ibas a pasar la noche. ¿Por qué no lo perdonas? Él seguro está arrepentido”. Es seguro que una vez que la mujer vuelve con su ex, que los abusos regresan y aun más fuertes que antes, pues el hombre estaría convencido de que si fue perdonado alguna vez por sus atrocidades entonces podía volverlas a cometer sin miedo alguno. Venezuela había salido del mal matrimonio con las dictaduras, pero desde alguna parte alguien le cantó a este pueblo esa perniciosa canción, enamorándolo de nuevo de los tiranos.

Aquí es donde decimos: “¡Hasta cuando!”

pabloaure@hastacuando.com

Twitter:@pabloaure

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