¡Hasta cuándo!
Padrino López Vs Kurt Tidd
@pabloaure
Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia
de los EEUU el tema Venezuela nunca ha estado fuera de su agenda. Ha enviado a Sur
América a sus principales diplomáticos para ir abonando y ablandando el terreno
para ejecutar acciones que muy probablemente se llevarán a cabo en las próximas
semanas y, cuya finalidad, será recuperar la libertad en nuestro país.
Lo primero que debe implementarse es la ayuda
humanitaria, la cual esperemos se materialice con la alianza de países vecinos.
Colombia y Brasil desempeñarían un rol fundamental.
Desde el año 2015 se viene hablando de “la
operación libertad Venezuela”. En efecto, el general John Kelly ex jefe del Comando Sur de
EEUU lo expuso ante el Comité Senatorial del Congreso norteamericano; y ahora,
su sucesor, el almirante Kurt Tidd continuará la misión, por cierto, este fin de
semana estuvo en Colombia definiendo estrategias con el ministro de la defensa
del hermano país. Antes, el Secretario de Estado de los EEUU Red Tillerson
había emprendido un recorrido por la región precisando los términos de la
liberación de Venezuela, lo mismo hizo el vicepresidente de los EEUU Mike Pence
un poco antes.
No es el prefecto de Patanemo el que está de
visita en Colombia, se trata nada menos y nada más que del jefe del Comando Sur
de los EEUU que tiene bajo su responsabilidad cubrir 31 países, abarcando una extensión geográfica de 24.900.000
kilómetros. El jefe de ese Comando es un veterano de guerra que no exhibe sus
estrellas por haberlas obtenido lanzándole bombas lacrimógenas a un pueblo hambriento,
ni metiéndole metras o tuercas a las escopetas para asesinar a los muchachos
que protestan en las calles de su país; tampoco por haberse comportado como adulador
a tirano alguno. Su ascenso se lo ganó por representar en varias misiones a la primera
potencia mundial. No es un inexperto. Tanto en el campo de batalla como en el
mundo de la asesoría militar ha tenido importantes tareas. A principios de los
2000 fue asesor militar del Secretario de Estado de EEUU. En el 2004, Kurt Tidd encabezó la presencia de
la flota estadounidense en el Estrecho de Ormuz, el cual se encuentra ubicado en la costa sureña de Irán, conecta el Golfo Pérsico al Golfo de
Omán y constituye la zona estratégica más importante de la región. Casi el 20% del petróleo del mundo pasa por ese
estrecho.
Al momento de contestar algunas preguntas que le hiciera la cámara del
Senado de los EEUU para defender su postulación como Jefe del Comando Sur, Kurt
Tidd dijo lo siguiente: “He servido en varias asignaturas de la Marina de los
EE.UU. conjuntamente a otras instituciones, que incluyen tareas de operaciones
y de dirección del personal en el Pentágono y el Consejo de Seguridad Nacional,
así como recorridos de mando y apoyo a las fuerzas de coalición en las
operaciones Iraqi Freedom (Libertad Iraquí) y Enduring Freedom (Libertad Duradera)”,
No hay que ser un sesudo analista para entender
lo que sucede en la región: el régimen que somete a Venezuela se ha convertido
en una amenaza no solo para los venezolanos sino para todo el continente, por
eso los EEUU tienen especial interés en reducir a los tiranos.
No me imagino qué cosa estará pensando el
ministro de la defensa de Venezuela general en Jefe Padrino López ante la
tormenta que se le aproxima.
Ayuda
humanitaria.-
Nadie en Venezuela podrá negarse a recibir la
ayuda de otros países. Mientras el régimen insiste en matar de hambre a los venezolanos,
hay gente que desde el exterior hace todo lo posible para proporcionar
alimentos y medicinas que salvaguarden la vida de millones de compatriotas. La
fuerza Armada Nacional tiene que entender que no podrá oponerse a la búsqueda de
los alimentos. Los militares también padecen del hambre provocada por la
tiranía. En los cuarteles no se come bien, solo los que están en la rosca de la
corrupción son los que pueden comer a cuerpo de reyes. Los cuadros medios de la oficialidad y la
tropa ya no aguantan tanta desfachatez y por eso en las últimas semanas se han
producido muchas deserciones. No lo duden, la ayuda humanitaria tendrá el pleno
respaldo de la mayoría castrense y, el régimen lo sabe.
Intervención
de extracción.-
Me late que todo comenzará con la ayuda
humanitaria, pero simultáneamente se irán adelantando los juicios que por lesa
humanidad se le sigue a varios altos funcionarios civiles y militares en la
Corte Penal Internacional, también se reforzarán las investigaciones contra los
narcotraficantes que eventualmente hayan utilizado el gobierno de Venezuela
como guarida para cometer sus crímenes de tráfico de droga, a ellos también les
llegará el brazo de la justicia internacional.
No nos extrañemos si observamos operaciones de
extracción, esto es, que se lleven a los delincuentes ante el silencio y complicidad
de las autoridades venezolanas. En ese momento muchos bandidos y enchufados
identificados con el régimen pondrán sus bardas en remojo.
Durante las próximas semanas habrá “muñequeos” y
negociaciones de alto nivel. Olvídense de
aquellas negociaciones amateur protagonizadas en República Dominicana. Ahora se sentarán representantes de EEUU y Cuba (que
no estuvieron en Santo Domingo) para negociar los términos de la salida -o de
la entrega- de Maduro y sus partidarios.
Que nadie venga con falsos nacionalismos porque
lo que en este momento reclamamos es el fin de la tiranía. Bienvenida la ayuda
de los países aliados de la democracia para dar al traste con este régimen de
oprobio y de vergüenza que hemos tenido que padecer en nuestro país. Vendrá la
transición, y será más rápido de lo que muchos piensan.
Civiles
y militares: un solo pueblo.-
Entre el grueso de la Fuerza Armada Nacional y
la sociedad civil existe un obstáculo que le impide actuar de manera conjunta. Ese
obstáculo es el alto mando militar, el ministro de la defensa y un grupete de
cubanos que creyeron que esta era su casa y por eso actúan como si fueran
dueños del país. El mensaje debe y tiene que ser de unificación para lograr la
libertad. Pero también, el llamado es a la organización. Esto implica que, hay
que construir todos los canales de comunicación necesarios para coordinar
cualquier movilización. No depender de las redes sociales ni tampoco de
aparatos electrónicos, pues en cualquier momento el régimen los desconectaría.
Por último, es menester que estemos claros que esa ayuda humanitaria no nos
llegará a nuestras casas si no demostramos que estamos urgidos de ella. Tenemos
que salir a buscarla y a exigirla. Esto quiere decir que en la calle se debe escuchar
el grito ¡Viva Venezuela libre!
Pablo Aure
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