¡Hasta cuándo!
Elecciones en las Universidades/
*Pablo Aure
@pabloaure
Ningún universitario republicano, entiéndase como aquel que
está de acuerdo con la alternancia en los cargos de dirección, puede estar en
desacuerdo con que se realicen elecciones para la renovación de sus autoridades,
cuyos periodos están vencidos desde hace
tiempo. Me refiero a los consejeros profesorales ante el Consejo Universitario
ante los de Facultad y Consejos de escuela, también a los decanos y desde luego,
a las autoridades propiamente dichas: Rector, Vicerrectores y Secretario
General.
Ahora bien, es necesario aclarar ante la opinión pública que
en todas las Universidades se han convocado procesos electorales, pero ha sido precisamente
el Tribunal Supremo de Justicia quien las ha suspendido, ordenando realizarlas
bajo parámetros antiacadémicos, por lo cual las comisiones electorales
respectivas se han negado a realizarlas de la manera impuesta.
Recientemente hubo una preocupación generalizada por la
emisión de la sentencia 0324 que pretendía obligar a la Universidad Central de
Venezuela realizar elecciones antes del 28 de febrero del 2020, estableciendo el
voto “paritario” y dividiendo el claustro en cinco (5) sectores, a saber: el de
los estudiantes, docentes, obreros, empleados y egresados. Cada uno de los
integrantes de estos sectores se contabilizaba como un voto. Imagínense el número
del padrón electoral. Por ejemplo de la Universidad de Carabobo han egresado
más de ciento sesenta mil (160.000) profesionales, hoy tenemos una matrícula de
aproximadamente veinticinco mil (25.000) alumnos y si contamos al resto de los
sectores le debemos sumar cerca de diecisiete mil (17.000); es decir más de
doscientas mil personas tendrán derecho a elegir a las autoridades. ¡Vaya “democracia”
tumultuaria! Desde luego, ese tipo de elecciones no es académica ni tampoco es
democrática. No es igualdad en los derechos, porque la igualdad no se mide por
votar sino por responsabilidades en el ejercicio.
Jamás convalidaría una elección que soslaye los principios
constitucionales, claramente establecidos en el artículo 109 de la Constitución
(El Estado reconocerá la autonomía
universitaria como principio y jerarquía que permite a los profesores, estudiantes, egresados…).
Puede ser que algunos miembros de la comunidad universitaria estén
simpatizando con la variación del claustro para ajustarlo a determinadas
exigencias NO CONSTITUCIONALES, pero, así como lo he dicho en privado, hoy en
público lo repito: conmigo no cuenten mientras sea miembro del Consejo
Universitario de la Universidad de Carabobo defenderé con mi voz la autonomía
universitaria. Primero que reformen la Constitución y luego, podemos discutir
la variación del claustro, mientras eso no ocurra, jamás alzaré la mano para
pisotear la Carta Magna.
Se han dado innumerables debates dentro y fuera de las
Universidades, inclusive ese artículo 109 Constitucional, el expresidente Hugo
Chávez lo pretendió modificar con aquella reforma que el pueblo le dijo NO.
Entonces, mal podemos nosotros vía reglamentaria alterar algo que los
ciudadanos venezolanos soberanamente no autorizaron.
Hoy, desde el ejecutivo nacional, algunos togados y otros integrantes
de comunidades universitaria (lamentablemente) con ínfulas de curtidos en el Derecho
o en la interpretación de las normas jurídicas, enarbolan la Ley Orgánica de
Educación para señalar la manera de elegir las autoridades, bajo la errada
creencia de hacer respetar el principio de la participación, auspician aumentar
la composición del claustro en nuestras universidades, debo decirles que están
supremamente equivocadas. Simple y llanamente porque esa Ley (la LOE) NO APLICA
a las Universidades autónomas. Me explico. La Ley de marras, de acuerdo al Artículo
2, establece: “Esta Ley se aplica a la sociedad y en particular a las personas
naturales y jurídicas, instituciones y centros educativos oficiales dependientes
del Ejecutivo Nacional, Estadal, Municipal y de los entes descentralizados y
las instituciones educativas privadas, en lo relativo a la materia y
competencia educativa. (Cursivas y negritas de quien escribe) A leer,
el artículo dos (2) de la Ley, no puede quedar duda que nuestras universidades SON
AUTÓNOMAS y no dependen del ejecutivo. Les aclaro: depender no es asignación de
presupuesto, ya que una de las funciones propias del ejecutivo como su nombre
lo define es EJECUTAR (decisiones) en este caso el presupuesto que fijen las
universidades en sus respectivos Consejos Universitarios.
Para finalizar, si es que acaso todavía existe alguna duda,
les transcribiré el artículo 31 de la LOE: “Artículo 31. Una ley especial normará el funcionamiento del subsistema de
educación básica, desde el nivel de educación inicial hasta el de educación
media en todas sus modalidades y establecerá los mecanismos de coordinación
necesarios con la educación universitaria” ¿Ustedes saben cuál era esa Ley
especial que iba a regir las Universidades? La Ley de Educación Universitaria
que vetó Chávez en el año 2011.
Así que, por lo pronto, en las universidades seguiremos rigiéndonos
por la Constitución de la república de Venezuela y la Ley de Universidades de
1971. Por cierto, estoy de acuerdo con la elección de TODAS las autoridades en
TODAS las Universidades, cuando digo todas,
incluyo aquellas donde sus decanos, rectores, vicerrectores y secretarios los
designa a dedo Nicolás Maduro. Basta de hipocresía.
Amigos, la finalidad del régimen no es realizar elecciones
sino anarquizar y aniquilar las Casas de estudio. No hablemos edulcorando las
palabras, ya sabemos que el régimen no
ganaría ninguna elección ni que se contabilicen uno a uno los votos de los
5 sectores que el chavismo pretende incluir. Tanto los obreros como los
empleados están pasando hambre, al igual que los profesores, estudiantes y
egresados. Ellos saben que entregarle la universidad a un destructor es el fin
de la educación en Venezuela.
Por lo pronto les pido a mis compañeros no distraernos ni
rivalicemos por las legítimas aspiraciones que se pueda tener en dirigir las
Universidades; nuestro único y verdadero objetivo debe ser salir del régimen
que oprime no solo a las universidades sino a todo el país, salir de ese
régimen que ha destruido a Venezuela.
“La universidad es el refugio de la patria” No las dejemos
solas.
*
·
Profesor
Universidad de Carabobo
·
Ex
director de escuela de Derecho
·
Ex
decano Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
·
Secretario
General de la UC